El sueño siempre nos ha fascinado, desde el inicio de los tiempos. En algunas culturas se considera que durante este periodo nuestra mente se desliga del cuerpo y viaja hacia otras dimensiones. En el pasado se consideraba que el sueño era el estado ideal para que los dioses enviaran sus mensajes y, más reciente en el tiempo, Freud introdujo la idea de que el contenido de nuestros sueños son mensajes de nuestra mente inconsciente para ayudarnos a aceptar determinados conflictos. En los últimos años el sueño también ha llamado la atención de los neurocientíficos por lo que ahora conocemos muchos detalles realmente sorprendentes sobre este estado.
Un estudio realizado en la Universidad de California descubrió que durante la fase REM del sueño, es decir, mientras soñamos, la química de nuestro cerebro varía. Específicamente, se apreció que los niveles de norepinefrina descienden, lo cual significa que la química cerebral vinculada al estrés se desactiva. De esta forma, nuestro cerebro procesa mejor las experiencias emocionales dolorosas y puede suavizar su impacto o incluso llegar a borrarlas por completo.
Normalmente pensamos que no tenemos ningún control sobre los sueños, que estos simplemente ocurren al azar. Sin embargo, un estudio desarrollado en la Universidad de Harvard ha desvelado que no solo tenemos cierto control sobre lo que soñamos sino que también podemos encontrar soluciones a los problemas mientras estamos durmiendo.
Hace algunos años se pensaba que mientras dormíamos nos desconectábamos casi por completo de la realidad pero ahora se sabe que no es así. Un estudio realizado en la Universidad de Dresden ha descubierto que el aroma que respiramos en la habitación puede determinar el contenido de nuestros sueños.
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