Quizás nunca te has detenido a pensarlo pero la luz y el color desempeñan un papel importantísimo en nuestro estado de ánimo. Los tonos rojos y naranjas nos transmiten energía y entusiasmo mientras que colores como el azul y el verde promueven la tranquilidad y el equilibrio. Tampoco somos inmunes a la intensidad de la luz. De hecho, estos aspectos aparentemente intrascendentes pueden llegar a determinar nuestras decisiones e incidir sobre nuestra productividad.
La primera pista sobre la incidencia de la luz en nuestro comportamiento la encontré a través de la iniciativa Comparte Innovación, detrás de la cual está Philips. Es una plataforma en la que diferentes colaboradores especialistas en proyectos de innovación, sostenibilidad, salud y bienestar, escriben artículos que pueden sernos muy útiles, tanto en nuestro día a día como en el ámbito profesional.
Entonces, ¿cómo incide la luz en nuestros comportamientos?
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