Alguien me dijo hace poco: «Tus consejos funcionan para las personas que luchan con una depresión de leve a moderada, pero ¿qué hago si no puedo ni siquiera levantarme de la cama por la depresión? ¿Qué le dirías a esas personas?«
En realidad, esa persona tiene razón. Las sugerencias para mejorar el estado de ánimo y llevar un estilo de vida saludable deben ir más allá de los consejos sobre cómo dejar de llorar. Entiendo perfectamente que cuando las personas están enterradas en el agujero de la depresión, el simple hecho de pasar el día es ya un triunfo enorme.
1 . Sigue adelante
Alguien me dijo una vez: «No se puede esperar a que la tormenta termine, hay que aprender a bailar bajo la lluvia«. Sin duda se trata de una frase que viene como anillo al dedo cuando se trata de la depresión severa, un trastorno que no se limita a unas pocas semanas sino que a menudo lastra una vida entera. Bailar bajo la lluvia exige perseverancia y valor, a pesar de las dificultades y la sensación de fatalidad. Significa no poner fin a la vida, incluso cuando la muerte parece ser el único alivio. Se requiere el tipo de valentía que Mary Anne Rademacher describe como: «El valor no siempre ruge. A veces, el valor es una pequeña voz al final del día que me anima a intentarlo nuevamente mañana«.
2 . Respira
Es algo que se puede hacer incluso en la cama, entre una sesión de llanto y otra. Todo lo que se necesita es contar hasta cinco, mientras se inhala y contar hasta cinco mientras se exhala. Si se realiza este ejercicio lentamente y se respira alrededor de cinco veces por minuto, estaremos realizando lo que se llama respiración coherente, que permite hacer frente a una respuesta intensa ante el estrés. Esta respiración estimula el sistema nervioso parasimpático, el cual calma el sistema nervioso simpático, que está totalmente fuera de control y que es el responsable de la respuesta de lucha o huida. Si nos tomamos cinco minutos para respirar desde el diafragma, nos sentiremos mucho más tranquilos. No es una solución mágica, pero ayudará.
3 . Sé amable contigo mismo
En ocasiones los consejos para aliviar la depresión severa terminan siendo contraproducentes ya que la persona siente que ha fracasado y se hunde aún más en la tristeza. Por eso, es importante ser amable consigo mismo, hablarse como le hablarías a una persona que quieres, admiras y respetas. Cuidar el diálogo interior es fundamental, en vez de vapulearse, es mejor decirse cosas como por ejemplo: «Lo estás haciendo muy bien, teniendo en cuenta que estás luchando contra esta enfermedad grave. Todos los días subes una montaña muy empinada, pero paso a paso lo lograrás. No has renunciado, hoy has vivido. Eres fuerte«.
4 . Deja de intentarlo
Es normal que la persona deprimida intente todo para sentirse mejor, incluyendo los libros de autoayuda. Sin embargo, en muchos casos esos libros para aliviar la depresión severa no funcionan. Como resultado, la persona cae en un estado de indefensión aprendida y piensa que no lo logrará. La explicación se encuentra en el cerebro: cuando las personas no deprimidas intentan reeducar sus pensamientos o reencuadrar sus emociones negativas, a menudo tienen éxito. La a actividad de las zonas del cerebro vinculadas con las emociones negativas, fundamentalmente la amígdala, disminuye. Sin embargo, cuando las personas deprimidas intentan lo mismo, la actividad de la amígdala aumenta, lo cual significa que sus esfuerzos son contraproducentes. Cuanto más lo intentan, más se activa la amígdala. Por tanto, lo mejor es ponerse en manos de un profesional.
5 . Lee a Styron
La esperanza es la tabla de salvación, representa la vida misma. Sin ella, las personas deprimidas mueren. Casi un millón de personas mueren debido a la depresión cada año. El miedo y la esperanza se entrelazan, afirma Baruch Spinoza: «El miedo no puede estar sin esperanza, ni la esperanza sin temor«. Quizá las personas que viven en el agujero negro de la depresión puedan encontrarle un sentido en este párrafo de esperanza de William Styron:
«Si la depresión no tiene fin, el suicidio sería, en efecto, el único remedio. Pero no es necesario emitir una nota falsa para subrayar la verdad: la depresión no es la aniquilación del alma, los hombres y las mujeres que se han recuperado de esta enfermedad – y son muchos los que lo han logrado – dan testimonio de lo que en realidad la depresión puede ser una gracia salvadora: se puede vencer«.
6 . Distráete
6 . Distráete
La mejor terapia para aliviar la depresión severa es la distracción. Es conveniente elegir cualquier tipo de actividad que pueda mantener la mente alejada del dolor y el sufrimiento, tal como haríamos si estuviéramos recuperándonos de un problema de cadera o rodilla. Si no puedes leer porque no logras concentrarte, llama a los amigos, haz crucigramas, ve películas, cuida el jardín…
7 . Recuerda tus puntos fuertes
Este no es nuestro mejor momento, pero los hemos tenido en el pasado. Recuérdalos. Es preferible que escribas sobre ellos pero si no tienes la energía suficiente, bastará con recordarlos y sentirse orgulloso. No caigas en el error de pensar que eres la persona que se mira al espejo, detrás de la depresión hay mucho más, solo tienes que recordarlo y no darte por vencido.
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