En España, 5 de cada 100 personas sufren algún tipo de trastorno de pánico y muchas de ellas experimentan crisis de ansiedad frecuentes. En algunos casos el problema adquiere proporciones tales que les impide llevar una vida normal ya que el temor a que sobrevenga el ataque de pánico es tan grande que se encierran en sus casas o evitan muchas de las situaciones sociales.
La ciencia ha demostrado que las crisis de ansiedad se heredan
Hace ya varios años que se suponía que la crisis de ansiedad tenían una base genética pero ahora, por primera vez, investigadores del Centro de Regulación Genómica han encontrado el principal gen responsable de este problema: el NTRK3.
Este gen, que se encarga de codificar una proteína esencial para la formación del cerebro, la supervivencia de las neuronas y el establecimiento de conexiones entre ellas, también es uno de los factores que determina la susceptibilidad genética para desarrollar un trastorno de pánico.
Estos investigadores han descubierto que la desregulación del NTRK3 produce cambios en el cerebro que provocan un funcionamiento inadecuado de las memorias vinculadas con el miedo. En otras palabras: al afectarse este sistema de memoria, reaccionamos de manera exagerada ante estímulos que no representan un peligro real, sobreestimamos el riesgo que representa una situación y sentimos miedo.
Básicamente, existen diferentes regiones del cerebro encargadas de procesar los estímulos del medio y discriminar si estos son peligrosos o no. Sin embargo, la amígdala y el hipocampo desempeñan un papel crucial en todo este proceso.
Por una parte, el hipocampo es el responsable de la formación de recuerdos y el procesamiento de la información contextual, lo que significa que si asociaciomos el miedo con una situación específica, es probable que cuando nos expongamos a esta, el hipocampo nos lo recuerde y reaccionemos teniendo una crisis de ansiedad. Por otra parte, la amígdala se encargaría de activar todas las reacciones fisiológicas vinculadas al miedo.
El gen NTRK3 lo que haría sería cambiar el funcionamiento de este sistema, haciendo que el hipocampo guardase memorias de miedo ante situaciones que no representan peligros reales, de manera que respondemos de manera exagerada cuando debemos enfrentarlas.
No obstante, más allá del componente genético que pueda tener los trastornos de pánico, se debe puntualizar que este problema tiene solución. De hecho, entre el 70 y el 90% de las personas que se someten a terapia logran controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida. Recuerda que la genética es tan solo uno de tantos factores, no tiene por qué ser determinante en tu vida.
Fuente:
Santos, M. et. Al. (2013) Hippocampal Hyperexcitability Underlies Enhanced Fear Memories in TgNTRK3, a Panic Disorder Mouse Model. Journal of Neuroscience; 33 (38): 15259-15271.
Deja una respuesta