El trabajo de enfermería puede ser muy exigente, no solo por las largas horas sino también por el peso psicológico que a menudo tienen que soportar estos profesionales que están a nuestro lado en los momentos en los que nos sentimos más vulnerables física y emocionalmente.
Sin embargo, el personal de enfermería no es inmune al cansancio, el estrés y el agotamiento psicológico. Su trabajo es encomiable pero también muy complejo ya que en muchas ocasiones se enfrentan a situaciones de vida o muerte, por lo que es comprensible que genere un estrés laboral inmenso que puede desencadenar problemas de salud mental.
Por esa razón, no es extraño que la mayoría de las enfermeras y enfermeros sientan que su profesión obstaculiza su salud mental. De hecho, el 56% del personal de enfermería reconoce que muchas veces sacrifica su salud mental por el trabajo.
El peso emocional de una profesión enfocada en la asistencia y la ayuda
El agotamiento psicológico es un problema común al que se enfrenta el personal de enfermería, que es particularmente propenso a sufrir el síndrome de desgaste por empatía cuando se implican demasiado emocionalmente con los pacientes que atienden en su día a día.
Con el paso del tiempo, si ese estrés no se gestiona adecuadamente puede conducir a un gran agotamiento, irritabilidad, sensación de impotencia, soledad y nerviosismo. De hecho, el año pasado aproximadamente 1/3 de las enfermeras de Estados Unidos estaban planeando dejar su trabajo debido al agotamiento y el estrés.
Un estudio desarrollado en las universidades de Girona y Lleida, por ejemplo, reveló que el personal de enfermería tiene más probabilidades de desarrollar ansiedad y depresión que la población en general.
El síndrome de burnout también puede estar a la vuelta de la esquina y es particularmente dañino porque además del agotamiento emocional y la baja realización personal, también cursa con despersonalización, de manera que las enfermeras y enfermeros pueden comenzar a desarrollar actitudes negativas hacia los pacientes, culpándolos inconscientemente de sus problemas.
Para evitar que el personal de enfermería llegue a ese punto, es importante que reciba ayuda psicológica cuando lo necesite o incluso mucho antes.
Los beneficios de la atención psicológica para el personal de enfermería
Por desgracia, todavía es posible que algunas personas sientan cierto recelo acerca de la terapia psicológica debido al estigma social que la acompaña. También es posible que la ayuda psicológica se vea mal en aquellos entornos laborales en los que se promueve una cultura de resiliencia a ultranza, de manera que los problemas emocionales son percibidos como una debilidad.
Sin embargo, lo cierto es que la ayuda psicológica para el personal sanitario en general les permitirá afrontar mejor los desafíos que representa su profesión. La atención psicológica puede contribuir a prevenir los errores de medicación y la fatiga laboral mientras minimiza el impacto de los factores estresantes del día a día. También aporta muchos otros beneficios:
- Tener un espacio seguro donde explorar las emociones y poder hablar de lo que les preocupa sin sentirse enjuiciados.
- Aprender habilidades de afrontamiento que les permitirán lidiar mejor con las responsabilidades diarias que supone la enfermería.
- Identificar los principales desafíos y factores estresantes de la profesión para reducir su impacto emocional.
- Potenciar la Inteligencia Emocional, de manera que sean más conscientes de sus estados afectivos y aprendan a gestionar mejor las emociones de los pacientes para que no les superen.
- Practicar más el autocuidado, protegiendo la salud física y mental a través de herramientas que les permitan recuperar energía y reequilibrar las emociones, como las técnicas de relajación en un minuto, ejercicios de respiración o mindfulness.
En España, por ejemplo, a raíz de la pandemia de coronavirus se puso en marcha un servicio atención psicológica gratuita para enfermeras 24/365. Sin embargo, estas acciones no bastan. También es importante que las organizaciones sanitarias cambien su enfoque sobre la salud mental y que la comunidad médica erradique la intimidante “cultura de la supervivencia” en la enfermería.
Además de la atención psicológica, las enfermeras y enfermeros necesitan el apoyo de sus compañeros y empleadores. Es posible crear grupos de apoyo entre profesionales de la salud, así como implementar programas enfocados en eliminar el estigma que aún rodea los problemas psicológicos. También es conveniente promover una cultura de bienestar para todos que inspire a cuidarse y protegerse, no solo a los pacientes sino también a sí mismos.
En resumen, la idea de que “la presión crea diamantes” no es válida para la profesión de enfermería. La sociedad espera que las enfermeras trabajen bajo presión sin cansarse. Pero lo cierto es que a largo plazo no hay formación ni experiencia que las blinde contra el estrés y la carga emocional de su profesión.
Es importante tomarse en serio la salud mental y buscar ayuda profesional. Será beneficioso para reducir los riesgos laborales y para el bienestar. Si cuidamos a quienes nos cuidan, será mejor para todos.
Referencias Bibliográficas:
Clanton, N. (2022) Survey: More than half of nurses sacrificing mental health for job. En: The Atlanta Journal Constitution.
Blasco, A, et. Al. (2022) Mental health among the general population and healthcare workers during the COVID‑19 pandemic: A meta‑analysis of well‑being and psychological distress prevalence. Current Psychology ; 1-12.
Davis, C. (2022) One-third of nurses plan to quit their jobs in 2022, thanks to high stress and burnout. En: Health Leaders.
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