
La integración de la tecnología de las comunicaciones con la práctica de la psicoterapia y la orientación psicológica ha sido centro de mira y reflexión entre los profesionales de la salud en los últimos 15 años. Independientemente de los detractores y escépticos, lo cierto es que este fenómeno continúa avanzando por tres motivos fundamentales: el costo de las sesiones es mucho más bajo, el anonimato es casi total y la comodidad y rapidez con la cual se accede a estos servicios es enorme.
Conjugando estos factores surge una curiosa iniciativa: un servicio de orientación que funciona las 24 horas del día al cual puede accederse a través del teléfono o mediante Skype. Pero… ¿cuál es la peculiaridad de esta asistencia?
Este servicio está pensado para brindar su ayuda en situaciones críticas abarcando una amplísima variedad de problemáticas como las adicciones, la angustia, el estrés, el pánico o la pérdida de las personas queridas. No obstante, también se brinda asesoría y coaching en procesos donde sea necesaria la toma de decisiones como los divorcios o los procesos de negociación.
Vale aclarar que este cambio en la comprensión de las problemáticas y las formas de enfrentarlas no solo se debe a las técnicas utilizadas sino también al hecho de que la comunicación asistida por la tecnología favorece la desinhibición por lo que el proceso de orientación se agiliza, promoviendo la intimidad imprescindible entre el terapeuta y el cliente.
Por supuesto, la eficacia de la terapia y la orientación psicológica a través del uso del teléfono e Internet ha sido ampliamente comprobada científicamente y en la práctica. Un ejemplo es la investigación realizada por Cohen y Kerr, en el ya lejano 1998, quienes asignaron a 24 clientes a sesiones terapéuticas cara a cara o a sesiones asistidas por la tecnología. Posteriormente cada persona debía evaluar el nivel de ansiedad que estaba experimentando y brindar una retroalimentación sobre su terapeuta.
Al contrastar los resultados los investigadores apreciaron que no existieron diferencias significativas entre el grupo que recibió las sesiones presenciales y aquel que se sometió al tratamiento asistido por tecnología. Los terapeutas eran percibidos con un idéntico nivel de experiencia e inspiraban el mismo grado de confianza y los niveles de ansiedad en los pacientes eran notablemente menores.
Un estudio más reciente fue desarrollado en el año 2002 pero esta vez con un mayor número muestral. Day y Schneider, los investigadores principales, concluyeron que después de cinco sesiones de psicoterapia no se apreciaban diferencias significativas (clínicamente hablando) entre las personas que habían asistido a una terapia u otra; si bien aquellos que habían sido objeto de las terapias asistidas por la tecnología mostraban una mayor satisfacción con los encuentros online.
Si a estos resultados científicos se le suma la idea de intervenir a través de la tecnología en los momentos de crisis, entonces el resultado no puede sino ser muy positivo. ¿Por qué? Sencillamente porque en los momentos de crisis es esencial contar con una ayuda especializada que pueda brindar en un tiempo muy limitado, una terapia breve que permita recuperar una parte del equilibrio psicológico perdido.
La posibilidad de tener a mano una persona que brinde una consulta de emergencia sin la necesidad de salir de casa y que ayude a replantearse la problemática desde una perspectiva más serena y constructiva sin lugar a dudas reduce los peligros que vienen aparejados a las situaciones de crisis e incluso puede ayudar a prevenir problemas psíquicos de mayor envergadura.
No obstante, debe puntualizarse que el anonimato que propicia la tecnología en ocasiones puede ser la oportunidad ideal para que personas que no son profesionales de la salud asuman este papel, causando más daño que bien. Por lo cual es ideal decantarse por los servicios de profesionales con años de experiencia y cuya especialidad pueda ser contrastada.
Fuentes:
Rochlen, A. B.; Zack, J. S. & Speyer, C. (2004) Online therapy: Review of relevant definitions, debates and current empirical support. Journal of Clinical Psychology; 60(3): 269-283.
Cook, J. E. & Doyle, C. (2002) Working Alliance in Online Therapy as Compared to Face-to-Face Therapy: Preliminary Results. CyberPsychology & Behavior; 5(2): 95-105.
Day, S.X. & Schneider, P.L. (2002) Psychotherapy using distance technology: A comparison of face-to-face, video, and audio treatment. Journal of Counseling Psychology; 49: 499–503.
Cohen, G.E. & Kerr, B.A. (1998) Computer-mediated counseling: An empirical study of a new mental health treatment. Computers in Human Services; 15: 13–26.
Anónimo dice
Creo que es una excelente idea. Ojala existieran mas iniciativas como estas en pues creo que en el mercado español aún muchos profesionales son reacios a brindar este tipo de servicios que puede ser utilisimo.
Gracias por la informacion.
Antonio M.
Anónimo dice
Es muy interesante que esten realizando investigaciones donde se muestre la efectividad de las terapias online porque aun la mayoria de los psicologos son muy reticentes a las mismas.
Yo creo que si bien no pueden extenderse a todas las tecnicas psicoterapeuticas, si pueden utilizarse con un alto grado de eficacia a muchos trastornos.
Saludos, Manuel Montoyo
José Luis Gonzalo Marrodán. dice
Opino que para determinados perfiles de persona puede ser una opción tan válida y eficaz como los estudios avalan. Ahora bien, creo que hay casos concretos en los que la presentificación (físicamente) es necesaria. De todos modos, como complemento a la terapia siempre, sobre todo para esas intervenciones en crisis que pueden ayudar a multitud de personas desesperadas que en un momento dado lo ven "todo negro" Encontrar un modo diferente de afrontarlo puede ser vital para ellas en esos momentos.
Felicidades Jennifer, por tus siempre diferentes y curiosos temas, que a mí me encantan y me atraen.
Un saludo cordial a todos/as,
José Luis Gonzalo
Jennifer Delgado Suarez dice
Considero que la terapia online es válida solo para algunos casos y para algunos trastornos.
Podría ser ideal para la Orientación Psicológica pero podría dejar muchos vacíos en el caso de la Psicoterapia, donde como dice José Luis, es imprescindible la comunicación cara a cara en aras de extraer toda esa información extraverbal.
No obstante, con el desarrollo de la tecnología que permite conversar y verse al mismo tiempo, las posibilidades de la terapia online se expanden.
Si bien, evidentemente, el toque en una mano o en el hombro, que tienen un maravilloso efecto terapéutico serían imposibles.
En mi caso, el contacto personal es muy importante porque las sensaciones que se pueden experimentar cuando estás enfrente de la persona ayudan a realizar un diagnóstico más certero donde la percepción y la intuición profesional tienen un rol fundamental.
No obstante, no dejo de reconocer que existen muchas "pequeñas dificultades cotidianas" que pueden resolverse simplemente a través de una conversación o vía email. sobre todo aquellas donde las personas solo demandan de una perspectiva diferente que las guíe en un proceso de toma de decisiones.
En fin, considero que será la propia práctica quién se encargue de poner los límites a la terapéutica online.
Un saludo a todos y gracias por dejar sus impresiones.