Rutinas como el beso de despedida antes de salir para el trabajo, compartir un té o un café con un amigo, sacar a pasear a tu mascota o cenar todos los días con tu pareja son las pequeñas cosas que llenan nuestro día a día y, al final, también llenan nuestra vida.
Por desgracia, no siempre somos conscientes de la importancia de esos pequeños detalles y ponemos la vida en pausa hasta que llegue ese gran golpe de suerte o alcancemos ese gran logro. No nos damos cuenta de que las cosas que ya tenemos son más que suficientes para hacernos felices.
Después de ver el corto, podemos preguntarnos: si estuviéramos en el caso del robot, ¿cuál es el día que nos gustaría repetir?
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