Si sufres de ansiedad, es probable que una de las principales causas que la originan o acentúan se encuentre en el trabajo. El día a día puede llegar a ser muy estresante, sobre todo para una persona que ya es ansiosa de por sí. Sin embargo, dejar que la ansiedad se acumule es contraproducente, cuando estés en el trabajo y sientas que una situación te desborda, debes hacer un alto para calmar esa ansiedad porque de lo contrario terminarás explotando o sumamente agotado.
¿Cómo calmar la ansiedad en el trabajo rápidamente?
1. Respira despacio
Cuando nos sentimos ansiosos comenzamos a respirar de manera más rápida y entrecortada. Se trata de una reacción normal porque nuestro cerebro percibe que la situación que estamos atravesando es potencialmente peligrosa y activa el sistema vegetativo para que responda como si estuviéramos corriendo un riesgo real. Por eso, retomar el control de tu respiración te ayudará a calmar la ansiedad ya que equivale a decirle a tu cerebro que ha sido una falsa alarma. Poco a poco todo volverá a la normalidad. Toma un gran respiro, reténlo y después expúlsalo lentamente. Repite este ejercicio durante cinco minutos. O puedes poner en práctica la respiración diafragmática.
2. Repite un mantra reafirmante
La mayoría de las veces la ansiedad no está causada por las situaciones en sí mismas sino por la interpretación que hacemos de estas y, sobre todo, por los pensamientos rumiativos que estas generan. Este tipo de pensamientos amplifican las consecuencias de la ansiedad y te paralizan por lo que es imprescindible que les pongas coto. Ni siquiera es necesario que pienses en cuáles son estas creencias, tan solo elige un mantra personal que te reporte paz y tranquilidad. Como puede ser: “se trata de algo pasajero, pasará pronto”, “voy a estar bien”, “ahora me voy a relajar y me sentiré más tranquilo”. Elige la frase que más te reconforte.
3. Muévete
En ocasiones la mejor manera para calmar la ansiedad consiste en alejarse de la situación que la genera. En este caso, puedes levantarte y salir de la oficina. Lo ideal es que des un paseo de unos 10 o 15 minutos, preferentemente en alguna zona verde porque la naturaleza tiene un enorme poder relajante. Otra alternativa consiste en acudir a un sitio tranquilo donde puedas sentarte con calma y recuperar la concentración. Si no puedes moverte del puesto de trabajo, otra alternativa consiste en practicar la relajación muscular contrayendo y relajando los grandes grupos musculares durante 5 minutos, este simple y eficaz ejercicio te devolverá la confianza.
4. Divide la tarea en pequeños lapsus de tiempo
La mayoría de las personas que se sienten ansiosas en el trabajo escudriñan constantemente el reloj para saber si les dará tiempo a terminar la tarea, lo cual, obviamente, solo sirve para añadir más tensión. En vez de entrar en pánico, calcula el tiempo que tienes a tu disposición y, si es necesario, divide la actividad en pequeñas microtareas y asígnales un tiempo. De esta forma, cada vez que termines una parte del proyecto, te sentirás satisfecho, comprenderás que puedes terminar la actividad y podrás calmar la ansiedad.
5. Habla con alguien
El simple hecho de hablar tiene un efecto catártico de por sí. Por eso, si tienes un buen amigo en la oficina, no dudes en pedirle unos minutos de su tiempo para comentarle cómo te sientes. También puedes telefonear rápidamente a tu pareja para contarle lo que te sucede. Hablar sobre nuestras preocupaciones y emociones nos libera, lo cual disminuye automáticamente los niveles de ansiedad y nos permite adoptar una postura más objetiva.
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