Creo que no existe un panorama urbano occidental que no esté lleno de cámaras de vigilancia. Supuestamente estas cámaras están ubicadas con el objetivo de detener a las personas malintencionadas de cometer un delito y, por ende, constituyen un antídoto que debe curar el miedo a los crímenes que sienten los ciudadanos honestos. Pero todo esto es teoría, ¿qué sucede en la práctica?
Recientemente, investigadores de la University of Hertfordshire en el Reino Unido han realizado un curioso estudio según la cual, en algunas circunstancias, la ecuación “cámaras de vigilancia = seguridad” no es del todo real. Incluso se afirma que cuando existen las cámaras de vigilancia la persona experimenta un mayor desasosiego que proviene de su sentido del peligro.
Los investigadores han detenido a un total de 120 personas mientras caminaban por la calle y le han mostrado una imagen de un sitio urbano donde se encontraban: una chica elegante, un skinhead o nadie. En lo alto, algunas imágenes tenían una cámara de vigilancia y otras no.
A las personas se les pidió:
-Que estimasen la tasa de frecuencia de agresiones, actos vandálicos, robos, violaciones, raptos y episodios de ebriedad en los últimos 30 años.
-Cuán seguros se habrían sentido ellos mismos o un amigo íntimo caminando solos durante la noche o el día.
-Una descripción de lo que imaginaban era el día típico de la persona que aparecía en la escena.
Obviamente, como ya podrán presuponer, cuando la imagen contenía al hombre con la cabeza rapada y la cámara de seguridad, todos los participantes consideraron que la tasa de peligrosidad del lugar era mucho mayor y el sentido de inseguridad era muy elevado, en comparación con el resto de las imágenes, incluso en aquella donde aparecía el skinhead pero no había ninguna cámara.
En otras palabras: la combinación entre la imagen de un hombre y la cámara de seguridad infringió un miedo que ninguna de las imágenes por sí solas logró compulsar.
La explicación a este fenómeno es muy sencilla: la mayoría de las personas tiende a actuar y pensar de manera estereotipada, por ello, cuando ven una cámara de vigilancia asumen que el sitio puede ser conflictivo y si a esta imagen se le suman las creencias negativas que se han construido alrededor de los skinhead, entonces no es difícil presuponer que el miedo sea aún mayor.
En fin, que las cámaras no siempre nos ayudan a estar más tranquilos.
Fuente:
Williams, D. & Ahmed, J. (2009) The relationship between antisocial stereotypes and public CCTV systems: exploring fear of crime in the modern surveillance society. Psychology, Crime & Law; 15: 18: 743-758.
Anónimo dice
Sobre los sistemas de vigilancia y sus efectos en los individuos/sociedades hay un articulo de Beatriz Busaniche que es exelente. Recomiendo 😉
http://www.canal-ar.com.ar/noticias/noticiamuestra.asp?Id=7467
"Cualquiera que haya leído a Michel Foucault sabe bien que la construcción de panópticos no tiene más objetivo que moldear conductas, privar de libertad de acción y llevarnos a vivir en arquitecturas carcelarias. George Orwell no lo podría haber imaginado mejor…"
– Manu –