Los espacios en los que nos movemos tienen una enorme influencia en nuestro estado de ánimo, percepciones e incluso en nuestras decisiones cotidianas, aunque casi nunca somos conscientes de ello. Sin embargo, se ha podido apreciar que, por ejemplo, las habitaciones grandes con techos altos promueven la creatividad, las estancias frías generan un distanciamiento emocional y los muebles de bordes redondeados transmiten confianza y calidez.
Por eso, el diseño de interiores tiene una importancia trascendental que va más allá del simple aspecto estético. Y es que, en dependencia de los muebles y la decoración que hayamos elegido, nuestra casa puede generar estabilidad emocional o, al contrario, puede activar malos recuerdos y robarnos poco a poco la energía.
Psicología del Diseño: La sensación de estar en casa
En los últimos años, en Estados Unidos se ha desarrollado un nuevo campo denominado “Psicología del Diseño”, enfocado en analizar las respuestas emocionales de las personas ante los diferentes ambientes, en aras de crear espacios que les hagan sentir, de verdad, como en casa.
En este caso, el diseño emerge de una serie de entrevistas que psicólogos y diseñadores realizan sobre la historia ambiental de los clientes. De esta forma logran comprender las experiencias y emociones que forman parte de su “hogar ideal”. Así estos profesionales pueden recuperar, por ejemplo, detalles cromáticos que asociamos con buenos momentos de nuestra niñez, o detectar muebles que nos hagan sentir a gusto porque nos recuerdan algunas de las cosas que amamos.
La Psicología del Diseño va un paso más allá de la estética, no se trata simplemente de combinar luces, formas y colores con arte sino de lograr que la persona se identifique inmediatamente con el ambiente, que experimente esa sensación visceral de estar en casa. De esta manera, el hogar se convierte en una fuente de inspiración, seguridad y tranquilidad, un pilar básico para nuestra estabilidad emocional.
Por supuesto, la Psicología del Diseño también tiene en cuenta nuestro temperamento y personalidad. De hecho, normalmente las personas que redecoran un hogar es porque están pasando por un periodo de transición, ya sea porque se han casado, divorciado, han cambiado de trabajo o se han mudado a una nueva ciudad. Por tanto, no solo se trata de escudriñar en el pasado sino también de mirar al futuro y comprender qué nuevo “yo” desea proyectar esa persona en su hogar.
Amueblar el alma
Los profesionales de la Psicología del Diseño son conscientes de que una decoración inadecuada puede robarnos la energía al reactivar recuerdos desagradables que nos hagan sentir mal. De hecho, nuestros recuerdos e impresiones de las casas o espacios en los que hemos vivido experiencias que han tenido un gran impacto emocional se reactivan continuamente a partir de pequeños detalles, como un simple olor, un color o una forma determinada.
Desde el punto de vista neuropsicológico, lo que sucede es que cuando codificamos nuestras experiencias en determinados circuitos neurales de nuestra memoria, las respuestas físicas relacionadas con esas experiencias también se han grabado en nuestra psiquis. Por eso, las sensaciones vinculadas a esas experiencias, ya sean negativas o positivas, se reactivan cuando estamos en entornos vagamente similares.
Además, se ha descubierto que tenemos una tendencia a reproducir de manera inconsciente algunos detalles de los entornos de nuestra infancia, como el estilo de la decoración del hogar en el que crecimos o la elección de algunos tipos de muebles. El problema es que en ocasiones esa reproducción despierta experiencias negativas que terminan drenando nuestra energía, aunque no nos demos cuenta de ello.
Por eso, la tarea principal de la Psicología del Diseño es identificar las experiencias positivas y usarlas en la decoración del hogar para reactivarlas y hacer que la persona se sienta a gusto, brindándole la estabilidad emocional que necesita.
Siete consejos para que tu casa se convierta en tu hogar
1. Busca tu propio estilo. En muchas ocasiones, las personas decoran sus hogares siguiendo los mandamientos de la moda, que determinan cuál es el estilo de decoración más chic. Sin embargo, jamás llegarán a sentirse como en casa e incluso es probable que inserten elementos que reactiven malos recuerdos y les roben la energía. Por eso, a la hora de redecorar el hogar, es importante que crees tu propio estilo, que te rodees de cosas que realmente te gusten, que expresen quién eres y que te hagan sentir cómodo.
2. Confía en tu instinto. Muchas de las experiencias infantiles se han quedado grabadas en lo más profundo del inconsciente y normalmente no tenemos acceso a ellas. Sin embargo, se manifiestan a través de lo que conocemos como “instinto”. Por tanto, si un mueble te gusta mucho, cómpralo. Y si te disgusta, no lo compres solo porque está de moda pues es probable que termine reactivando malos recuerdos. En este sentido, un experimento muy interesante realizado en la Universidad de Ámsterdam desveló que en cuestiones de decoración, casi siempre es mejor dejar que decida nuestro inconsciente por nosotros. A la larga, nos sentiremos más satisfechos con el resultado.
3. Menos siempre es más. Una casa con muchos muebles y adornos puede llegar a ser agobiante, tanto para quienes viven en ella como para quienes la visitan. En este tipo de casas es difícil descansar y encontrar la paz que debe trasmitir un hogar. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Princeton desveló que el desorden afecta nuestra capacidad para concentrarnos ya que limita los recursos de nuestro cerebro para procesar la información que tenemos en nuestro campo visual. A la vez, genera un aumento de cortisol, la hormona del estrés. Por eso, una clave para tener una casa que genere tranquilidad consiste en apostar por menos muebles y adornos, pero que estos tengan un mayor impacto emocional.
4. Elige los colores adecuados. Los colores tienen un enorme impacto en nuestros estados emocionales. De hecho, se ha demostrado que los colores de las paredes inciden en el apetito y pueden afectar profundamente nuestro nivel de energía. Mientras el rojo y el naranja nos transmiten una dosis extra de energía, colores como el gris pueden ser deprimentes, mientras el azul y el verde son relajantes. En todo caso, lo más conveniente es pintar las habitaciones de colores diferentes, en dependencia del uso que les darás.
5. Elimina los detalles que te desagradan. Es probable que tengas en casa algunas cosas que activan recuerdos negativos o que simplemente te disgustan. Quizás se trata de un viejo sofá o de un cuadro que, por alguna razón, ha dejado de gustarte y, cada vez que lo miras, desearías que no estuviera allí. En ese momento tu coherencia cardiaca se altera, aunque prácticamente no lo notas. Tu corazón deja de latir de forma regular y se produce un pico, el cual, sumado al estrés cotidiano, termina acumulándose y pasándole factura a tu salud. Por eso, es mejor que te deshagas de todos los objetos que tienes en casa y activan constantemente sensaciones negativas que terminan drenando tu energía. Así estarás un paso más cerca de crear un ambiente sereno.
6. Aprovecha el poder de la naturaleza. La naturaleza ejerce un efecto muy beneficioso sobre nuestra psiquis y también sobre nuestra salud. De hecho, un estudio muy interesante realizado en la Universidad Estatal de Kansas encontró que colocar plantas en las habitaciones de los pacientes no solo hacía que usaran menos analgésicos sino también que sintieran menos dolor y fatiga y que tuvieran un estado de ánimo más positivo, acelerando la recuperación. Para obtener estos beneficios, no es necesario que conviertas tu casa en una selva, pero puedes colocar algunas plantas que te ayuden a relajarte, transmitiéndote calma y serenidad.
7. Crea buenas vibraciones. Se trata de recordar esos detalles que te hacen sentir como en casa o que dibujan una sonrisa en tu rostro, los detalles que te relajan y te hacen sentir bien, esos pequeñísimos detalles que te hacen recordar experiencias positivas. Una vez que hayas terminado esa excursión en tu mente, no te queda sino recrear esos detalles en tu hogar, ya sea a través del estilo, el color o el uso de la iluminación. En Livingo, por ejemplo, podrás encontrar diferentes ideas de decoración para tu hogar, que reactiven buenos recuerdos o que te ayuden a crear una sensación cálida y acogedora. Y si te gusta algún mueble u objeto de decoración, puedes comprarlo inmediatamente.
Fuentes:
McMains, S. & Kastner, S. (2011) Interactions of Top-Down and Bottom-Up Mechanisms in Human Visual Cortex. The Journal of Neuroscience; 31(2): 587-597.
Park, S. & Mattson, R. H. (2009) Randomized clinical trials evaluating therapeutic influences of ornamental indoor plants in hospital rooms on health outcomes of patients recovering from surgery. The Journal of Alternative and Complementary Medicine; 15(9): 975-980.
Dijksterhuis, A., & van Olden, Z. (2006) On the benefits of thinking unconsciously: Unconscious thought increases post-choice satisfaction. Journal of Experimental Social Psychology; 42: 627–631.
Sami dice
muy interesante no había leído nada sobre esto.. yo ahora tengo la casa pintada de colores claros y la verdad creo que me siento mas relajado.