Detente un segundo y piensa en todo lo importante que has hecho en el día. Probablemente vendrán a tu mente tres o cuatro tareas y nada más. ¿Y el resto del día? ¿En qué lo hemos empleado? Probablemente lo hemos dedicado a cumplir microtareas; es decir, esas pequeñas cosas cotidianas que no sirven de nada para cumplir nuestras metas en la vida.
No obstante, las microtareas deben ser realizadas pero deberíamos intentar que ocupen un lugar menos importante en nuestra vida y, lo que es aún más importante, que no consuman tanto tiempo para así poder dedicarnos a las actividades realmente significativas.
Pues bien, he aquí cinco ideas prácticas para manejar las microtareas de forma eficaz y aumentar nuestra productividad cotidiana:
1. Aplica la “regla de los 2 minutos”. Es decir, si te encuentras ante una microtarea que te interrumpe el flujo de trabajo, piensa si la puedes terminar en tan solo dos minutos. Si es así, realízala y olvídate de ella. De lo contrario, ubícala en una lista de prioridades y regresa al trabajo. Te resultará sorprendente apreciar cómo tu productividad aumenta cuando aplicas esta regla.
2. Realiza una lista de prioridades para las microtareas. El gran problema de las microtareas es que cada una de ellas por separado es muy sencilla pero cuando se unen todas pueden convertirse en una montaña de trabajo considerable. Por ende, deberás ubicarlas en orden de prioridad.
3. Elimina toda las microtareas que no sean importantes. En algunas ocasiones, quizás por la prisa, no nos detenemos a evaluar si estas tareas realmente son imprescindibles o si las debemos realizar nosotros mismos obligatoriamente. Una vez que tengas la lista en mano, te será mucho más fácil desechar todas esas tareas que no son importantes. Te asombrarás de cuánto tiempo podrás recuperar.
4. Comprime las microtareas. Es decir, valora qué tareas son tan similares entre sí que podrías hacerlas a la vez, es lo que en el lenguaje popular se conoce como “matar dos pájaros de un tiro”. Este es uno de los beneficios de postergar las tareas ya que de esta forma podrás ahorrar tiempo y esfuerzo.
5. Realiza las microtareas cuando seas menos productivo. Normalmente este tipo de tareas son muy sencillas por lo que no requieren gran concentración. Una buena idea es concentrar un bloque de microtareas para esos momentos del día en que sabemos que nuestra productividad disminuye. De esta forma despejarás el resto del día para las actividades más importantes. Vale aclarar que esto no indica que debemos realizar las microtareas en el tiempo libre que deberíamos dedicarle a desconectar del trabajo, sino en las horas de trabajo que somos menos productivos.
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