Cuando nos comunicamos con otras personas, una buena parte de nuestro mensaje llega a través de la vía no verbal mediante el tono de la voz, los movimientos del cuerpo y por supuesto, los gestos faciales. Toda esta información es procesada, muchas veces sin percatarnos pero desempeña un papel esencial en la comprensión de los mensajes y para la adoptar respuestas congruentes con el sentir de nuestro interlocutor. Así, en muchas ocasiones podemos saber si una persona está deprimida, alegre, furiosa… con solo mirarle al rostro.
Investigadores de la Universidad de Yale nos afirman que dentro de todos los músculos faciales que se inervan para transmitirnos una emoción, los más importantes son los que rodean los ojos y las cejas.
Para desarrollar su investigación le mostraron a un grupo de 20 personas, un total 16 fotos digitales alteradas de un mismo rostro; es decir, 16 versiones faciales de una misma persona. Las principales diferencias se hallaban en la posición de las cejas, las arrugas y el tamaño de los labios.
Después de observar las fotografías los participantes debían asignar a cada foto un puntaje del uno al cinco en las siguientes escalas: presencia de cansancio, alegría, sorpresa, ira, tristeza, disgusto y miedo.
Los resultados fueron sorprendentes: muchas de las fotografías que simulaban una cirugía estética (cirugía de parpados o liftings) generaban la interpretación de ser rostros cansados o enojados.
La simulación de un rostro de mujer con la cirugía de párpados donde se reduce la grasa y la piel del párpado superior, produjo entre los participantes la impresión de ser una mujer cansada y triste; una impresión más fuerte que la provocada por la misma versión con los párpados caídos (un signo de cansancio por excelencia). Por otra parte, las fotos donde la mujer aparecía con un levantamiento de cejas (provocado por la cirugía) hacía que los participantes interpretaran su rostro como expresión de sorpresa o de miedo.
Las «patas de gallo» o arrugas que se forman alrededor de los ojos daban a los participantes la impresión de un rostro feliz.
Muchas personas actualmente optan por la cirugía estética de párpado, el levantamiento de cejas o los liftings faciales con el objetivo de verse más jóvenes y atractivas, lo que este estudio revela es que no siempre lo logran. No sólo no siempre se logra el objetivo de verse más bello/a sino que además se va perdiendo la espontaneidad y la singularidad del rostro, generando expresiones estáticas y desacordes a lo queremos expresar. Quizás es por esto que, como ya comentaba en un artículo anterior, algunos cirujanos estéticos están optando por recomendar una cirugía menos invasiva y drástica donde la persona pueda mantener su expresividad facial.
Quisiera terminar el artículo reafirmando que, al margen de aquellas personas que culpabilizan a los cirujanos plásticos o a la sociedad por la carrera desenfrenada hacia el bisturí del esteticista, yo creo profundamente que optar por una operación quirúrgica con fines estéticos es una decisión personal. Todos somos personas autodeterminadas que en ciertos momentos debemos tomar decisiones poniendo en una balanza los pros y los contras, la opción de la cirugía estética es una decisión sustentada en diversas creencias y formas de pensar personales pero también en determinadas necesidades. Creo que en este caso, como en la mayoría, asumir conclusiones generalizantes y excluyentes no es la solución más adecuada.
Fuente:
Knoll, B. I.; Attkiss, K.J. & Persing, J. A. (2008) The Influence of Forehead, Brow, and Periorbital Aesthetics on Perceived Expression in the Youthful Face. Plastic and Reconstructive Surgery; 121(5): 1793-1802.
Carina Sampo, facilitadora de procesos de cambio para tu crecimiento personal. dice
Muy buen articulo!
Coincido contigo en que es una decisión personal y basada en las propias creencias y cultura.
También hay una tendencia a caer en la dependencia de la cirugía estética, principalmente en mujeres famosas. Hasta el punto de "deformar" sus bonitos rostros en lugar de “mejorar”. Entre las actrices y famosas argentina tenemos claros ejemplos, mujeres bellísimas que han dejado de serlo tras someterse a varias cirugías.
El tema aquí es ¿cómo se ven y se sienten ellas? Quizás ellas sí se sientan bellas porque centran su atención en aspectos que, el común de las personas, no vemos o pasamos por desapercibidos (aquella arruguita, manchita, etc.). Es como perder la visión global por una visión fragmentada en pequeñas partículas sin tanta importancia.
un abrazo!
Jennifer Delgado Suarez dice
Hola Carina,
Me alegra que coincidas conmigo. Creo que realizar cirugias por el simple placer del perfeccionismo nos lleva a una carrera sin limites donde el principal problema se oculta en las dificultades para aceptarse tal cual es.
Sin embargo, existen momentos puntuales donde la cirugia puede ayudar a reconstruir un yo mas fuerte que se ama a si mismo.
Todo es cuestion de analizar puntualmente cada caso y valorar las motivaciones que llevan a unas y otras personas a optar por una operacion quirurgica.
Dice un antiguo refran popular que: "todo gato fuera del agua nada bien". Y creo que viene como anillo al dedo a todas las personas que critican desde una perspectiva egocentrista, las decisiones de los otros.
Un abrazo para ti.