En el artículo sobre cómo perder peso hice referencia a la importancia de asumir determinadas actitudes si verdaderamente se desea perder las varias libras que están de más. No obstante, algunas ideas quedaron en el tintero así, desearía retomar los resultados de una investigación recién realizada en el campo del consumo.
Todos sabemos que la tentación es un poderoso enemigo cuando estamos a dieta, así en muchas ocasiones perdemos la batalla derrotadas por una caja de deliciosos bombones. La diferencia entre nuestras metas (no comer) y nuestro comportamiento (comer) representa un fallo en el auto control.
Existen algunos alimentos que debemos limitar cuando estamos a dieta e incluso verdaderamente deberíamos eliminarlos totalmente de nuestros hábitos alimenticios pero la tarea resulta difícil, entonces crear un «top mental» podría ayudarnos a no fracasar en el intento.
Esta idea proviene de un grupo de científicos de la Universidad de Houston que afirman que cuando las personas establecen un límite mental en el consumo de alimentos, tienden a ceder menos ante las tentaciones y a mantener su auto control.
Los investigadores crearon dos grupos de personas que deseaban controlar su consumo de alimentos diarios. Se les facilitó una lista donde a cada alimento se le había otorgado un número representativo de sus calorías. Posteriormente a uno de los grupos se les pidió que establecieran un límite numérico de las calorías que podrían ingerir mientras que al otro grupo se les dejó libremente.
Dos patrones comportamentales fueron descubiertos:
– Tener un «top mental» no es suficiente. Las personas también necesitan una meta consciente.
– Cuando el número límite es establecido por las mismas personas no resulta tan eficaz como cuando es propuesto por un especialista.
¿Qué nos indica esto? Que para combatir la tentación son necesarios tres factores:
1. Tener una meta; es decir, proponerse conscientemente seguir el plan dietético.
2. Establecer un límite. No basta con proponernos un objetivo, es necesario planificar los pequeños pasos y definir con claridad suficiente hasta donde podremos llegar y cuáles son los límites que no podremos sobrepasar, de esta manera evitamos la racionalización o la frase engañosa: «un dulce más no marcará la diferencia».
3. Seguir el consejo de un profesional que nos ayude a marcar ese «top mental». Parece ser que nuestra autoridad no es suficiente para controlar las tentaciones así que el poder del referente actúa como un moderador de los impulsos. Al menos en los primeros días donde el cambio se hace más difícil.
La idea del «top mental», sencilla pero muy eficaz, también puede aplicarse a otras áreas de la vida porque nos ayuda a mantenernos focalizados en el objetivo que nos proponemos y de esta manera no desperdiciamos nuestros recursos cognitivos. Sin lugar a dudas, se convertirá en una idea de reflexión de próximos artículos.
Fuente:
University of Chicago Press Journals (2009, Noviembre). To eat or not to eat? Mental budgets help control consumption. ScienceDaily.
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