Hace décadas, muchos matrimonios se realizaban por conveniencia y las personas se mantenían juntas hasta que la muerte les separaba. Pero no porque se amasen sino porque no existía el divorcio o estaba muy mal visto.
Hoy las parejas se hacen y se deshacen con la misma facilidad con que podemos cambiar de muebles en casa. Sin embargo, lo curioso es que la mayoría de las personas que llegan al altar piensan que el matrimonio será para toda la vida, aunque después suele durar la media de 6 años.
¿Dónde nos equivocamos?
Cada pareja tiene su propia historia, sus conflictos y dificultades pero uno de los factores que suele dar al traste con las relaciones amorosas es la precipitación en el momento de elegir, o dar el gran paso movidos por la inercia. Sin embargo, para que una pareja funcione, antes de comprometernos definitivamente, deberíamos plantearnos algunas cuestiones sobre las cuales no solemos reflexionar demasiado.
Lo esencial es invisible para los ojos
1. Mira a tu pareja con los ojos del alma. Cierra los ojos, imagina que eres ciego y que nunca has visto a tu pareja. ¿Qué te haría sentir? ¿Qué destacarías de él/ella? ¿Te gusta lo que ves? En nuestra sociedad nos dejamos llevar demasiado por lo que vemos, pero miramos muy poco dentro. Es cierto que el atractivo físico es importante pero no lo es todo, fundamentalmente cuando se trata de convivir durante muchos años.
2. Busca apertura y capacidad de aprendizaje. Un refrán popular dice “el ignorante es poco tolerante”, y no anda desacertado. No se trata de cambiar a la persona pero sí de cerciorarse de que tiene una actitud abierta ante la vida y está dispuesto a aprender. Con el curso de los años, las parejas que se mantienen unidas son aquellas que saben adaptarse y logran evolucionar.
3. Comparte pasiones. Los recuerdos son el “pegamento” que une a una pareja. Recordar los buenos y malos tiempos que se han vivido acerca a las personas. Sin embargo, cuando dos personas son muy diferentes y no tienen pasiones comunes, les resultará difícil construir esos recuerdos agradables. Por tanto, las probabilidades de que la relación se resquebraje ante la primera crisis son muy altas.
4. Busca tolerancia y comprensión. Toda pareja pasa por momentos difíciles y todos cometemos errores. En esos casos, si la persona que tienes a tu lado no es tolerante, la grieta en la relación se irá haciendo cada vez más profunda. Por supuesto, cada persona tiene sus propios límites, no se trata de que acepte todo y se convierta en un felpudo, sino de que sea capaz de adoptar una actitud comprensiva y esté dispuesto a invertir emocionalmente en la relación.
5. Fuerte como un árbol, sensible como una flor. La pareja es esa persona en la que buscamos apoyo en los momentos más complicados, por lo que es importante que sea fuerte, que pueda sostenernos cuando estamos a punto de desfallecer. Sin embargo, de poco servirá esa fortaleza si se traduce en posesión. Por eso, también es importante que la persona sea lo suficientemente sensible para saber cómo puede ayudar. Hay momentos en que no es necesario decir o hacer nada, basta con estar. La sensibilidad permite comprender cuándo es necesario estar cerca y cuando se debe tomar distancia.
6. Alguien a quien puedas contarle todo. La pareja no solo debe ser amante, también debe ser un amigo. Por tanto, pregúntate: ¿Puedo contarle cualquier cosa a esa persona? ¿Está dispuesto/a a escucharme? ¿Es comprensivo y comparte mis valores? Si no puedes confiar en tu pareja y no te sientes cómodo hablando de algunos temas, es probable que aún no estéis listos para dar el gran paso, o quizás no es tu media naranja.
7. Una persona que demuestre sus sentimientos. En una sociedad que nos ha enseñado a ocultar lo que sentimos, es muy difícil hallar a personas que sepan expresar asertivamente sus emociones y que se entreguen sin reservas a la relación. La mayoría de las personas tiene miedo a expresar lo que siente, sobre todo si es amor, porque piensan que ello equivale a ponerse en las manos del otro. Sin embargo, esa es precisamente una de las claves de las parejas que perduran: la capacidad de desnudarse emocionalmente ante el otro. Solo de esta forma dos personas logran conectar desde lo profundo y construir una relación sólida.
Postdata: Elije a alguien que haga tu vida más grande, no más pequeña.
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