Finalmente ha llegado el gran momento, estás nerviosa pero expectante al mismo tiempo. Toda la frustración del largo camino que has recorrido para llegar hasta aquí queda atrás y en su lugar se asienta la esperanza. ¡Ha llegado el día de la transferencia de embriones!
Cuando termina el procedimiento, el médico te dice que todo ha salido bien y que solo resta esperar para saber si el embrión se implantará. Los días que transcurren entre la transferencia y la prueba de embarazo se hacen interminables y muchas mujeres se desesperan. De cierta forma, es una respuesta normal porque una vez que llegan a casa y vuelven a pensar en el asunto, regresan a su mente los fracasos anteriores y el miedo y la frustración resurgen.
Sin embargo, desesperarse no servirá de nada. Es importante mantenerse positiva e intentar controlar la ansiedad, para lograrlo, la mejor estrategia es continuar llevando la vida normal. De hecho, hace algunos años las mujeres permanecían acostadas durante las primeras 24 horas porque pensaban que la gravedad podría afectar al embrión pero hoy se sabe que guardar descanso no mejora el índice de implantación. De hecho, algunos estudios indican que seguir con el ritmo de vida normal (lo cual implica una actividad física de intensidad moderada, sin exagerar), puede mejorar la implantación y gestación. Además, de esta forma te mantendrás ocupada y le dejarás menos espacio a los pensamientos negativos y la ansiedad.
También se recomienda que hables de lo que sientes con tu pareja o con una amiga. A menudo nos guardamos nuestros pensamientos pero se ha demostrado que el simple hecho de poner en palabras nuestros miedos, inseguridades y sentimientos, tiene un poder catártico y nos ayuda a asumir una perspectiva más objetiva de la situación.
Otra alternativa consiste en escribir sobre lo que sientes en un diario terapéutico ya que la escritura tiene un poder sanador. En ese caso, es importante que escribas sobre esos pensamientos negativos que te perturban y que no desearías contarle a nadie más. A la misma vez, no te limites a centrarte en el problema, toma esos pensamientos y sentimientos negativos y dales una vuelta de tuerca, conviértelos en ideas y emociones positivas. De esta manera estarás potenciando un cambio de perspectiva y te sentirás mucho mejor.
Durante esas dos semanas, que es el periodo que suele durar la espera, mímate. Como regla general, los médicos no recomiendan que acudas a saunas y baños termales pero puedes apostar por un masaje o una sesión de relajación. En fin, se trata de que te regales pequeños momentos para disfrutar de ti misma. Recuerda que si la transferencia embrionaria arriba a buen puerto, con la llegada del bebé tendrás muy poco tiempo para ti.
Si la ansiedad alcanza niveles muy elevados, siempre puedes apostar por diferentes remedios naturales, como una valeriana o las Flores de Bach, que te ayudarán a pasar estos días con mayor tranquilidad y no representan ningún peligro para el futuro bebé.
Como punto final, recuerda que deberás mantenerte alejada de los test de embarazo caseros. Muchas mujeres caen víctimas de la ansiedad y recurren a estos test una y otra vez. Sin embargo, por diferentes motivos, estas pruebas pueden dar falsos negativos por lo que podrías deprimirte en vano. La prueba de embarazo definitiva se hará en la clínica de fertilidad que hayas elegido, normalmente a través de un análisis de sangre.
Fuentes:
Gaikwad, S. et. Al. (2013) Bed rest after embryo transfer negatively affects in vitro fertilization: a randomized controlled clinical trial. Fertility and Sterility; 100(3):729-735.
Lyubomirsky, S.; Sousa, l. & Dickerhoof, R. (2006) The Costs and Benefits of Writing, Talking, and Thinking about Life’s Triumphs and Defeats. Journal of Personality and Social Psychology; 90(4): 692–708.
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