Sales de casa, tienes el día perfectamente programado en el trabajo y, de repente, llega una petición inesperada, una tarea urgente por completar, una persona que necesita tu ayuda… Los contratiempos en el trabajo, más que algo inusual, son pan cotidiano por lo que si deseas ser realmente productivo, el primer paso consiste en aprender a lidiar con las tareas sorpresa y, sobre todo, con las personas que son portadoras de esas tareas imprevistas y que a menudo intentan descargar su responsabilidad en ti.
1. Establece límites
Muchos propietarios de pequeñas empresas tienden a tratar a sus empleados como si fueran su propia familia. No es algo negativo pero el problema se presenta cuando la línea entre lo personal y lo profesional se difumina y una de las dos partes se aprovecha de la buena relación para interferir en la rutina laboral de la otra persona.
Establecer límites no significa no relacionarse con los demás compañeros de trabajo pero deben quedar claros cuáles son las funciones de cada uno. Ayudar a los demás es una excelente muestra de solidaridad pero hay ocasiones en que tienes que decir “no” o postergar la petición para otro momento.
2. Cuida tu comunicación
A veces no es tan importante lo que dices sino el cómo lo dices. Cuando tenemos que enfrentarnos a una persona que quiere a toda costa que realicemos una tarea, es vital que nuestra respuesta sea firme y segura porque si nota un titubeo, continuará insistiendo y lo más probable es que terminemos cediendo.
No se trata de que te conviertas en un ogro asocial pero sería conveniente que revalorases la manera en que te relacionas con tus compañeros de trabajo. ¿Te da pena decir que “no”? ¿No eres capaz de dar una negativa directa y te vas por las ramas? Recuerda que una respuesta sincera siempre es la mejor opción.
3. Establece tus prioridades
Cuando no tenemos bien claro cuáles son nuestros objetivos y prioridades, tanto a corto como a largo plazo, somos más propensos a dejarnos llevar por la corriente. Por tanto, para enfrentar a las personas que te llenan de tareas imprevistas es fundamental que sepas exactamente en qué vas a emplear tu tiempo, por qué y, sobre todo, que seas consciente de tus limitaciones.
De hecho, a menudo asumimos algunas tareas simplemente porque pensamos que podremos hacerlas para después darnos cuenta de que sobrepasan nuestras capacidades o el tiempo real que tenemos a nuestra disposición.
Deja una respuesta