Durante nuestros primeros años de vida, nuestro comportamiento no era demasiado complicado. Cuando algo nos gustaba, queríamos repetir la experiencia y si nos resultaba desagradable, simplemente la evitábamos. Sin embargo, con el paso del tiempo nuestro comportamiento se ha ido haciendo más complejo y hemos perdido esa capacidad para disfrutar de nuestro lado obsesivo.
Si miramos atrás nos daremos cuenta de que cuando éramos pequeños disfrutábamos una y otra vez del mismo cuento pero después comenzamos a descubrir el placer de probar cosas nuevas y nuestra faceta más obsesiva fue menguando, hasta que llegó el punto en el cual le dimos una connotación negativa. Sin embargo, la obsesividad, cuando no llega a niveles patológicos, también tiene sus ventajas.
Cinco ventajas de ser obsesivos
1. Te permite terminar lo que has empezado
Muchas personas suelen dejar sus proyectos a medias porque les asalta la desmotivación en medio del camino o se descorazonan con los obstáculos que se van presentando. Sin embargo, quienes tienen un lado más obsesivo suelen ser más tenaces, emprenden los proyectos como si la vida les fuese en ellos y a menudo tienen éxito o, al menos, logran terminarlos alcanzado resultados. La obsesión es un potente motor impulsor de nuestro comportamiento. De hecho, muchos de los grandes artistas y científicos estaban obsesionados con su obra.
2. Te facilita formar un nuevo hábito
Para formar un hábito se necesita una media de 21 días, en dependencia de la persona y el tipo de hábito. Sin embargo, la mayoría abandona antes de que el hábito se consolide. No obstante, las personas obsesivas cuentan con un punto a su favor: cuando hallan que algo les reporta satisfacción, les resulta más fácil volver a repetir el comportamiento, es casi como una tendencia natural que demanda menos esfuerzo. No es casualidad que muchas de las personas que van todos los días al gimnasio o siguen una dieta férrea tengan rasgos obsesivos.
3. Terminarás las tareas con mayor calidad
En muchos casos la obsesión está ligada al perfeccionismo. De hecho, existe un perfeccionismo sano, en el cual la persona se esfuerza por realizar la tarea con la máxima calidad pero también es consciente de sus límites. Las personas con rasgos obsesivos suelen centrarse más en los detalles y cuidar el acabado final así que a menudo la calidad de sus proyectos es excelente.
4. Disfrutarás más de las actividades repetitivas
Mientras que para muchas personas las actividades repetitivas son aburridas y a menudo abandonan grandes proyectos porque no están dispuestos a dedicarles demasiado tiempo, para quienes tienen un lado obsesivo, la repetición no es un obstáculo que les detenga, al contrario, incluso pueden disfrutar realizando determinadas actividades ya que son capaces de ponerle pasión.
5. Te evitará cometer errores
Como las personas obsesivas suelen estar muy pendientes a los detalles, es menos probable que cometan descuidos o errores, no solo en los proyectos sino en su día a día. Cuando logramos explotar nuestro lado obsesivo, logramos una visión de conjunto que incluye muchísimos detalles, lo cual, a la larga, nos puede ahorrar tiempo y nos evita problemas.
¿Cuándo la obsesión se convierte en un problema?
– Cuando actúas de manera impulsiva, sin analizar las consecuencias de los actos o la relevancia de las acciones que emprendes.
– Cuando te centras tanto en los detalles que olvidas el proyecto global, gastando recursos innecesariamente.
– Cuando las obsesiones toman el mando y, en vez de tener un fin productivo y hacerte sentir bien, se convierten en un obstáculo para tu vida cotidiana y afectan tus relaciones.
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