Uno de los principales problemas con los cuáles se enfrentan las personas que necesitan ayuda especializada es cómo seleccionar el psicólogo. De hecho no es una tarea del todo sencilla si se toma en cuenta la cantidad de profesionales que existen, tanto ofreciendo sus servicios en la red como de forma presencial o si ni siquiera se conocen las diferencias entre las distintas especialidades de la Psicología.
Primeramente, debo apuntar que elegir un profesional de la salud mental no debe dejarse al azar, ya que es algo tan importante como seleccionar un cirujano. Si bien los efectos negativos de la iatrogenia en el campo de la Psicología pueden no percibirse inmediatamente (como ocurre con una cirugía mal realizada), lo cierto es que a la larga una mala práctica clínica siempre resulta dañina.
Así, algunos consejos para seleccionar un psicólogo son:
– El momento de la búsqueda. Muchas personas acuden al psicólogo cuando están en una situación desesperada. Entonces, como normalmente nuestra capacidad para razonar se encuentra disminuida, podemos elegir un profesional que no cumpla con todas las expectativas. En fin, nos decantamos por una solución de emergencia que puede funcionar a la perfección pero sería ideal si podemos permitirnos cierto tiempo para hallar el profesional más adecuado que pueda satisfacer una buena parte de nuestras exigencias.
Además, debemos tener en cuenta que, aunque existen situaciones de emergencia que el psicólogo puede enfrentar, normalmente este profesional está preparado para conducir un proceso de cambio que transcurre a lo largo del tiempo. De esta forma, lo ideal sería comenzar a buscar la ayuda psicológica cuando iniciamos a notar los primeros síntomas de malestar y estamos convencidos de que no podemos manejar estas situaciones con nuestros propios recursos psicológicos.
– Buscar ayuda según la problemática. Aunque una buena parte de los psicólogos que ejercen en España se han graduado como psicólogos generales, lo cual les permite abarcar todas las psicopatologías y grupos de edades; lo cierto es que con el tiempo cada psicólogo se va especializando. Esta especialización le permite al psicólogo estar al tanto de los nuevos tratamientos y descubrimientos científicos en relación con algunas patologías, algo que es bastante difícil de lograr si somos psicólogos clínicos generales.
Por ejemplo, lo idóneo sería que si tiene algún problema con la alimentación (como la bulimia o la anorexia) se dirija a profesionales de la Psicología especializados en trastornos del comportamiento alimentario. Lo mismo ocurriría con las edades ya que existen psicólogos que se dedican exclusivamente a atender niños y adolescentes mientras que otros se especializan en la tercera edad o en la adultez. Evidentemente, las técnicas diagnósticas y terapéuticas varían según la edad; razón por la cual este es un factor a tener en cuenta en el momento de seleccionar un psicólogo.
Pero… ¿qué puedes hacer si no conoces un psicólogo especializado?
En este caso lo idóneo sería acudir a un centro que congregue varios profesionales, tanto de la Psicología como de la Psiquiatría ya que allí nos pueden orientar y nos brindan una mayor cantidad de profesionales a nuestra disposición. Uno de los centros que ofrece tratamientos para los problemas psicológicos, abarcando prácticamente cada problemática de la salud mental, es el Centro Manuel Escudero, enclavado en Madrid pero que también ofrece sus servicios online o vía telefónica.
En este centro se aborda la Psicología Infantil; tratándose problemáticas como los trastornos de conducta, el fracaso escolar, los trastornos de la psicomotricidad y los relacionados con el lenguaje. A la misma vez se aborda la Psicoterapia Individual para adultos, tratándose las problemáticas más sencillas como la timidez, la inseguridad o las inhibiciones pero también se especializan en problemas más complejos como las fobias, los trastornos obsesivo-compulsivos, los trastornos de personalidad, las enfermedades psicosomáticas y las crisis de angustia.
También existen profesionales especializados en la terapia en pareja, abordando las problemáticas sexuales y las dificultades en las relaciones interpersonales y en la comunicación.
Un centro que además es autorizado por la Dirección General de Ordenación e Inspección de la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Y refiriéndonos a los aspectos legales, otro punto a tener en cuenta en el momento de seleccionar a un psicólogo es:
– Elegir un profesional que pueda mostrar las debidas credenciales. La Psicología es una ciencia que se presta con mucha facilidad a la charlatanería, por ello, no es la primera vez que personas sin ningún aval o cualificación profesional hacen las veces de psicólogo. Así, en el momento de seleccionar un psicólogo debemos estar particularmente atentos a sus credenciales y a la validez legal de las mismas ya que es una forma de asegurarnos no sólo que posee los conocimientos y las habilidades terapéuticas sino que también respeta el código deontológico.
– Las preguntas imprescindibles en el primer encuentro. Si bien es cierto que en una primera consulta de aproximación es muy difícil clarificar con exactitud la dimensión del problema que puede presentar cada persona y poder determinar la cantidad de consultas que se requieren; lo cierto es que la persona que acude buscando ayuda tiene derecho a saber aproximadamente cuál será el plazo de recuperación.
Así, los pacientes pueden preguntarle al profesional qué tiempo aproximado demandará la terapia o consejería, si existen otros tratamientos más rápidos para su condición y si existen terapias alternativas naturales que pueden facilitar y agilizar el proceso. Es bien conocido que la Psicología Conductual normalmente brinda resultados muy rápidos mientras que las sesiones de psicoanálisis se prolongan mucho más en el tiempo y la eficacia tanto de un tratamiento como del otro han sido demostradas en la práctica.
– Sentirse a gusto con el profesional. Por último, pero no menos importante, quien desea seleccionar un psicólogo debe saber que una consulta de Psicología es un proceso de responsabilidad compartida, donde se avanza muy poco si la persona no se siente a gusto con el terapeuta. Así, sentirnos cómodos para contar nuestros problemas, dudas o sentimientos, puede agilizar el proceso terapéutico.
Para concluir, debemos recordar que el psicólogo no es un mago, es simplemente una persona que puede guiarnos en el camino del cambio, ayudándonos a crear recursos psicológicos que antes no teníamos y que nos permitirán superar numerosos problemas; pero sin el compromiso personal para con la terapia, muchas de estas técnicas psicológicas son perfectamente ineficaces.
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