Cuando nos sentimos bien psicológicamente, es como si las estrellas se alinearan en el universo. Nos embarga una agradable sensación de empoderamiento y somos felices. Por desgracia, para la mayoría de las personas esos momentos son escasos, o al menos no tan habituales como desearían.
El problema es que no nos preocupamos lo suficiente por nuestro bienestar emocional, solemos dejarlo en manos del azar. Nos preocupamos y ocupamos de nuestra salud física, pero solemos pensar en nuestra salud mental como en un actor secundario. Sin embargo, para sentirse bien psicológicamente a veces basta con aplicar pequeños cambios en nuestra rutina cotidiana.
Cómo sentirse bien psicológicamente cambiando pequeños hábitos
1. Lleva un diario de la gratitud. No te tomará más de 10 minutos cada día y te permitirá ir a la cama con un buen sabor de boca. Se trata simplemente de anotar cada noche tres o cinco cosas que te hayan sucedido a lo largo del día por las que puedas sentirte agradecido. Al inicio te costará un poco pues estamos más acostumbrados a fijarnos en los problemas y las cosas negativas, pero con un poco de práctica, descubrirás que tienes muchas razones para sentirte agradecido. Y la gratitud es precisamente una de las emociones que más felicidad y bienestar nos reporta.
2. Entabla una conversación con un desconocido. En la era tecnológica, donde todos pegan sus narices al móvil, esta misión puede ser complicada pero vale la pena intentarlo ya que un experimento realizado en la Universidad de Chicago reveló que las personas que entablan una conversación con alguien mientras van en el transporte público hacia el trabajo o de regreso a casa, se sienten mucho más felices que quienes se mantienen apartados en soledad. Después de todo, necesitamos el contacto humano y la conexión, por lo que estos resultados no deberían asombrarnos. Es curioso que en ese mismo estudio se apreció que sobreestimamos el deseo de los demás de estar solos.
3. Planifica algo divertido para mañana. La felicidad y la alegría no caen del cielo, también podemos salir a su encuentro. Las investigaciones han demostrado que obsesionarse con la felicidad es contraproducente y nos hace infelices, pero psicólogos de la Universidad de California descubrieron que la clave radica en organizar la jornada de manera que podamos encontrar pequeños espacios de alegría y satisfacción. Por tanto, asegúrate de dedicar al menos una hora al día a hacer algo que realmente te guste.
4. Toma una foto al día. Puede parecer una tontería, pero tomar una foto al día es una excelente estrategia para mantenerte relajado y atento a todas las maravillas que suceden a tu alrededor. Cuando te planteas esta meta, saldrás un poco de tus pensamientos negativos y preocupaciones para mirar un poco más el mundo. Poco a poco irás redescubriendo esas zonas que aparentemente conocías muy bien y recuperarás la capacidad de maravillarte, como cuando eras niño. Es un pequeño hábito que marca una gran diferencia.
5. Rompe tu rutina nocturna. La monotonía no solo nos aburre sino que también nos entristece. Por eso, una de las claves para sentirse bien psicológicamente consiste en atreverse a cambiar, aunque se trate de pequeños hábitos. Una excelente estrategia consiste en cambiar tu plan nocturno. En vez de malgastar estas horas delante de la televisión, planifica algo diferente, cualquier cosa que te agrade: desde quedar con tus amigos hasta dar un paseo nocturno o leer un buen libro. La simple sensación de estar haciendo algo diferente basta para llenarte de una energía positiva.
6. Haz algo cada día con una actitud mindful. Diferentes estudios han comprobado que el mindfulness genera emociones positivas, reduce los pensamientos recurrentes negativos y disminuye la tensión. La buena noticia es que ni siquiera tienes que sentarte a meditar, basta con desarrollar cualquier actividad cotidiana con una actitud mindfulness, puede ser desde un pequeño paseo por el parque hasta una cena, solo necesitas estar con todos los sentidos alertas, en el aquí y ahora, vaciando la mente de las preocupaciones, pensamientos y juicios de valor. Cuando regreses de ese estado, notarás que estás mucho más relajado y equilibrado.
7. Sumérgete en una actividad artística. Para aprovechar los beneficios del arte no tienes que tener grandes dotes. El simple hecho de imbuirse en una actividad creativa suele ser suficiente para sentirnos más felices. Un estudio realizado en la Universidad de Londres reveló que el simple hecho de ver arte aumenta nuestro nivel de dopamina y activa las regiones de la corteza frontal, lo cual genera tanto placer y sensaciones tan positivas como el amor.
Fuentes:
Epley, N., & Schroeder, J. (2014) Mistakenly Seeking Solitude. Journal of Experimental Psychology; 43(5):1980-1999.
Catalino, L. I. et. Al. (2014) Prioritizing Positivity: An Effective Approach to Pursuing Happiness? Emotion; 14(6): 1155–1161.
Fredrickson, B. L. et. Al. (2008) Open Hearts Build Lives: Positive Emotions, Induced Through Loving-Kindness Meditation, Build Consequential Personal Resources. J Pers Soc Psychol; 95(5): 1045–1062.
Kawabata H. & Zeki S. (2004) Neural correlates of beauty. J. Neurophysiol; 91: 1699–1705.
Deja una respuesta