La mayoría de nosotros vivimos en un estado de dependencia emocional, ya sea respecto a nuestros amigos, grupo social o nuestra pareja. Así, dejamos que otras personas den forma a nuestras creencias y determinen nuestras decisiones, hasta que llega el momento en que perdemos de vista quiénes somos.
De hecho, muchas personas no logran ser totalmente autónomas porque sus sentimientos, decisiones y comportamientos siempre giran alrededor de algo externo. Por este camino, jamás llegarás a ser una persona independiente, alguien que toma las riendas de su vida y que toma sus propias decisiones. Ser independientes no significa no contar con la ayuda de los demás sino confiar en nuestras capacidades, ser conscientes de lo que somos y, sobre todo, de lo que queremos.
5 pasos para ser independiente
1. Conócete a ti mismo. No puedes ser independiente si no sabes quién eres. Puede parecer una verdad de Perogrullo pero lo cierto es que muchas personas no se conocen a sí mismas porque se esconden detrás de máscaras que le impiden ver dentro de sí. Sin embargo, basta con que seas sincero contigo mismo y, cada vez que digas o hagas algo, te preguntes si se corresponde con lo que sientes y quieres en realidad. Recuerda que no hay mejor estrategia para conocerte a ti mismo que definir cuáles son tus sentimientos y tus modos de pensar.
2. Desafía tus creencias y estereotipos. Para ser una persona independiente deberás analizar tus creencias y estereotipos, pregúntate si tienen un fundamento lo suficientemente fuerte como para que continúes creyendo en ellos. Considera que a menudo actuamos de manera casi automática, dejándonos llevar por creencias que pueden ser erróneas o que no nos pertenecen sino que las hemos asimilado de las personas que están a nuestro alrededor pero en realidad no reflejan quiénes somos o la manera en que comprendemos el mundo.
3. Sé asertivo. La asertividad significa establecer límites saludables, aprender a decir no y ser claros acerca de lo que necesitamos y sentimos, significa también respetarnos a nosotros mismos. Una persona asertiva intenta ayudar a los demás y ponerse en su lugar pero también tiene en cuenta sus necesidades y deseos. La asertividad es un paso clave para desarrollar una autoestima sana y convertirnos en personas independientes.
4. Identifica tus necesidades. Por lo general, las personas codependientes son expertas en satisfacer las necesidades de los demás ignorando las suyas. Sin embargo, todos tenemos necesidades, ya sean emocionales, sociales, físicas y/o espirituales. Por tanto, si quieres ser independiente, identifica tus necesidades y descubre cuál es el mejor camino para satisfacerlas. Si es necesario, establece una jerarquía en la que determines cuáles son las necesidades y deseos a los que no estás dispuesto a renunciar.
5. Comienza a tomar tus decisiones. Tomar nuestras propias decisiones es difícil, sobre todo para una persona que no está acostumbrado a hacerlo. Sin embargo, es la única manera para ser independiente. No tienes que empezar cambiando vida por completo, comienza por cosas sencillas, de tu cotidianidad, así irás ganando confianza en tus capacidades y, poco a poco, irás tomando decisiones cada vez más importantes hasta que llegues a tomar las riendas de tu vida.
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