• Saltar al contenido principal
  • Saltar al pie de página

Rincón de la Psicología

Blog de Psicología

  • Quién Escribe
  • Mis Libros
  • Temas de Psicología
  • Publicidad
Inicio » Crecimiento Personal » Con el tiempo queremos más, pero a menos gente

Con el tiempo queremos más, pero a menos gente

Compartir en Facebook Compartir en X (Twitter) Compartir en LinkedIn Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Email

“Deben buscarse los amigos como los buenos libros. No está la felicidad en que sean muchos ni muy curiosos; sino pocos, buenos y bien conocidos”, dijo Mateo Alemán, un novelista español. Y lo cierto es que no andaba desacertado ya que con el tiempo vamos aprendiendo a querer más, pero a menos personas.

Lo cierto es que las experiencias vitales que vamos viviendo hacen que nuestro círculo de amigos sea más selecto. No se trata de que nos desencantemos o de que nos convirtamos en antisociales sino de que vamos separando la paja del grano y finalmente comprendemos que no importa la cantidad sino la calidad de las relaciones que establecemos.

Los años nos ayudan a elegir mejor

A medida que maduramos también ocurre otro fenómeno: nuestras prioridades cambian y nos interesa más rodearnos de las personas que realmente cuentan, de gente que nos aporte y que mire en nuestra misma dirección. A medida que nos queda menos por vivir, comprendemos que nuestro tiempo es una posesión valiosa y es comprensible que solo queramos compartirlo con ciertas personas. Por eso, poco a poco, vamos decantando nuestro círculo de amistades.

De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Rochester desveló que a los 20 años priorizamos la cantidad de amigos sobre la calidad de estos, y así nos sentimos a gusto. Sin embargo, a medida que pasan los años comenzamos a priorizar la calidad sobre la cantidad. A partir de los 30 años, tener amigos verdaderos es lo que nos ayuda a mantenernos alejados de la depresión y la soledad, mejorando nuestro equilibrio emocional. 

La amistad duplica las alegrías y divide a la mitad las tristezas

A lo largo de la vida también va cambiando nuestro concepto de amistad. Durante la infancia prácticamente todos los compañeros de clase son nuestros amigos, pero al llegar a la adolescencia y la juventud vamos perfilando ese grupo de amigos, que es más cerrado pero sentimos una mayor pertenencia ya que compartimos los mismos intereses y valores. En ese momento de la vida estamos buscando nuestra identidad. 

Sin embargo, más tarde, alrededor de los 30 años, cuando ya hemos encontrado nuestro lugar en el mundo y sabemos lo que queremos, seleccionamos mejor a las personas que nos rodean, las elegimos en base a lo que nos aportan y cómo nos hacen sentir. En ese momento queremos a nuestro lado a personas que no solo dupliquen la alegría sino que también nos ayuden a aliviar las penas. Queremos a amigos que nos comprendan y nos hagan sentir que somos importantes para ellos. 

Con el tiempo aprendemos a valorar la amistad y nos convertimos en mejores amigos

Con el tiempo no solo elegimos mejor a nuestros amigos sino que también nos damos cuenta de su importancia. Las experiencias que hemos vivido nos han demostrado la importancia de tener un hombro sobre el cual llorar, a una persona que nos motive cuando nadie más lo hace o simplemente a alguien que esté a nuestro lado.

Por eso, compensamos los “amigos” que vamos perdiendo con la madurez con relaciones mas profundas y comprometidas. Queremos a menos personas, pero queremos más, nos comprometemos más. Con esos amigos del alma creamos un vínculo más profundo que no solo resiste el paso del tiempo sino también los desencuentros y las diferencias de opinión. Podemos enfadarnos, pero sabemos que estará a nuestro lado si le necesitamos. 

Sin duda, en el mundo de las redes sociales, donde muchos están obsesionados con el número de amigos e incluso presume de ello, este es un mensaje sobre el que debemos reflexionar.

Fuente:

Carmichael, Cheryl L.; Reis, Harry T. & Duberstein, Paul R. (2015) In your 20s it’s quantity, in your 30s it’s quality: The prognostic value of social activity across 30 years of adulthood. Psychology and Aging; 30(1): 95-105.

Compartir en Facebook Compartir en X (Twitter) Compartir en LinkedIn Compartir en WhatsApp Compartir en Telegram Compartir en Email

Jennifer Delgado Suárez

Psicóloga Jennifer Delgado Suárez

Soy psicóloga. Por profesión y vocación. Divulgadora científica a tiempo completo. Agitadora de neuronas y generadora de cambios en mis ratos libres. ¿Quieres saber más sobre mí?

No te pierdas ni un artículo

Al inscribirte a Rincón de la Psicología aceptas nuestra Política de Privacidad. Pero no te preocupes, ¡odio el spam tanto como tú!

Sigue alimentando tus neuronas

El momento idóneo para hacer una crítica negativa y que sea aceptada

Mundo Consciente, un retiro espiritual para reencontrar tu equilibrio

Efecto Akrasia: ¿por qué no hacemos lo que nos proponemos?

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Footer

Profundiza

Empatía · Zona de Confort · Expectativas · Wu Wei · Resiliencia · Resistencia al cambio · Películas Psicológicas · Emociones y Sentimientos · Curar la Ansiedad · Libros de Psicología · Combatir la depresión · Frases Psicológicas · Paz interior

Blog de Psicología

Artículos sobre la salud mental y el crecimiento personal, técnicas psicológicas, estudios sobre el cerebro, trastornos mentales y libros de Psicología para comprender cómo funciona la mente. También en Italiano e Inglés.

Sígueme la pista

  • Facebook
  • Instagram
  • LinkedIn
  • Twitter

Política de Cookies · Política de Privacidad · Publicidad