¿En cuántas ocasiones te has leído un libro de autoayuda o de Productividad Personal y has pensando que tu vida iba a cambiar por completo pero después no sucedió nada? ¿Por qué tienes las mejores intenciones de ser más productivo, competente, mejor persona… pero no lo logras? Probablemente porque se te ha escapado un aspecto fundamental: concretar.
Sí, somos muy buenos asumiendo la teoría pero somos “menos buenos” poniendo en práctica los cambios. Nos quedamos en la fase del deseo y la intención pero no somos capaces de concretar el cómo. En fin, nuestra motivaciones se quedan rondando en la estratósfera sin concretarse en hechos que realmente nos ayuden a cambiar.
Afortunadamente, el primer paso para solucionar este problema es darse cuenta de que estamos atascados a medio camino entre nuestras intenciones y las posibilidades reales de llevarlas a la práctica.
Una vez que concientices que toda la información que has leído resulta muy interesante pero que no te ha llevado a ningún sitio, sería el momento de pensar cómo esa teoría se puede aplicar a tu caso. Ha llegado el momento de concretar.
En este sentido, el aspecto más importante es que cambies tu forma de enfrentar las tareas. Es muy diferente decir: “Yo quiero ser productivo” que afirmar: “Terminaré ahora mismo el proyecto que tengo desde hace semanas olvidado en el cajón”.
De la misma forma, no vale de nada que reconozcas que algunos hábitos te hacen mal si no tomas medidas para cambiarlos. Por ejemplo, es muy diferente decir: “Cuando navego por Internet se me escapa el tiempo” a afirmar: “En esta ocasión utilizaré una alarma que me permitirá regular el tiempo que paso navegando”.
Son ejemplos muy sencillos pero que hacen llegar el mensaje de una manera muy clara: detrás de una transformación no solo debe existir el deseo sino también la voluntad de cambiar y buscar las estrategias para lograrlo.
Recuerda que no existen varitas mágicas ni recetas milagrosas que se apliquen a todos. Cada consejo que leas es tan solo un lineamiento del cual deberás extraer tu propia enseñanza y buscar la mejor manera para aplicarlo.
Me gusta pensar en cada persona como si fuese un gran árbol. De seguro no le pedirías peras al olmo pero si realizas un injerto podrías obtener manzanas con sabor a pera o quizás limones dulces. Esto significa que debemos asumir aquellos consejos que realmente se pueden aplicar a nuestro caso, aplicar todas las técnicas que tengamos a mano y, por último, tener paciencia para ver el cambio.
Rubén dice
Interesante artículo sobre el cambio. También puede resultar de interés el libro "el cambio" de Paul Watzlawick.
Jennifer Delgado Suarez dice
Gracias por la recomendación.
Sin lugar a dudas el libro que mencionas es una excelente obra y, desde mi perspectiva, es muy fácil de entender, incluso para quienes no son especialistas en la materia.
Ismael Nogales dice
Totalmente de acuerdo en que lo más importante, si se desea cambiar, es concretar para pasar a la acción. Por eso fracasamos con tantos y tantos libros de autoayuda que nos regalan palabras maravillosas y bien adornadas aunque abstractas. Nos perdemos sin una guía de cómo convertir el sentimiento o la idea motivadora en acción. Muy buen artículo, algo muy parecido acostumbro a explicar a mis clientes en la primera sesión para enmarcar la intervención. Saludos
Jennifer Delgado Suarez dice
Ismael,
Creo que la necesidad de que las personas se comprometan realmente con la terapia y tomen por las riendas al cambio es el caballo de batalla de cualquier psicólogo.
Muchas personas acuden a la consulta buscando una solución pero nosotros solo podemos ayudarle a vislumbrar el camino y darles las herramientas para cambiar, el resto lo deben hacer ellos.
Ismael Nogales dice
Hola de nuevo Jennifer,
Añadiría que mediante la técnica de reencuadre (nombre que recibe en terapia breve, en otras terapias se la llama de forma diferente), podemos hacer que cambie el significado que hasta ahora tenía el problema para la persona aumentando así su motivación para el cambio. Por ejemplo, puede hacerse más evidente el hecho de que el problema además de estar afectando a la propia persona, también afecta de forma negativa a sus seres queridos. Evidentemente, esto por si solo puede no ser suficiente para motivar al cambio, aunque es interesante en cuanto añade un elemento posiblemente hasta ahora desconocido en cuanto a la percepción del problema.
Anónimo dice
Me acuerdo cuando leí el secreto decía que nada cumplía hasta que me di cuenta que no había aprovechado las oportunidades que se ma habían presentado, no terminaba mis proyectos cuando me di cuenta me empezó a ir mejor
Jennifer Delgado Suarez dice
No soy una admiradora de "El Secreto" pero supongo que depende mucho de cómo las personas aplican las enseñanzas.
Por eso, siempre que un libro ayude a otros a conseguir sus objetivos, bienvenido sea.
dermi dice
muchas gracias blog como este me encanta ya que nos ayudan a comprender diversos aspectos de la psicologia en mi caso como
psiquiatras en curico me gusta bastante su website.. un gran saludo gracias por exponer tematicas.