Cuidarse a uno mismo se ha convertido en una especie de mandamiento social o mantra personal. Sin embargo, el cuidado de sí mismo no es beber batidos détox y comer a la plancha o al vapor. Tampoco es machacar el cuerpo en el gimnasio o correr hasta la extenuación para mantenerse en forma. Ni practicar yoga para relajarse y luego volver a la vida caótica de siempre. O darse un masaje para liberar las tensiones que volverán a acumularse la próxima semana. Cuidarse a sí mismo va mucho más allá de esas acciones.
¿Qué significa cuidarse?
Cuidarse a uno mismo no es dedicarnos el tiempo que nos sobra, esos minutos que arrancamos a duras penas a una jornada atiborrada de tareas, sino convertirnos en nuestra prioridad. No es hacer algo saludable y relajante cuando nos sentimos mal o estamos agotados, sino evitar que las presiones internas y externas nos lleven a tocar fondo emocionalmente.
El cuidado de sí mismo comienza, por ende, con un compromiso personal para toda la vida. Ese compromiso no implica obligarnos a hacer actividad física determinadas horas a la semana, seguir una dieta saludable en la que cada caloría está contada o relajarnos el fin de semana para reponer parte de la energía que hemos dilapidado durante la semana.
Implica respetarnos. Respetar nuestros ritmos. El de nuestro cuerpo y el de nuestra mente. Ser conscientes de que a veces no podemos con todo. Y no pasa nada. Es comprometernos con el cuidado personal y con nuestro equilibrio mental, pero no como una obligación impuesta sino como una auténtica muestra de amor propio.
Cuidarse a sí mismo implica estructurar nuestra vida de manera que no nos provoque esa necesidad imperiosa de tomar un descanso porque estamos al borde del colapso o de desconectarnos del mundo porque ya no podemos más. Así podremos darnos un baño, tomar un té o practicar meditación como actividades preventivas, no curativas.
Cuidarse a uno mismo significa afrontar los problemas en vez de dejar que se acumulen hasta que su peso termine aplastándonos. Significa lidiar con lo que nos genera ansiedad y lo que nos preocupa, afrontar nuestros miedos y dejar ir lo que nos daña antes de que esas presiones nos desequilibren.
Cuidarse a uno mismo significa poner límites a las personas tóxicas. Estar dispuestos a decepcionar a algunas personas y despedirnos de otras. Decir “no” cuando no podemos o simplemente no queremos. Permitirnos ser como somos, en vez de agotarnos intentando complacer a todo el mundo todo el tiempo.
Cuidarse a uno mismo significa aceptarse desde el prisma de la compasión. Estar orgullosos de nuestras luces, pero también abrazar nuestras sombras. Aceptar nuestros fracasos y limitaciones sin sentir que somos menos por ello. Es perdonarnos nuestros errores. Pero también comprometernos con alcanzar nuestra mejor versión.
Cuidarse a uno mismo es dejar ir todo aquello que no podemos cambiar. Es no vivir aferrados al pasado y liberarnos de las culpas que solo añaden un peso inútil a nuestra existencia. Es decir adiós a los remordimientos y dar la bienvenida a todo lo que está por suceder.
Cuidarse a uno mismo también implica olvidarnos de algunas de nuestras metas para poder vivir de manera más serena. Es darnos cuenta de que no podremos alcanzar ciertas cosas, y aprender a vivir con ello sin que nos moleste. Es aceptar que cambiamos y que las cosas cambian – para bien o para mal.
Las 3 señales de alarma que indican que no nos estamos cuidando lo suficiente
- Necesitamos descansar de nuestra vida. Si a menudo sentimos que necesitamos un descanso de nuestra propia vida, es probable que no nos estemos cuidando lo suficiente. Si nuestro estilo de vida nos agota y lleva continuamente al límite, necesitamos cambiar algo antes de que sea demasiado tarde.
- Sentimos que la vida pasa demasiado rápido. Cuando empezamos a tener la sensación de que la vida está pasando demasiado deprisa, necesitamos hacer un alto para reflexionar. Si cada jornada se convierte en un día de la marmota y hemos perdido la capacidad para disfrutar los pequeños placeres de la vida, es una señal de que estamos demasiado volcados en nuestros deberes y nos estamos descuidando.
- Hemos perdido el sentido de la vida. Cuidarse a sí mismo, en el fonco, consiste en elegir una vida que nos llene. En cambio, si empezamos a mirar el futuro sin ilusión y sentimos que nada de lo que hacemos tiene sentido, es probable que nos hayamos alejado demasiado de nuestras pasiones y hayamos perdido el contacto con nosotros mismos.
Debemos tener presente que el cuidado de uno mismo no pasa por seguir las tendencias en materia de salud o escuchar los consejos de un gurú para solucionar nuestro caos psicológico, sino por escucharnos. Necesitamos reconectar con nosotros mismos para saber lo que necesita nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Solo así podremos vivir la vida que queremos, una vida que realmente disfrutemos, que sea significativa y sea un fiel reflejo de nosotros mismos.
Fuente:
Strauss, I. (2021) What It Really Means to Take Care of Yourself. En: Psychology Today.
Montsedv dice
me parece muy bien lo que habeis publicado.
voy a cuidarme y conocerme más.
tengo 64 años, i todo mi cuerpo esta cambiando, me cuesta aceptarme,
des de que me case no he parado sin tener tiempo para mi, mi marido, mis hijas, mi madre, el trabajo, …
Ahora la primera parada con el Covid y ahora que estoy de baja el paron todavia ha sido mayor y no me reconozco, o peor no se quien soy, me perdi por el camino y ahora tengo que encontrarme porque la que veo no la reconozco.
Es complicado para mi y vuestro comentario sobre que hay que cuidarse, me ha hecho dar cuenta de que hace mucho que no me cuido.
Gracias.