Todos hemos experimentado en algún momento esa sensación de que ya hemos vivido ciertas situaciones o hemos visitado con anterioridad lugares totalmente nuevos. Este misterioso fenómeno es conocido como déjà vu: sentimos que una situación nueva es familiar, incluso si por las peculiaridades de los hechos sabemos con certeza que no ha ocurrido.
Por mucho tiempo este fenómeno se había atribuido a causas paranormales o a trastornos neurológicos pero existe una realidad psicológica bien diversa.
Investigadores de la Universidad de Colorado aseveran que existe una relación entre los fenómenos de déjà vu y la memoria de reconocimiento. La memoria de reconocimiento es aquella que nos permite percatarnos e interconectar las experiencias que vivimos. Gracias a ella somos capaces de catalogar las experiencias como nuevas o experimentadas con antelación, nos es posible reconocer a un amigo o recordar una canción. Durante una experiencia de déjà vu estamos convencidos de que vivimos la situación pero no recordamos cuando o por qué.
Un experimento fue llevado a cabo para dilucidar este mecanismo: a los participantes se les brindó una lista de nombres de personas famosas y luego les mostraron fotografías, algunas correspondían con los nombres de la lista, otras no. Los resultados fueron sorprendentes: aún cuando los voluntarios no eran capaces de identificar algunas celebridades por sus fotos, tenían el sentimiento de familiaridad aunque no pudieron identificar de dónde provenía esta sensación. El mismo fenómeno ocurría con fotos correspondientes a sitios y con listas de palabras, aunque las personas no podían identificar los lugares o las palabras tenían la sensación de familiaridad.
¿Qué nos indica este sencillo experimento? Que en algunas ocasiones almacenamos los nombres, lugares, hechos o palabras en nuestra memoria pero de una forma tan difusa que no somos capaces de conectarlos con las experiencias nuevas.
Así, la teoría explicativa del Déjà Vu se basa en la idea de que cada situación se graba en nuestra memoria pero en muchas ocasiones los recuerdos se quedan en nuestra mente como elementos o fragmentos; así, el fenómeno de lo “ya vivido” ocurre cuando fragmentos de situaciones actuales se conectan con fragmentos de situaciones anteriores almacenados. De esta forma ocurre el equívoco y aparece la sensación de familiaridad con la situación cuando verdaderamente lo que ocurre es una conexión con un hecho aislado y desconectado de nuestros recuerdos de vida, por lo cual, tampoco podemos explicar exactamente cuando sucedió.
Cualquier cosa puede actuar como disparador del recuerdo, incluso una simple forma geométrica en el caso de los lugares o una palabra en el caso de las situaciones.
No obstante, esta es solo una de las múltiples teorías existentes, en próximos artículos se presentarán diferentes opiniones sobre el tema.
Fuente:
Cleary, A. M. (2008) Recognition Memory, Familiarity, and Déjà vu Experiences. Current Directions in Psychological Science, 17(5): 353-357.
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