Probablemente una de las formas más universales para detectar una mentira se centra en evaluar el nivel de nerviosismo y tensión que expresa la persona. Sin embargo, en muchas ocasiones las personas que saben cómo mentir no muestran el menor signo de nerviosismo mientras que otras personas que dicen la verdad se muestran tensas por cualquier otra razón.
Entonces se hace necesario acudir al análisis de la mímica para detectar las mentiras o quizás aplicar la técnica del orden cronológico inverso para desenmascar una mentira.
No obstante, una reciente investigación nos trae a colación una técnica para descubrir las mentiras muy curiosa. Aldert Vrij, professor de la Universidad de Portsmouth, apuesta por explotar la carga cognitiva que supone mentir. Según Vrij, cuando una persona miente está sometiendo a su cerebro a un esfuerzo considerable en aras de poder construir una historia coherente y ser capaz de dominar los pequeños signos extraverbales que pueden delatarle. De esta forma, el truco para descubrir una mentira sería muy sencillo: si le pedimos a alguien que realice una tarea «extra» pondremos a prueba la veracidad de la información que nos está dando.
Para comprobar esta idea los investigadores le pidieron a 16 personas que intentaran mentir de manera convincente mientras que otro grupo debía decir la verdad. Un tercer y cuarto grupo de personas debían mentir o decir la verdad pero manteniendo el contacto visual todo el tiempo con su interlocutor (esta fue la tarea extra que se le suministró).
Posteriormente los investigadores analizaron los videos tomando en cuenta algunos signos de carga cognitiva como la escasez de detalles espaciales en las historias, la ausencia del parpadeo y pausas más largas. Vale puntualizar que el parpadeo es particularmente interesante ya que mientras que abrir y cerrar los ojos repetidamente indica nerviosismo, mantener los ojos abiertos durante un largo periodo de tiempo es señal de carga cognitiva. Y, contrariamente a lo que muchos puedan presuponer, cuando mentimos tenemos la tendencia a parpadear menos.
De la misma forma, demorarse más en la historia es un signo que puede indicar una mentira, ya que la persona demanda de algún tiempo para inventar los datos y hacer que los mismos sean coherentes.
Así, aunque la tarea de mantener el contacto visual era aparentemente muy superflua, fue suficiente para marcar la diferencia entre los mentirosos; facilitándole a las personas que veían los videos descubrir los engaños.
El proceso de base es muy sencillo: cuando mentimos debemos dedicar una gran parte de nuestros recursos psicológicos a hacer creíble la historia. Pero si a este esfuerzo le sumamos el hecho de tener en mente una orden, entonces la atención se divide y la historia no tendrá la misma coherencia o nuestro cuerpo comenzará a enviar señales de sobrecarga cognitiva. Quizás esta sea la explicación psicológica que se esconde detrás de la archiconocida frase “mírame a los ojos para saber que dices la verdad”.
En fin, que los viejos trucos continúan presentándose útiles, ahora también bajo la mirada de la ciencia. Y para concluir les dejo otros cinco tips para detectar las mentiras.
Fuentes:
Luna, K., y Martín-Luengo, B. (2010) Mírame a los ojos y dime la verdad: La carga cognitiva asociada a una mentira puede ayudar a desenmascararla. Ciencia Cognitiva, 4:3, 61-63.
Mann, S.; Vrij, A. & Bull, R. (2002) Suspects, Lies, and Videotape: An Analysis of Authentic High-Stake Liars. Law and Human Behavior; 26(3): 365-376.
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