Se afirma que no hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. Y lo cierto es que somos especialistas en determinar si una persona nos agrada o no en cuestión de segundos. En realidad, nos basta poquísimo tiempo para formarnos una impresión de la persona que tenemos delante y a partir de esa imagen, que puede ser más o menos acertada, nos relacionaremos con ella. En esos breves instantes analizamos desde la ropa que lleva puesta hasta la manera de hablar y moverse. Así le atribuimos determinados rasgos de personalidad y determinamos hasta qué punto tenemos cosas en común o no.
Por eso, las primeras sílabas de una conversación son decisivas para causar una buena impresión. A partir de un simple “hola” la otra persona es capaz de determinar si somos dominantes o si pueden confiar en nosotros. O al menos eso afirma una investigación desarrollada en la Universidad de Lethbridge, en Canadá.
¿Cuánto dice de ti un simple saludo?
Según estos psicólogos, la entonación que le demos al saludo arroja muchísima información sobre nuestra personalidad y determina la opinión que otra persona se formará de nosotros. En realidad, no se trata de una idea completamente descabellada puesto que en el pasado otros estudios habían demostrado que algunos aspectos aparentemente intrascendentes, tales como el color de los ojos, la forma del rostro o el rubor facial, inciden en la imagen que nos formamos de la otra persona.
No obstante, regresando al estudio en cuestión, los investigadores registraron el tono de voz de 64 estudiantes mientras leían de forma neutral un pasaje que incluía una conversación telefónica. De esta grabación se extrajo simplemente la primera frase: “hola”, la cual se reprodujo ante 320 participantes. Estos tenían la misión de clasificar esas voces según diez rasgos de personalidad, incluyendo el nivel de confianza, la dominación, el nivel de atractivo y la amabilidad.
Lo interesante fue que aunque las voces solo se escuchaban durante una media de 300-500 milisegundos, la mayoría de las personas coincidían en sus análisis y eran capaces de formarse una opinión. Por ejemplo, los hombres que alzaron un poco el tono de voz al saludar y las mujeres que lo alternaron eran percibidos como personas dignas de confianza.
Al contrario, los hombres que emplearon un tono más bajo fueron catalogados como personas más dominantes, al igual que las mujeres que utilizaban un tono de voz que podría clasificarse como promedio. El estudio desveló además que la sensación de confianza emana del tono de voz y la fluidez de la misma, elementos que podemos ajustar a nuestro antojo. No obstante, la sensación de autoridad está más relacionada con características morfológicas, como la longitud del tracto vocal, algo que es más difícil de cambiar.
En resumen, según este estudio, todos estaríamos más o menos capacitados para detectar determinadas características de una persona a través de su voz y lo haríamos en cuestión de poquísimos segundos, lo cual sería un mecanismo adaptativo que en el pasado nos podía servir para salvar la vida y ahora nos resulta muy útil para movernos con cuidado dentro de un complejo entramado social. Por tanto, la próxima vez que saludes a un desconocido, recuerda que ese «Hola» está siendo evaluado a nivel inconsciente y podría llegar a ser decisivo en vuestra relación.
Fuente:
McAleer P, et. Al. (2014) How Do You Say ‘Hello’? Personality Impressions from Brief Novel Voices. PLoS ONE; 9(3): e90779.
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