Que un smartphone puede convertirse en una bomba de tiempo para las personas vulnerables a la adicción no es un secreto para nadie. De hecho, los jóvenes utilizan sus teléfonos móviles aproximadamente 9 horas al día y la mayoría de ellos prefiere responder inmediatamente a un mensaje antes que postergarlo y recibir una compensación económica a cambio. Las estadísticas indican que 1 de cada mil usuarios se expone a desarrollar una adicción al móvil. Sin embargo, más allá de la ansiedad que puede provocar un Smartphone, existen otros efectos menos conocidos pero muy curiosos, que pueden convertirse en una señal de alarma de que estamos abusando de esta tecnología.
1. Genera una distancia emocional en la conversación
Es probable que te haya ocurrido en alguna ocasión: estás contándole una historia a alguien y de repente este te interrumpe para mirar su teléfono. Luego te pide que sigas pero el flujo de la historia ya se ha interrumpido y te resulta difícil continuar porque sabes que al menos la mitad de su mente está en otro sitio, un fenómeno que los psicólogos han calificado como “policonciencia”.
En un experimento realizado en la Universidad de Virginia Tech los investigadores analizaron la interacción de 100 pares de personas. Les pidieron que charlaran durante 10 minutos sobre un tema trivial o sobre asuntos significativos del año. Luego, cada persona debía dar su impresión acerca de la conversación. La presencia de un Smartphone provocaba sentimientos de desconexión, haciendo que uno de los interlocutores se sintiera alejado emocionalmente del otro. No es el único estudio que lo demuestra, otro experimento desarrollado en la Universidad de Essex halló que la mera presencia del móvil en una conversación ya afecta inconscientemente al interlocutor.
2. Provoca cambios a nivel cerebral
Un curioso estudio realizado en la Universidad de Zurich desveló que el uso de los Smartphone genera transformaciones en nuestro cerebro. Estos investigadores analizaron la actividad cerebral de las personas mientras usaban sus teléfonos móviles, así descubrieron que el uso de los pulgares, preferentemente para teclear mensajes de textos, provocaba grandes cambios en la actividad de la corteza cerebral.
Además, se pudo apreciar que cuánto más la persona había utilizado el teléfono durante los días anteriores, más actividad se notaba en la corteza. Estos psicólogos afirman que el hecho de usar los pulgares de una forma radicalmente nueva provoca una reorganización a nivel cerebral, lo cual genera picos de actividad que nunca antes se habían visto. Vale aclarar que este cambio no es necesariamente negativo ya que nuestro cerebro se caracteriza precisamente por su neuroplasticidad, aunque sí resulta sorprendente ya que las señales que envían los pulgares provocan grandes variaciones en la actividad cerebral. Como resultado, los usuarios de los Smartphone están reprogramando el procesamiento sensorial de la mano a nivel cerebral.
3. Forma parte de nuestro autoconcepto
Un estudio particularmente interesante realizado en la Universidad de Queensland ha descubierto que muchos jóvenes y adolescentes han adoptado su Smartphone como parte de su identidad. Debemos tener en cuenta que la identidad no es un concepto abstracto sino que se expresa a partir de determinados comportamientos que revelan quiénes somos, nuestros objetivos, deseos y valores. Por eso, podemos expresar nuestra identidad a través de nuestras posesiones, las cuales indican nuestro rol, estatus social, personalidad y valores.
Como los jóvenes usan tanto sus móviles, estos se han convertido en una pieza angular de su identidad, razón por la cual se esfuerzan en personalizarlos. Lo preocupante es que en este estudio muchos jóvenes indicaron que no serían capaces de imaginar su vida sin su Smartphone, lo cual indica una dependencia poco sana. De hecho, se apreció que mientras más identificados se sentían con su teléfono, más lo utilizaban y más fuerte era el vínculo emocional. Este es el primer paso para desarrollar una adicción al móvil.
Fuentes:
Misra, S., Cheng, L., Genevie, J., & Yuan, M. (2014). The iPhone Effect: The Quality of In-Person Social Interactions in the Presence of Mobile Devices. Environment and Behavior.
Gindrai, A. D. et. Al. (2014) Use-Dependent Cortical Processing from Fingertips in Touchscreen Phone Users. Current Biology.
Przybylski, A. K. & Weinstein, N. (2012) Can you connect with me now? How the presence of mobile communication technology influences face-to-face conversation quality. Journal of Social and Personal Relationships; 30(3): 237-246.
Walsh, S. P. et. Al. (2011) Keeping in constant touch: the predictors of young Australians’ mobile phone involvement. Computers in Human Behavior; 27(1): 333-342.
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