
Una novela prohibida desde su concepción; una historia que se desarrolla en la Argentina de los sueños, de los tangos y de la opresión social; dos hombres que se encuentran en condiciones de aislamiento… Leves pinceladas contenidas en el libro: “El beso de la mujer araña”, una historia que no se lee sino que se siente y se vive gracias al estilo dialogado que despliega Manuel Puig.
El autor nos presenta dos personajes que comparten una celda: Valentín, un joven activista revolucionario que es arrestado durante una manifestación de guerrilleros y Molina, once años mayor, decorador de vidrieras, homosexual y acusado por corrupción de menores. Desde el inicio se perfilan nítidamente las características de ambos personajes: para Valentín lo más importante es la revolución, para Molina los sentimientos son el motor impulsor de su vida.
Ambos comienzan a relacionarse a partir de la realidad que los mantiene aislados; Molina, relata historias de filmes antiguos para intentar conciliar el sueño y que Valentín alivie la tensión producida por las horas de tortura.
Durante cada conversación se van perfilando ambos personajes, se van mostrando sus desencuentros, sus formas de sentir y valorar. Al inicio Valentín asume el rol del clásico varón revolucionario pero… paulatinamente la red de Molina se va estrechando a su alrededor hasta que los temas de conversación se convierten en asuntos más privados y… comparten experiencias íntimas.
Como durante la obra no existe la modulación del narrador, sino tan solo las voces de los protagonistas, inicialmente resulta bastante sencillo distinguir las palabras de uno y del otro, las diferencias de opinión pero con el pasar del tiempo se va produciendo una transformación hasta el punto que, cuando ambas almas se desnudan, resulta particularmente difícil diferenciar los personajes. ¿Problema o dificultad literaria del autor? Nada de eso. Resulta un recurso extremadamente sutil para perfilar las transformaciones que cada personaje va experimentando de manera que el lector se funde con ellos.
Existe en las notas al pie de página un personaje incógnito, una voz que se levanta para expresar el sentir de la sociedad y la comunidad científica de la época sobre la homosexualidad.
Es una historia para reflexionar sobre los estereotipos sexuales y las normas sociales a las que todos nos encontramos sometidos. Es un argumento que despierta múltiples reflexiones: ¿Cómo puede una persona experimentar un cambio tan profundo? ¿Se evidenció realmente un cambio personológico o simplemente salieron a la luz facetas diversas de cada uno de los personajes que ni siquiera ellos conocían? ¿Todos podemos cambiar de igual manera? ¿Hasta qué punto nos conocemos a nosotros mismos?
Pero, aún la historia se reserva sus sorpresas: ¿Por qué ambos hombres están juntos en la misma celda? También Molina ha cambiado, al final es llevado al campo de las ideas revolucionarias, ¿qué sucederá cuando Molina salga de la cárcel? ¿Delatará la nueva “personalidad” de Valentín a sus compañeros de lucha?
No cabe duda alguna, “El beso de la mujer araña” es una historia de seducción de principio a fin, en cuya telaraña también caerán los lectores. Un trama psicológico de inicio a fin.
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