¿Quién no ha jugado al menos una vez en la vida al Tetris? Se cuenta que su propio creador no podía terminar de escribir el código porque estuvo jugándolo durante varios días. Más allá de que esta anécdota sea cierta o no, lo cierto es que el Tetris es bastante adictivo y precisamente por eso ha sido tema de investigación de numerosos estudios realizados en el ámbito de la Psicología.
Así, se ha podido descubrir el “Efecto Tetris”, que haría referencia a un fenómeno de obnubilación de nuestros pensamientos, imágenes mentales y sueños como consecuencia de haber estado realizando la misma actividad durante horas. En práctica, se descubrió que las personas que jugaban al Tetris durante muchas horas seguidas después solían ver los patrones del juego en el mundo real e incluso en sus sueños.
Como puedes presuponer, este fenómeno no se restringe a este juego sino que también se puede aplicar a otras actividades de la vida, fundamentalmente si por cuestiones de trabajo debes estar varias horas delante de un telescopio o un microscopio, si eres un experto en control de la calidad y ves desfilar ante ti cientos y miles de productos casi idénticos, si conduces durante largas distancias o incluso si juegas durante mucho tiempo ante un tablero de ajedrez o de damas.
Los programadores informáticos también han reportado experiencias similares: suelen soñar con el código. Mientras que los matemáticos suelen verse “perseguidos” por las ecuaciones que intentan resolver durante el día.
Quienes han estado expuestos constantemente a ruidos constantes como el que realiza un ventilador de techo, una taladradora o una ametralladora también han reportado escuchar un sonido similar, incluso cuando la fuente primaria se ha detenido.
¿Cuáles son las causas de este fenómeno?
En el pasado se pensaba que el Efecto Tetris estaba determinado por la memoria. Sin embargo, un estudio realizado en la Escuela de Medicina de Harvard demostró que este fenómeno está más desligado de la memoria de lo que pensamos. De hecho, estos investigadores hicieron que un grupo de personas con amnesia anterógrada (incapaces de formar nuevos recuerdos declarativos) jugara al Tetris. Así, se apreció que al día siguiente los participantes reportaron haber soñado con estas formas, si bien eran incapaces de recordar que habían jugado al Tetris.
Probablemente la explicación se halla en el hecho de que el Tetris nos sumerge completamente en un entorno, captando la atención de todos nuestros sentidos. Por ende, después nuestro cerebro tiene que esforzarse mucho para poder cambiar esta estructuración que nos permitía jugar muy concentrados. De esta forma, quedan residuos o lo que podríamos llamar “patrones neurales activos” relacionados con la actividad anterior.
Los beneficios del Tetris
Más allá de este efecto, que puede resultar bastante molesto, un estudio realizado en el lejano 1994 demostró que doce sesiones de 30 minutos cada una, puede mejorar nuestras habilidades espaciales. Específicamente, en las destrezas relacionadas con la rotación mental, la percepción espacial y la visualización espacial.
Otro experimento más reciente, desarrollado en el 2009, indica que los videojuegos como el Tetris pueden ayudarnos a prevenir la formación de recuerdos traumáticos. De hecho, cuando el “tratamiento a base de Tetris” se aplica poco después del evento traumático, la capacidad de atraer nuestra atención de este juego es tal que puede prevenir el recuerdo de las imágenes traumáticas y esto disminuye la precisión, la intensidad y frecuencia del recuerdo.
Fuentes:
Holmes, E. A. at. Al. (2009) Can Playing the Computer Game «Tetris» Reduce the Build-Up of Flashbacks for Trauma? A Proposal from Cognitive Science. PLoS ONE 4 (1).
Stickgold, R. at. Al. (2000). Replaying the Game: Hypnagogic Images in Normals and Amnesics. Science; 290 (5490): 350–353.
Okagaki, L. & Frensch,P. (1994) Effects of video game playing on measures of spatial performance: Gender effects in late adolescence. Journal of Applied Developmental Psychology; 15(1) 33-58.
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