
Lo cierto es que la relación entre sexo y ventas no se rige por el principio “mientras más, mejor”. Un poco de porno puede complacer y resultar excitante pero un bombardeo de información e imágenes de este tipo puede destruir y causar efectos totalmente contrarios. O al menos así lo afirman investigadores de la Universidad Estatal de Iowa.
Estos investigadores han descubierto que los espectadores de escenas de sexo o de violencia explícita recuerdan mal los spot publicitarios en las 24 horas sucesivas a la exposición. Así, los científicos hacen caer un mito que parece campear entre los productores de cine porno e incluso entre los publicistas más renombrados: el sexo vende. Obviamente no es así, o por lo menos, no siempre.
El estudio en cuestión incluyó a personas con edades comprendidas entre los 18 y los 54 años reclutando a una muestra representativa de la audiencia media norteamericana. Cada participante debía ver un espectáculo televisivo que contenía los mismos 12 anuncios publicitarios, lo único que cambiaba de un grupo a otro era el contenido de los programas. ¿Resultados?
Los participantes que fueron expuestos a la visión de un spot publicitario durante una programación normal de televisión (sin escenas de sexo ni violencia) recordaban mejor la publicidad que aquellos que observaron escenas crudas y excitantes.
Idénticos resultados fueron obtenidos anteriormente por investigadores del University College of London solo que esta vez los participantes fueron estudiantes universitarios con edades comprendidas entre los 18 y los 31 años. No obstante, este estudio apunta un detalle particular: la pérdida de la memoria se evidenció de forma más acusada en las féminas.
Por supuesto, puede ser que el sexo y la violencia capturen tanto la atención que logren desvirtuarla del resto de los elementos pero también puede hallarse otra explicación: las emociones «fuertes» dañan directamente la capacidad para retener la información en la memoria.
Ya sea por una explicación u otra, lo cierto es que el sexo y la violencia en la televisión provocan que los espectadores sean menos propensos a comprar los productos ya que no recuerdan los anuncios publicitarios.
Así, quizás los publicistas deberían revisar sus campañas y preguntarse qué parte del spot captura realmente la atención: el producto o el modelo 🙂
Por otra parte, la disculpa de los medios de que la baja calidad de su programación se debe a que el sexo y la violencia vende, también vendría echada por tierra. ¿Quizás una buena ocasión para eliminar los programas basura de los horarios de mayor audiencia? ¿O quizás alguien se anime a repensarse la construcción de los anuncios publicitarios millonarios? Aunque probablemente la mía sea tan solo una ilusión y estos resultados son otra investigación interesante que cae en el olvido.
Fuentes:
Bushman, B. J. (2010) Violence and Sex in Television Programs Do Not Sell Products in Advertisements. Psychological Science; 16(9): 702-708.
Parker, E. & Furnham, A. (2007) Does Sex Sell? The Effect of Sexual Programme Content on the Recall of Sexual and Non-Sexual Advertisements. Applied Cognitive Psychology; 21(9): 1217-1228.
Particularmente creo que la television española ha caido a uno de sus puntos más bajos. El sexo está por doquier hasta tal punto que causa hastío.
Da la impresión que si un programa no tiene sexo, no tiene audiencia y eso es un error garrafal ya que los programas educativos y científicos también llaman la atención.
Yo espero al igual que tú que en algún momento estos estereotipos sobre el sexo y la publicidad cambien en aras de darle a cada cual el lugar que merecen.
Yo creo que el mercado del sexo vendia cuando viviamos en una sociedad restrictiva. Con la revolucion sexual hemos sufrido una especie de bombardeo y el sexo ha llegado a resultar monotono, ya a nadie le llama la atencion, o al menos no llama tanto la atencion como piensan los publicitas.
El tema es muy interesante, como siempre. Un placer leerlo y reflexionar.