El Síndrome de Peter Pan hace referencia a los adultos que continúan comportándose como niños o adolescentes y no son capaces de tomar la responsabilidad de sus actos. Son personas que se niegan a crecer presentando una marcada inmadurez emocional matizada por una fuerte inseguridad y un gran temor a no ser queridos y aceptados.
Como podrán presuponer el nombre proviene del conocido personaje de la literatura infantil creado por James Matews Barrie. No obstante, la primera vez que se relacionó el nombre de Peter Pan con un problema emocional fue en el año 1966, cuando el psiquiatra Eric Berne lo utilizó para indicar al niño que todo adulto lleva dentro y que sólo se preocupa por satisfacer sus propias necesidades. Posteriormente, en el año 1983, el psicólogo Dan Kiley fue el responsable de acuñar y popularizar lo que hoy se conoce como «Síndrome de Peter Pan» aunque en España (en el lenguaje coloquial) también se les conoce como adulto-adolescentes.
Los síntomas del Síndrome de Peter Pan
Aunque los adultos han llegado a la treintena o incluso rondan la cuarentena de años continúan comportándose como niños pequeños. Usualmente estas personas parecen ser seguras de si mismas e incluso arrogantes; sin embargo, esto es solo una coraza para ocultar sus verdaderas inseguridades e indecisiones. Estas personas se esconden detrás de excusas o mentiras en aras de disimular su incapacidad para crecer; suelen hablar de fantásticos proyectos, negocios increíbles, grandes aventuras amorosas… Estas fantasías (mayormente imposibles de cumplir) les permiten eludir sus responsabilidades y poder culpabilizar a los otros de las cosas negativas que les ocurren.
Además, podemos enlistar otra serie de “síntomas”:
– Se siente altamente seducido por la juventud, etapa que suele tener idealizada intentando negar su madurez.
– Miedo a la soledad.
– Altamente inseguro y con baja autoestima.
– Su actitud se centra en recibir, pedir y criticar pero no se molesta en dar o hacer. Esto hace que viva centrado en sí mismo y en sus problemáticas sin preocuparse demasiado por lo que le sucede a las personas a su alrededor.
– Considera que el compromiso es un obstáculo para su libertad.
– No adopta la responsabilidad por sus actos mientras que los otros deben hacerlo por él.
– Se siente permanentemente insatisfecho con lo que tiene pero no toma iniciativas para intentar solucionar su situación. En palabras sencillas diríamos que es una persona que lo quiere todo pero no desea esforzarse para lograrlo.
Generalmente estas dificultades tienen su origen en la niñez, cuando el pequeño experimentó una carencia afectiva (objetiva o subjetiva). Al crecer, estas personas continúan sintiéndose desprotegidas y angustiadas frente a lo desconocido.
Las consecuencias del Síndrome de Peter Pan
Por supuesto, todo esto hace el afectado por el Síndrome de Peter Pan, necesite a su lado a otra persona que satisfaga sus necesidades; muchas veces este rol es encarnado por los progenitores, un hermano mayor o la pareja. Vale aclarar que este Síndrome es más frecuente entre los hombres y generalmente las personas desconocen que lo padecen hasta que alguna situación crítica les hace revalorar su forma de comportarse y enfrentar el mundo. Estas personas se sienten incomprendidas y, como culpan a los demás de todo lo que les sucede, resulta particularmente difícil que concienticen su problemática.
La vía más certera para ayudarlos a crecer es permitirles que enfrenten su realidad y asuman las consecuencias de sus comportamientos y decisiones. Ante sus quejas y lamentos debe motivárseles a que tomen iniciativas proactivas para cambiar la situación y no asumir en su lugar la responsabilidad por el cambio. Sin lugar a dudas, todos tenemos un pequeño Peter Pan dentro y pretender erradicarlo totalmente sería algo bastante demencial; pero éste lado infantil no puede impedirnos crecer, asumir la responsabilidad por nuestras decisiones y continuar el camino hacia la adultez.
Fuentes:
Fernández, J. (2009) El complejo de Peter Pan. Sexpol; 88: 4-6.
Redonet, M. (1985) El complejo de Peter Pan. España: Ediciones Palabra.
Kiley, D. (1983) The Peter Pan Syndrome: Men Who Have Never Grown Up. Londres: Corgi Books.
Marco dice
Hola…
Me gustaron estas definiciones…
Yo creo que ser infantil no implica ser inmaduro.
Es lo que me pasa a mi.
Jennifer Delgado Suarez dice
Marco:
Coincido 100% contigo. Guardar en nosotros un poco de la infancia no solo no implica ser inmaduros sino que considero es algo esencial para enfrentar la vida con curiosidad, fantasía, con una perspectiva menos dogmàtica y disfrutar de las pequeñas cosas que muchos adultos han olvidado.
En ese sentido me encanta la cancion del italiano Povia: "Cuando i bambini fanno Ohh". Nos recuerda que a veces perdemos la posibilidad de asombrarnos y de brindar explicaciones sencillas a lo que nos sucede.
Un saludo y bienvenido al Rincon.
Mateo dice
Hola, me parece muy interesante este artículo, sobre todo porque desconocía que tenía ya una "categoría" de síndrome, y mucho menos sabía que ya había sido nomenclado. Igualmente me gustaría hacer una pequeña, pero importante aclaración a la parte que hace referencia a la etiología del síndrome, y dice que "el pequeño experimentó una carencia afectiva" y entre paréntesis dice que pudo haber sido objetivo o subjetiva. Yo creo que toda experiencia es siempre subjetiva, y si hubo una carencia afectiva fue efectivamente vivida por este chico que no puede crecer, y que puede tener mucho o poco que ver con la verdadera atención que recibió de niño. Vos que pensás Jennifer?
Jennifer Delgado Suarez dice
Estimado Mateo:
Son muy adecuadas sus puntualizaciones y me alegra profundamente que las haya traido a colación pues me permite expresar algunas de mis ideas con mayor amplitud que lo que me permite un simple artículo que tiene un objetivo muy específico.
El "Síndrome" hace referencia a un conjunto de síntomas que caracterizan una enfermedad y le dan cierta unidad y significado. Del DSM V, apenas ha salido su borrador y realmente dudo que incluya este trastorno pues sabemos que es más una guía general psicopatológica que una recopilación de todos trastornos, sobre todo si de estos no se posee una amplia referencia bibliográfica. Tal es el caso de los modernos trastornos producidos por la incidencia de las tecnologías y que no son recogidos en nuestro Manual Diagnóstico. En fin, que la Psicología Cotidiana va más aprisa que la Psicología Científica, pero eso no es nada nuevo. No obstante, comparto la idea de que en ocasiones somos demasiado rápidos en darle la denominación de Síndrome a algunos trastornos que no llegan a serlo.
En relación con su muy oportuna reflexión sobre la categoría "vivencia", pues debo confesarle que mientras escribía el artículo me cuestioné mucho si era necesario ser más explícita; así que su pregunta me lleva a saldar mi parquedad.
Me he formado en la escuela histórico-cultural así que asumo la vivencia al más puro estilo vygotskiano y de Bozhovich; es decir, como una unidad donde converge lo aportado por el medio (el hecho en sí), la comprensión que tenemos de ese medio (donde se incluye nuestra capacidad de raciocinio, las emociones, expectativas…) y los recursos psicológicos de los cuales disponemos en ese momento (el estado de ánimo, las necesidades, motivaciones…).
Así, puede comprender que, para mi toda experiencia o vivencia (término que prefiero) siempre implica el factor subjetivo.
No obstante, los términos subjetivo y objetivo (destinados al público general)solamente pretendían hacer hincapié en el hecho de que una carencia afectiva no siempre debe comprenderse como la falta de atención, cuidado y cariño que podemos apreciar en las relaciones entre los pequeños y sus cuidadores sino que aunque en ocasiones no apreciemos esta falta de atención, el pequeño puede estar vivenciando una carencia afectiva ya que sus necesidades no se satisfacen con la relación establecida. Así, mi intención era, precisamente, realzar el carácter subjetivo de la vivencia.
Creo me he extendido demasiado en la explicación. Espero haber hecho llegar mi sentir y comprensión del fenómeno.
Mis saludos y le reitero que acotaciones como la suya hacen crecer el blog.
Lizardo Cruzado dice
Este artículo, aunque no exactamente sobre lo que señalas, tiene sin duda algo que ver con ello:
http://ajp.psychiatryonline.org/cgi/content/full/160/11/1932
Saludos, Jennifer
Jennifer Delgado Suarez dice
Lizardo, muchas gracias por el aporte. Inmediatamente leí el caso y me ha resultado interesantisimo; se los recomiendo a aquellos interesados en el Síndrome de Peter Pan.
Me resultó peculiar cuando los psiquiatras describen que el hombre de 35 años se presentó a la consulta vistiendo como un niño y hablando con voz infantil. Expresaba que a los trece años el paciente ya sabía que no deseaba crecer. Lo más curioso es que mientras trabajaba no se sentía como niño.
Para no salir del asombro, casi al final del caso los psiquiatras nos avisan de que casos como este son excepcionales en la literatura médica pero que en la red existen páginas dedicadas a las personas que sufren de infantilismo, una de ellas tiene a más de 15 mil subscritos que se dan cita para jugar y compartir actividades propias de la infancia.
En fin, que la mente humana jamás termina de asombrarnos.
Un abrazo
Ceci dice
Que increíble, tengo un hermano de 31 años, abogado que vive en casa y cuando leía las características de las peronas con dicho Síndrome me quede con la boca abierta, si parece que lo describieran en detalle a mi hermano!
Es horrible vivir con alguien aque se comporta asi.
Jennifer Delgado Suarez dice
Ceci, ya imagino que debe ser difícil convivir con una persona que demanda constantemente tanta atención. Es desgastante y a la larga puede terminar mellando las relaciones interpersonales, sobre todo de pareja.
Afortunadamente estas personas pueden cambiar siempre que se comprometan con la terapia.
Anónimo dice
Hola!! yo solo podria decir que mis padres y mis hermanos (varones) tienen todas las caracteristicas de este sindrome. Lo peor del caso es las hijas escogemos "inconcientemente" este tipo de hombres como parejas. y como dijeron en un comentario que es muy dificil vivir con este tipo de personas. Son muy demandantes, inseguros, e irresponsables, buscan a una mujer sumisa y trabajadora para que los mantengan . sera que este sindrome de peter pan (para un varon) es siempre acompanado por el sindrome de la cenicienta (para las mujeres) me he dado a la tarea de "Poner atencion" en este tipo de parejas, y casi simpre el hombre sufre de este transtorno de la personalidas y su pareja sufre del otro transtorno de personalidad…..o sera simple coincidencia????
Jennifer Delgado Suarez dice
Anónimo,
No creo que sea simple coincidencia lo que relatas de las parejas. Más bien es un proceso muy normal, quien tiene el Síndrome de Peter Pan necesita una mujer con el Síndrome de Wendy que sea capaz de aguantar sus majaderías. Solo de esta forma se puede encontrar un equilibrio.
Caso contrario, la relación termina rompiéndose o el hombre cambia.
Hay muchas familias eminentemente matriarcales que dan lugar a hombres que sufren del Síndrome de Peter Pan.
ariel familia dice
esto me servio mucho pere mi tarea muchas grecias por esto
Jennifer Delgado Suarez dice
Hola Ariel,
Me alegro que la información te haya sido útil.
Siempre intento utilizar un lenguaje sencillo que pueda ser comprendido por todos pero manteniendo la cientificidad.
Anónimo dice
Hola Jennifer,te cuento que estoy informándome acerca de este síndrome dado que un ex novio ( con quien tuve una relación de menos de un año en el 2002 !) me contacta de manera esporádica,lo cual me provoca una sensación de angustia muy fuerte.Yo tengo 36 años y él cumple 46,es decir me lleva 10 años.Es terrible leer la caracterización del síndrome y encontrar todas los signos en esta persona,a la fecha ya tuvo muchísimas parejas,a quienes siempre abandona,todas ellas menores que él.Me gustaría que me indiques pautas para que entienda que el hecho de contactarme me hace mal,dado que yo misma en este momento estoy con un problema de salud importante, y no soluciona su problema,pues ni siquiera está consciente de tenerlo.Por mi parte,jamás volví a llamarlo o mandarle un correo,o nada.
Muchas gracias.
Jennifer Delgado Suarez dice
Anónimo,
Independientemente de que tu ex tenga las características del Síndrome de Peter Pan, el hecho de que te continúe contactando contra tu voluntad se llama "acoso".
El primer paso es hablar de forma muy sincera con la persona y explicarle exactamente cómo su comportamiento nos causa daño. En este caso, no hay que realizar recriminaciones ni vueltas al pasado sino limitarse simplemente a exponer tu condición actual y cómo te sientes al respecto.
Normalmente cuando las personas ven que el otro se "abre emocionalmente" son más comprensivos.
Si esto no funciona, podrás dirigirte a una de las oficinas que el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad en España posee a lo largo del país. Normalmente en estos sitios te brindan ayuda de todo tipo, desde psicológica hasta legal.
Un saludo y suerte!
Anónimo dice
Dago
Hola,me gusta tu informe; pero me pregunto tiene esto algo que ver con la exesiva iresponsabilidad con que se dejan de asumir los diferentes actos de la vida. y si eso es asi, cual es el otro paso a seguir para las personas con este sindrome