
Una vez que se ha creado la instancia psicológica, todo pasa a través de su prisma, a través de los distintos significados que le atribuimos a las situaciones o comportamientos de las personas que nos rodean. Esta idea ha dado lugar al interesantísimo Teorema de Thomas, un postulado que debemos tener muy presente en nuestra vida cotidiana.
¿Qué dice el Teorema de Thomas?
El Teorema de Thomas es una afirmación tan sencilla como profunda que nos indica que: “si el hombre define situaciones como reales, ellas son reales en sus consecuencias”. ¿Cuánto hay de cierto en esta idea?
En este punto nos adentramos en lo que se conoce en la Psicología como el Campo de la Conducta ya que todos nosotros nos comportamos de una u otra manera en relación con la estructura de nuestro campo psicológico.
En otras palabras, respondemos a una estructura “percibida” del campo ambiental y esta conducta, a su vez, se convierte en parte integrante la situación en sí y, por ende, ejercerá ciertos efectos en la situación. Esto quiere decir que no respondemos simplemente a una situación abstracta sino a la comprensión de la situación (al significado que le otorgamos) y nuestro comportamiento, a la misma vez, generará situaciones nuevas que validan el significado de la situación.
Así, cuando definimos cierta situación como real, actuaremos en correspondencia por lo que, aunque la situación no sea real en sí misma, sus consecuencias sí lo serán; confirmándose el Teorema de Thomas.
Predicción creadora: ¿Cómo tus pensamientos se hacen realidad?
Otros psicólogos categorizan esta forma de comportarnos como la “predicción creadora” según la cual nuestra predicción sobre un hecho actúa como una causa para originarlo. Así, la predicción creadora sería, inicialmente, una definición falsa e inadecuada de la situación pero que de todas formas se configura en el campo psicológico de la persona y provoca un comportamiento que hace que la concepción originalmente falsa sea real.
Probablemente uno de los ejemplos más ilustrativos de la predicción creadora o el Teorema de Thomas es cuando se corre un rumor acerca de la insolvencia de una entidad bancaria. Inmediatamente los inversores acudirán en masa a retirar sus fondos y ante este retiro masivo, el banco, efectivamente, se declarará en quiebra.
En el área de las relaciones interpersonales el Teorema de Thomas puede evidenciarse con mucha nitidez. Cuando presuponemos que una persona es antipática, mostraremos la tendencia a evitarla y nos relacionaremos de una manera fría y, de esta forma, estaremos construyendo una relación fría, impersonal y antipática.
Por supuesto, esto no quiere decir que seamos totalmente ciegos ante la predicción creadora ni que la misma se cumple en el 100% de las situaciones. En ciertos momentos podemos reflexionar y percatarnos cómo nuestra actitud y nuestras ideas preconcebidas sobre la situación incidieron para que la misma tomara un rumbo y no otro o, al contrario, la realidad puede “devolvernos” un campo ambiental que nos obligue a reflexionar y a variar el significado otorgado, reencauzando nuestro comportamiento.
Más allá de las posibilidades de cumplimiento del Teorema de Thomas, lo verdaderamente interesante de este postulado es que nos muestra cómo los significados que le otorgamos a las más diversas situaciones pueden incidir en las mismas, imprimiéndoles un sentido más o menos positivo. Sin lugar a dudas una idea sobre la cual vale la pena reflexionar.
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