
Cuando estamos en elecciones solemos votar por el candidato cuya personalidad más se parezca a nuestra propia personalidad, o al menos así lo afirma una investigación relativamente reciente.
Las evidencias provienen de dos estudios realizados con los votantes norteamericanos e italianos a raíz de la celebración de las elecciones presidenciales y del Primer Ministro. Los científicos de la Universidad de Roma y de Illinois afirman que la personalidad percibida de los candidatos tiene más influencia en los votantes que cualquier programa político. (Esto tiene bastante sentido ya que la mayoría de los programas políticos usualmente se quedan engavetados formando parte del almacén del olvido, por lo cual: ¿sería descabellado pensar que ya no convencen a nadie?).
En fin, retomando la investigación, los candidatos analizados en los respectivos países fueron:
– John F. Kerry vs George W. Bush en el 2004. Un total de 6 094 norteamericanos completaron cuestionarios donde expresaban cómo percibían las personalidades de ambos candidatos y cómo categorizaban sus propias características de personalidad. Los resultados mostraron que las personas tendían a votar por aquel candidato que se pareciese más a sí mismos. (O que al menos hiciese llegar esa imagen al pueblo; que no es lo mismo pero es igual).
– Romano Prodi vs Silvio Berlusconi en el 2006. Un total de 1 675 votantes italianos respondieron el mismo cuestionario para evaluar sus características de personalidad y la de los candidatos. Los resultados apuntaron en la misma dirección: las personas votan por aquellos que más se le parecen, o al menos eso piensan.
Estos resultados no son del todo nuevos, existen estudios anteriores que afirman que las personas se dejan influenciar más por las características de personalidad de los aspirantes que por los programas electorales. Por supuesto, estos resultados ya los conocen los políticos, no por gusto tienen a decenas de personas trabajando en construir y deconstruir su imagen pública.
No obstante, una pregunta centellea en el aire: ¿Cómo ser compatible personológicamente con la mayor cantidad de personas posibles en aras de obtener más votos?
Los autores de esta investigación nos afirman que la cualidad más importante es la afabilidad porque una buena parte de las personas se percibe a sí mismas como altamente afables (aunque no lo sean). ¿Será por esto que los candidatos y presidentes siempre tienen una sonrisa atornillada y se arrojan a tomar en brazos al primer bebé que encuentren en su camino? Sin comentarios… creo que el artículo ha salido con demasiados paréntesis 😉
Fuente:
Caprara, G. V., Vecchione, M., Barbaranelli, C., & Fraley, R. C. (2007) When Likeness Goes with Liking: The Case of Political Preference. Political Psychology; 28(5): 609-632.
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