
Mucho tiempo ha pasado desde 1879, el año en que Wilhelm Wundt fundó el primer laboratorio de psicología experimental en la Universidad de Leipzig y sentó el hito que marcaría el surgimiento oficial de la Psicología como ciencia. Desde entonces se han desarrollado diferentes escuelas psicológicas, han surgido y se han rebatido múltiples teorías de la mente y se ha ido llenando el arsenal de métodos y técnicas psicológicas que hoy se enseñan en los cursos de Psicología.
Sin embargo, condensar todo ese saber en el tiempo que dura una carrera universitaria es prácticamente imposible. Por eso, quienes estudian Psicología General deben especializarse. Una especialidad no solo brinda los conocimientos teóricos, sino que también permite desarrollar las habilidades y competencias necesarias para ejercer en determinados ámbitos de la Psicología.
La Asociación Americana de Psicología reconoce oficialmente 18 especialidades de la Psicología, desde la Neuropsicología Clínica y la Psicología Industrial-Organizacional, que fueron las primeras en obtener ese reconocimiento oficial, hasta la Psicofarmacología Clínica, que acaba de ser reconocida en 2020.
Con tantas opciones, la decisión no siempre es fácil. De hecho, si has estudiado Psicología y estás pensando en elegir una especialidad, es importante que sopeses atentamente los pros y los contras, poniendo en una balanza tanto los factores pragmáticos como los motivacionales.
¿Cómo elegir bien entre las diferentes especialidades de la Psicología
1. ¿Quién?
La mayoría de los psicólogos trabajan en estrecho contacto con las personas. Por tanto, una de las primeras preguntas que debes plantearte antes de elegir la especialidad es con qué grupo te gustaría trabajar. ¿Quiénes son las personas con las que te sientes más cómodo, aquellas que, según tus intereses y habilidades, podrías ayudar más?
¿Te gustaría trabajar con niños, adultos o con personas ancianas? ¿Prefieres trabajar con grupos, como las familias o las comunidades? ¿Te sientes cómodo trabajando con personas que tienen trastornos mentales o prefieres enfocarte en áreas como el coaching?
2. ¿Dónde?
El entorno de trabajo desempeña un papel esencial en la satisfacción y motivación laboral, por lo que no es un detalle que puedas pasar por alto a la hora de elegir tu especialidad. Cuando cierras los ojos e imaginas tu futuro profesional, ¿dónde te ves trabajando?
Quizá te veas en un hospital o en una pequeña clínica privada. Podrías verte dando clases o trabajando con niños en una escuela. Quizá te imagines en una empresa diseñando los planes de marketing o dando talleres para mejorar su desempeño laboral. Incluso es posible que te veas haciendo intervención en crisis en zonas de emergencia, catástrofes o desastres.
3. ¿Qué?
Entre los sueños y la realidad suele existir cierta distancia que puede marcar la diferencia entre la satisfacción y la insatisfacción profesional. Algunas especialidades de Psicología están cubiertas por un halo poco realista que se ha alimentado en gran medida de la literatura y el cine profanos. Emprender una especialidad con expectativas irreales sobre la práctica cotidiana puede desembocar en una gran decepción laboral.
Por tanto, antes de elegir una especialidad, asegúrate de tener claros sus ámbitos de acción y las principales actividades asociadas a la misma. En otras palabras, ¿sabes a qué dedicarás gran parte de tu jornada laboral? ¿Quieres dedicarte a la orientación psicológica, la docencia o quizá a la investigación? Identificar las principales tareas que desarrollarás en tu futuro profesional te ayudará a determinar cuál es la mejor especialidad para ti.
4. ¿Cuándo?
Equilibrar la vida profesional y personal es fundamental para nuestro bienestar. En el caso de los psicólogos, la necesidad de desconectar del trabajo es aún más importante debido a que suelen estar expuestos a una gran carga emocional que puede desencadenar problemas como el síndrome de burnout o un trauma vicario.
Los psicólogos no tienen que hacer guardia como los médicos, pero existen ciertas especialidades que demandan una entrega mayor o que pueden tener horarios más intempestivos. Si eliges la Psicología Clínica o te especializas en Emergencias y Desastres, por ejemplo, es probable que tengas que afrontar urgencias fuera del horario laboral convencional. Por tanto, pregúntate hasta qué punto estás dispuesto a trabajar fuera de los horarios convencionales o viajar para impartir talleres y cursos.
5. ¿Cómo?
El camino a seguir para realizar una especialidad también es importante. Analiza desde una perspectiva objetiva el tiempo, el esfuerzo y la preparación necesarios. Pregúntate cuánto tiempo puedes dedicar al estudio. ¿Tienes la posibilidad de estudiar a tiempo completo o prefieres estudiar a distancia para conjugarlo con un trabajo? ¿Cuánto estás dispuesto a invertir en tus estudios de especialización?
Como regla general, los cursos online de Psicología brindan una mayor flexibilidad, te permiten avanzar a tu ritmo y suelen ser más económicos. De hecho, diferentes investigaciones han comprobado que la educación online es tan buena como la presencial y sus estudiantes alcanzan el mismo rendimiento académico.
En la Facultad de Psicología de la TECH Universidad Tecnológica, por ejemplo, podrás encontrar más de 200 programas de máster y miles de cursos universitarios y de experto universitario debidamente homologados que vale la pena tener en cuenta a la hora de elegir la especialidad. De hecho, puedes comenzar con cursos cortos y si descubres que realmente te apasiona esa área, proseguir con un programa de maestría que te permita especializarte.
Fuentes:
Paul, J. & Jefferson, F. (2019) A Comparative Analysis of Student Performance in an Online vs. Face-to-Face Environmental Science Course From 2009 to 2016. Front. Comput. Sci; 12: DOI: 10.3389.
Daymont, T. & Blau, G. (2008) Student Performance in Online and Traditional Sections of an Undergraduate Management Course. Journal of Behavioral and Applied Management; 9(3): 275–294.
Gil, T. et. Al. (1998) Una historia de la Psicología Moderna. Madrid: McGraw-Hill.
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