A todos se nos ha quedado alguna que otra palabra en «la punta de la lengua». Es una sensación incómoda que se experimenta cuando intentamos recordar un nombre o palabra que conocemos sobradamente pero no podemos hacerlo aflorar a nuestra memoria.
La palabra en cuestión ha sido bien memorizada pero resulta temporalmente inaccesible por lo cual la persona se esfuerza en recordarla sin lograr su cometido aunque en algunas ocasiones incluso se llega a producir algún sonido fonológico cercano o se logra recordar la letra con la cual inicia la palabra.
Los episodios TOT (Tip of the Tongue) como se le conoce en inglés, se resuelven rápidamente. La mitad de las palabras son recordadas un minuto o poco más después del episodio aunque existen algunas que vienen a la mente solo días después.
El fenómeno ha sido centro de atención desde los inicios de la Psicología, ya en el 1890 William James le dedicaba un espacio en su libro Principios de Psicología y en el 1966 se realizó en la Universidad de Harvard el primer estudio empírico.
La explicación más antigua del TOT postulaba que era un fenómeno de bloqueo debido a que la persona está recuperando palabras similares pero incorrectas que repletarían la capacidad de recuperar el recuerdo ya que los sonidos similares actuarían haciendo interferencia.
Esta primera hipótesis se basó en un estudio desarrollado en el 1987 por Jones y Langford. Estos investigadores les suministraron a los participantes algunas palabras de baja frecuencia de utilización e inmediatamente les presentaron una lista de palabras que estaban relacionadas con las iniciales (fonológica o semánticamente) o que no guardaban ninguna relación. Las palabras «relacionadas» producían más fenómenos TOT que aquellas que no poseían ninguna relación.
Algunos años después otros investigadores obtuvieron, con un diseño experimental bastante similar, resultados diversos. A los participantes les realizaron preguntas de cultura general diseñadas para evocar palabras de baja frecuencia de uso. Un ejemplo sería: ¿Qué palabra indica la renuncia formal al trono?: Abdicar.
Durante algunas sesiones del experimento las preguntas estaban precedidas por una serie de diez palabras priming, mitad de las cuales compartían al menos un elemento fonológico con la palabra objetivo. Al contrario del estudio precedente las personas respondían de forma más certera y presentaban menos fenómenos TOT cuando leían con anterioridad las palabras relacionadas que cuando repasaban palabras que no guardaban ninguna correspondencia.
Así, la hipótesis que defendía el bloqueo fue refutada, sobre todo aquella que apostaba por el bloqueo fonológico. Entonces… ¿qué causa el TOT?
Los autores del segundo experimento anunciaron el Modelo del Déficit de Transmisión: la palabra se queda en “la punta de la lengua”, no porque se ve obstaculizada por otra palabra similar sino porque la persona tiene la representación semántica pero no la fonológica; por lo cual si llega en auxilio una palabra relacionada fonológicamente el recuerdo se activa.
Según esta explicación cualquier elemento fonológico que arribe del ambiente podría ayudar a la memoria.
No obstante, existe una tercera explicación: la Atención Parcial. Su idea central es muy sencilla: una palabra es temporalmente inaccesible porque la activación de la memoria es insuficiente para propiciar el recuerdo. Es como si la señal fuera demasiado débil como para rastrear la palabra en el recuerdo.
Como se habrán percatado aún no existe una teoría que complazca a todos y brinde una explicación definitiva al fenómeno, mientras tanto… uff!!!… la frase de conclusión se me ha quedado en “la punta de los dedos”.
Fuentes:
James, L. E. & Burke, D. M. (2000) Phonological priming effects on word retrieval and Tip of the Tongue experiences in young and older adults. Journal of Experimental Psychology; 26(6): 1378-1371.
Jones, G. V., & Langford, S. (1987). Phonological blocking and the tip of the tongue state. Cognition, 26, 115-122.
Meyer, A.S. & Bock, K. (1992) The Tip of the Tongue phenomenon: blocking or partial activation. Memory and Cognition; 20(6): 715-726.
José Luis Gonzalo Marrodán. dice
Hola, Jennifer:
Me gustan tus entradas porque dan explicaciones a hechos -como el de "lo tengo en la punta de la lengua"- que nunca encuentro publicados en ningún lado.
Yo me decanto por las teorías fonológicvo-semánticas y de atención conjuntamente, me parecen muy coherentes con las teorías actuales acerca de cómo el cerebro procesa la información.
Saludos cordiales,
José Luis