
En ocasiones emprendemos un nuevo proyecto y estamos llenos de energía. Trabajamos varias horas sin parar y somos muy productivos pero llega un punto en que esta energía se apaga, nos sentimos cansados y desmotivados. ¿Qué ha ocurrido?
Las causas pueden ser muchas pero las más comunes son tres:
Cuando empiezas un nuevo proyecto que te apasiona, tu cuerpo segrega una serie de hormonas que tienen un poderoso efecto estimulante. Estas no solo te permiten mantenerte más horas despierto sino que también estimulan la creatividad, agudizan la atención y mejoran la memoria. Sin embargo, es muy difícil mantener este estado durante varios días consecutivos por lo que lentamente nuestro organismo vuelve a la normalidad pero, debido al esfuerzo, experimentamos además una sensación de agotamiento, la cual se refleja en una desmotivación generalizada.
2. El proyecto es más duro o largo de lo que tenías planificado. Es decir, has pensado que te resultaría fácil lograrlo pero una vez que has comenzado a trabajar, te has dado cuenta de que no será tan sencillo como pensabas. Eso desmotiva, y mucho.
3. Has perdido la brújula. Es decir, ha pasado tanto tiempo desde que comenzaste el proyecto que has olvidado tus objetivos y las razones que te motivaron al inicio. Dicho de esta forma puede parecer increíble pero lo cierto es que nos sucede continuamente ya que la rutina suele empañar las razones por las cuales decidimos comenzar un proyecto.
La buena noticia es que todo no está perdido.
Estrategias para encontrar la motivación perdida
– Descansa. Es difícil encontrar la motivación cuando te sientes agotado física o mentalmente. Por tanto, quizás solo necesitas unos días de relax. Además, separarse durante un tiempo de los proyectos es muy beneficioso porque cuando regreses probablemente tendrás nuevas perspectivas y podrás valorar de forma más objetiva el trabajo que has hecho.
– Haz conscientes tus pensamientos. A veces pensamos muchísimas cosas de las cuales no somos totalmente conscientes. Es decir, se trata de un discurso interior qe gira como si se tratase de una música de fondo en nuestra cabeza. Este discurso no es totalmente consciente pero determina nuestro estado de ánimo.
Por ejemplo, si mientras estás trabajando piensas en que no te gusta lo que estás haciendo, que tu proyecto no tendrá éxito, que es una idea estúpida e ideas por el estilo, ¿cómo crees que puedes motivarte?
Por tanto, concientiza tu diálogo interior y piensa que la mayoría de estas ideas no son reales sino que provienen del miedo. Es decir, probablemente tienes miedo porque con tu proyecto estás haciendo algo nuevo y diferente. Y ya sabemos que las cosas nuevas nos atemorizan, por tanto, creamos estos pensamientos para detenernos en el camino, como una suerte de auto sabotaje que nos mantendrá seguros en nuestra zona de confort.
– Mantén siempre en mente tus objetivos iniciales. Para no olvidar los objetivos que te motivaron en un primer momento, quizás es oportuno que los escribas en algún lugar visible. Ya sé que puede parecer una verdad de Perogrullo y probablemente pienses que no lo necesitas pero recordar cada día por qué estás haciendo algo, quizás una tarea que no te gusta, te dará fuerzas y mejorará tu humor.
– No dejes de lado tus actividades preferidas, sobre todo las vinculadas con el bienestar. Es decir, continúa escuchando música, yendo de excursión, practicando deporte… Es importante que no te focalices exclusivamente en una actividad o proyecto porque no solo corres el riesgo de agotar tu fuerza física sino también tu creatividad. Lo ideal es que encuentres un equilibrio entre el trabajo y la diversión.
Isaac Sombras. dice
Tienes mucha razón. A veces nos sentimos agotados, y no sabemos por qué, si se supone que deberíamos de estar super motivados. Pero, quizás nos estamos enfocando incluso demasiado en nuestro proyecto, que nos agotamos, limitando nuestra creatividad. Ya que comenzamos a desarrollar incluso un "bloqueo" y eso sí qué desanima!
Me gustó mucho tu consejo sobre no dejar de lado nuestra vida en si, nuestras actividades, qué aunque pareciese que perderíamos el tiempo, resulta reconfortante y vitalizante.
Ahora me explico sobre el cansancio!
Gracias!!