![El estrés envejece](https://rinconpsicologia.com/wp-content/uploads/2024/08/Agotamiento-y-fatiga.webp)
¿Cuándo estás agotado y estresado sientes que te han caído varios años encima, como si hubieras envejecido de repente? No eres el único. Un nuevo estudio reveló que incluso las personas más jóvenes se sienten mayores durante los días más estresantes, sobre todo cuando perciben que tienen poco control sobre sus decisiones y su vida en general.
¿Cuál es el problema? Puede parecer un cambio de percepción sin importancia, pero cuando nos sentimos mayores a lo que en realidad somos, aumentan las probabilidades de que nuestra salud empeore.
El estrés envejece subjetivamente
Los fenómenos psicológicos no funcionan al margen del cuerpo. Su impacto se hace sentir, aunque no siempre inmediatamente. De hecho, la ciencia ya había confirmado que la depresión nos hace envejecer más rápido, literalmente. También había constatado que los traumas psicológicos aceleran el envejecimiento. En esta ocasión ha comprobado que el estrés envejece subjetivamente y de manera inmediata.
Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte reclutaron a un grupo de más de 100 jóvenes de entre 20 y 30 años para comprender el impacto del estrés en la edad percibida. Les pidieron que llenaran una encuesta durante varios días consecutivos para determinar la cantidad de estrés a la que estaban sometidos a diario, la percepción del control que tenían sobre sus vidas y qué edad sentían tener.
Comprobaron que las jornadas en las que las personas experimentaban niveles más altos de estrés informaban verse y sentirse mayores. Sin embargo, para que se produjera ese cambio en su percepción tenía que confluir otro factor: disminuir el control sobre sus vidas.
Obviamente, tanto la percepción del estrés como del nivel de control son relativos, ya que algunas personas pueden funcionar bastante bien en entornos estresantes y toleran la incertidumbre. Sin embargo, cuando el estrés nos sobrepasa y perdemos el control sobre lo que ocurre, también se afecta nuestra autoimagen y autoeficacia.
Los investigadores constataron que cuantos más factores estresantes experimentamos en un día normal, más viejos nos sentimos. Calcularon que cada factor estresante adicional puede hacer que nos sintamos al menos un año más viejos. En su muestra, los jóvenes que reportaron sentirse estresados en general, se percibían cinco años mayores.
¿Por qué el estrés afecta nuestra edad subjetiva?
Independientemente de los estragos que causa el estrés crónico en nuestro cuerpo, percibir que no somos capaces de lidiar con las demandas del medio y que perdemos el control nos hace dudar de nuestras capacidades y nos agota física y mentalmente, por lo que es comprensible que interpretemos inconscientemente ese estado como una pérdida de las capacidades, algo que asociamos con el envejecimiento.
La sensación de no poder con todo, como antes, hace que nos planteemos la posibilidad de que estemos envejeciendo. Y cuando nos sentimos sobrepasados, eso basta para añadirnos años de vida.
El problema es que la cantidad de estrés que estamos experimentando en la actualidad supera con creces los niveles de las generaciones precedentes, por lo que es importante ser conscientes de su impacto. Un estudio anterior llevado a cabo con miles de personas en las universidades de Montpellier y Florida constató que cuando la edad subjetiva aumenta, también crece el riesgo de hospitalización.
Por si fuera poco, sentirse con más años de vida también se ha relacionado con una mayor probabilidad de sufrir depresión, un deterioro cognitivo más acelerado e incluso con una mortalidad prematura. Por tanto, no es algo que debamos tomarnos a la ligera.
El antídoto para sentirte más joven
La edad cronológica es la que marca el calendario. La edad subjetiva es la que percibes.
La buena noticia es que existe una especie de elixir de la eterna juventud – al menos percibida – y lo tenemos al alcance de la mano: la actividad física.
Otra investigación en la que se dio seguimiento a más de 10.000 personas durante un periodo de entre 8 y 20 años constató que quienes realizaban más actividad física se sentían entre un 30 y 50% más jóvenes.
No cabe duda de que mantenernos activos y en forma protege nuestra salud, además de fomentar el bienestar emocional y brindarnos una dosis extra de energía, lo cual contribuirá a que nos sintamos más jóvenes. Además, el ejercicio físico también es un excelente antídoto contra el estrés y, en efecto, estimula los procesos naturales de regeneración del cuerpo.
Así que ya lo sabes, si has tenido una consecución de días estresantes, en vez de tirarte en el sofá a pensar que estás envejeciendo, será mejor que te calces las zapatillas y salgas a hacer deporte. Tu “yo” del futuro te lo agradecerá.
Referencias Bibliográficas:
Lee, S. E. & Neupert, S. D. (2024) The effect of control beliefs on the relationship between daily stressors and subjective age in younger adults. Mental Health Science; 2(2): e56.
Stephan, Y. et. Al (2020) Physical activity and subjective age across adulthood in four samples. Eur J Ageing; 17: 469–476.
Stephan, Y. et. Al. (2016) Feeling Older and Risk of Hospitalization: Evidence From Three Longitudinal Cohorts. Health Psychol; 35(6): 634-637.
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