Robert Burton dijo que “una palabra hiere más profundamente que una espada”. Y tenía razón, hay palabras que se quedan enquistadas, provocando un daño emocional al que no le hace mella ni siquiera el paso del tiempo. Por esa razón, debemos sopesar muy bien las frases en las discusiones, sobre todo cuando se trata de temas sensibles. Y para ello, nada mejor que reflexionar sobre la pertinencia de la disensión y la mejor manera de gestionar los desencuentros, de manera que podamos salir fortalecidos de ellos o, al menos, no perder la paciencia.
Hilando argumentos: las mejores frases sobre discusiones de grandes pensadores
1. “Es mejor debatir una cuestión sin resolverla, que resolver una cuestión sin debatirla” – Joseph Joubert
La palabra discusión está rodeada de un halo negativo, pero intercambiar puntos de vista opuestos en realidad puede ser profundamente enriquecedor, como dejó entrever este ensayista francés. A fin de cuentas, no debemos perder de vista que el vocablo «discusión» proviene del latín discussio, que significa literalmente “examen profundo de una cuestión”, así como la acción y el efecto de analizar o defender un punto de vista. Por tanto, no hay nada de malo en discutir sobre las diferencias, siempre que se haga desde el respeto.
2. “A veces que se discute porque no se llega a comprender lo que pretende demostrar nuestro interlocutor” – Leon Tolstoi
Podríamos ahorrarnos muchas discusiones si, en vez de intentar ganar, simplemente nos enfocásemos en comprender. El escritor ruso hace referencia a esas discusiones circulares en las que a menudo las partes están tan ofuscadas por sus propios argumentos que son incapaces de ponerse en el lugar del otro para intentar entender su punto de vista y encontrar los puntos coincidentes.
3. “Ningún argumento racional tendrá un efecto racional en una persona que no quiera adoptar una actitud racional” – Karl Popper
Parece un trabalenguas, pero lo cierto es que a veces hay que elegir entre tener razón y ser feliz – o al menos preservar la paz mental. Cuando nos damos cuenta de que una discusión no avanza porque una de las partes no está dispuesta a escuchar o ceder al menos un poco, lo más inteligente es cortar esa conversación de raíz. Como escribiera este filósofo inglés, no des explicaciones a quien no escucha razones. Será inútil. Lo mejor es poner punto final al argumento.
4. “El objeto de toda discusión no debe ser el triunfo, sino el progreso” – Joseph Joubert
La discusión es debate y enriquecimiento, siempre que se adopte con la actitud correcta. El deseo de ganar a toda costa bloquea los argumentos del otro y, por tanto, no solo cierra la puerta al entendimiento sino también al crecimiento y la evolución. Disentir no es malo, como sostenía este ensayista francés, el problema consiste en asumir que el otro es un contrincante a batir.
Sin embargo, como demostró un estudio realizado en la Universidad de Yale, las personas que discuten con la mente abierta no solo aprenden cosas nuevas, sino que también suelen lograr que los demás se muestren más receptivos a sus puntos de vista. Por tanto, la receptividad es una estrategia ganar-ganar.
5. “Si discutes mucho para probar tu sabiduría, pronto probarás tu ignorancia” – Muslih-Ud-Din Saadi
Las personas seguras de sí y de su conocimiento, no necesitan imponer su verdad. En cambio, quienes discuten demasiado para demostrar su sabiduría pueden caer en una trampa: la insistencia por hacer que su punto de vista prevalezca termina revelando una falta de confianza o una incapacidad para ver el problema desde una perspectiva más amplia. Así, no estar dispuestos a considerar otros ángulos o admitir la posibilidad de estar equivocados termina exponiendo su ignorancia y rigidez mental, como advertía este poeta persa.
6. “En toda discusión, no es una tesis la que se defiende sino a uno mismo” – Paul Valéry
Cuando una discusión se vuelve acalorada o versa sobre un tema sensible, a menudo perdemos de vista que solo debemos defender nuestro argumento. Nos sentimos tan identificados que asumimos la posición contraria como un ataque a nuestra persona o nuestros valores, como señalaba este escritor francés, de manera que nos amurallamos tras una postura defensiva.
Como resultado, somos incapaces de realizar un ejercicio de disensión intelectual realmente enriquecedor y recurrimos a todo tipo de falacias para ganar la discusión. Eso significa que, cuando tengas que disentir, es mejor dejar el ego fuera del asunto.
7. “Las palabras son como las hojas: cuando abundan, poco fruto hay entre ellas” – Alexander Pope
Cuando se tienen buenas razones y se construye un buen argumento, no se necesita recurrir a juegos de palabras. En cambio, cuando no se defienden buenos motivos o las ideas son confusas o insostenibles, es común que las discusiones se vayan por las ramas. De esta forma, cuanto más se prolongue la conversación, más se alejará del conflicto original y más difícil será llegar a un entendimiento, como advertía el poeta. Por consiguiente, en una discusión, es mejor enfocarse en el punto de disensión.
8. “Recuerda siempre que tu capacidad para mantener la calma bajo el fuego es tu mejor defensa en cualquier discusión” – Robert Greene
Cuando permitimos que un argumento se convierta en una afrenta personal, perdemos la perspectiva y la racionalidad. Este escritor estadounidense nos recuerda que la capacidad para no perder los nervios en medio de la discusión más acalorada, es lo que nos permitirá encauzarla por buen camino y poder seguir exponiendo nuestros argumentos. A fin de cuentas, debemos tener siempre presente que quien nos enfada, nos controla.
Una investigación realizada en la Universidad de Wisconsin comprobó que las personas enojadas se apresuran a culpar a los demás, son más propensas a recurrir a patrones de pensamiento simplistas, como los estereotipos, y al mismo tiempo, disminuye la atención que prestan a la calidad de los argumentos. Por tanto, resulta evidente que perder la calma se convierte en un obstáculo para la resolución constructiva de los conflictos.
9. “Solo se puede mantener una discusión racional cuando existe una base significativa de supuestos compartidos” – Noam Chomsky
En ocasiones, las diferencias en los puntos de partida son tan grandes que resulta difícil confrontar argumentos y sacar algo productivo de ese ejercicio. Este lingüista y filósofo estadounidense nos advierte de que para que una discusión sea útil, es necesario partir al menos de una base de ideas o valores comunes. Cuando los puntos de vista son diametralmente opuestos, quizá la discusión no tenga sentido pues será muy difícil llegar a una conclusión compartida. Por consiguiente, antes de comenzar a discutir, pregúntate siempre si vale la pena.
10. “Quizá puedas conseguir algo después de tres horas discutiendo, pero de seguro podrás conseguir eso mismo con apenas tres palabras impregnadas de afecto” – Confucio
Por último, no debemos olvidar esta frase sobre las discusiones del filósofo chino, quien nos aconseja seguir un enfoque más asertivo. Mostrarnos receptivos al diálogo y asumir una actitud más positiva contribuirá a que la otra persona no se ponga a la defensiva. Por tanto, la próxima vez que estés a punto de enzarzarte en una discusión, simplemente pregúntate: ¿existe otra vía más rápida y positiva? Si es así, tómala. Tu equilibrio mental te lo agradecerá.
Estas frases sobre las discusiones nos recuerdan que debatir puede ser energizante y motivador: los temas que generan esas discusiones y las reacciones que desatan nos recuerdan lo que es importante para nosotros y lo que queremos defender.
Las discusiones también nos dan la oportunidad de repensar nuestras ideas o incluso expresar cómo nos sentimos, pero debemos asegurarnos de hacerlo con una mentalidad abierta y una actitud receptiva porque solo así la disensión se convertirá en una oportunidad de crecimiento.
Referencias Bibliográficas
Fisher, M. et. Al. (2016) The Influence of Social Interaction on Intuitions of Objectivity and Subjectivity. Cognitive Science; 41(4): 1119-1134.
Keltner, D. et. Al. (1993) Beyond Simple Pessimism: Effects of Sadness and Anger on Social Perception. Journal of Personality and Social Psychology; 64(5): 740-752.
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