¿En alguna ocasión te has reído de alguien porque hablaba con su perro? Es probable que incluso hayas pensado que le faltaba un tornillo, después de todo, el animal no puede entenderle. Sin embargo, quienes tienen una mascota están convencidos de lo contrario, afirman que su perro les entiende. ¿Están en lo cierto o les ciega el amor?
Los perros usan el cerebro de manera bastante parecida a nosotros
Una investigación realizada en la Universidad de Sussex brinda nuevas pruebas sobre la peculiar conversación que mantienen los dueños de los perros con sus mascotas. Según estos investigadores, los perros realmente pueden entendernos. Al parecer, los perros no solo escuchan la voz, como se creía en el pasado, sino que también diferencian las palabras. De hecho, este estudio demuestra que el cerebro de los canes elabora el lenguaje humano de manera bastante parecida a como lo hacemos nosotros.
En práctica, el can utiliza partes diferentes del cerebro para procesar informaciones distintas. El hemisferio izquierdo se ha especializado en el contenido meramente verbal y analiza las características de la voz y su contenido emocional. En el estudio se pudo apreciar que los perros, al igual que las personas, usan este hemisferio para analizar los contenidos fonéticos significativos, que son reconocibles y familiares. Además, los perros también usan el hemisferio derecho para procesar los sonidos y los idiomas desconocidos, a través de un análisis complejo de la entonación y el ritmo.
El movimiento de la cabeza indica el hemisferio donde se procesa la información
El estudio en cuestión analizó a 250 perros. A estos les transmitieron una serie de sonidos humanos y frases a través de dos megáfonos, uno colocado a la derecha y otro a la izquierda de su cabeza. La idea era que, cuando el animal usa preferentemente el hemisferio derecho, gira la cabeza a la izquierda, y viceversa. Al igual que hacemos los humanos. Esto se debe a que el oído izquierdo envía la información al hemisferio derecho y viceversa.
En uno de los experimentos los psicólogos usaron un sintetizador de voz, de modo que la voz no podía transmitir ninguna emoción. Cuando a los perros se les dieron órdenes familiares, como por ejemplo, «¡Ven aquí!«, en el 80% de los casos giraban la cabeza hacia la derecha, demostrando que se concentraban en las palabras, no en las emociones que estas podían transmitir. Por tanto, reconocían el contenido del mensaje. De hecho, si esta misma orden se daba con el tono emocional adecuado pero en un idioma extranjero, el perro no solo no obedecía sino que giraba su cabeza hacia la izquierda, lo cual desvela un intento por descifrar el significado emocional.
Estos investigadores no tienen dudas: los perros reaccionan y procesan el lenguaje humano de una manera muy similar a como lo hacemos nosotros. Todo indica que el cerebro de los canes ha evolucionado, gracias al largo proceso de domesticación, para responder ante la voz humana.
Por supuesto, aún no sabemos cuánto entienden y, si bien es cierto que se les pueden pasar por alto muchas sutilezas, no es menos cierto que los perros pueden comprender nuestras emociones y algunas de las palabras que usamos a diario para dirigirnos a ellos.
Por tanto, puedes continuar hablando con tu perro con la certeza de que entiende al menos algunas de tus palabras y no solo tus estados emocionales. Yo confieso que nunca tuve dudas, aunque la ciencia suele llegar con cierto retraso a confirmar lo que muchos ya sabemos por experiencia propia.
Fuente:
Ratcliffe, V. F. & Reby, D. (2014) Orienting Asymmetries in Dogs’ Responses to Different Communicatory Components of Human Speech. Current Biology; 24(24): 2908-2912.
segundo pedro moncada ortega dice
Les falta agregar que también aprenden y comprenden nuestros estados emocionales y sociabilizan con su amigo humano, evolucionan gracias a su carga genética no solo de su padre, también por la ayuda del humano amigo, ya que interactuamos, evolucionan y se transmiten mucho conocimiento de padres a hijos…
Jennifer Delgado dice
Sobre la esfera emocional de los perros escribí un artículo recientemente: ¿Tu perro te echa de menos cuando no estás?.