La frase: «no puedes hacer dos cosas a la vez» probablemente la hayamos escuchado varias veces a lo largo de nuestras vidas. Pero… ¿cuánto de cierto encierran sus palabras?
Un particular estudio que data del 1976 fue desarrollado en la Universidad de Cornell y se enfocó en enseñarle a dos personas a leer y escribir a la misma vez. El periodo de práctica se extendió por seis semanas durante un total de 29 horas.
Antes de iniciar el entrenamiento se evaluaron las competencias lectoras de ambos voluntarios.
El primer paso se concentró en enseñarles a leer y escribir simultáneamente. Para lograr este cometido los voluntarios leían historias cortas mientras escribían palabras que eran dictadas por los experimentadores. Después de esto se evaluó nuevamente su comprensión lectora y la memorización de las palabras que fueron dictadas. Este procedimiento se repitió aumentando la complejidad de las historias.
Naturalmente en la primera fase la comprensión y el recuerdo de las palabras se vieron muy afectados pero después de seis semanas su velocidad de lectura y comprensión eran similares tanto si escribían como si no. Pero una pregunta se erige contra estos resultados: ¿será posible que el dictado de las palabras sea una actividad que se automatizó desarrollándose en un nivel por debajo de la conciencia a partir del entrenamiento? Sería un equivalente a la automatización que se alcanza en actividades como conducir un auto o montar bicicleta.
Así, la segunda fase del experimento se centró en detectar qué estructuras facilitaban ejecutar la multitarea. Así, se evaluó el nivel de consciencia de los voluntarios mientras escribían las palabras. Sutilmente se variaron las palabras dictadas: en vez de dictar palabras no relacionadas entre sí comenzaron a dictar palabras concatenadas e incluso insertaron algunas oraciones enteras. Aunque inicialmente los cambios les resultaron más complejos, al poco tiempo comenzaron a percatarse de las relaciones entre las palabras y su sentido. Así, sería muy difícil sustentar que la tarea de escritura transcurre al margen de la consciencia.
En la fase final a los voluntarios se les pidió que determinaran cuáles eran las categorías a las que pertenecían las palabras que fueron dictadas. Así, no solo debían activar el recuerdo involuntario sino que además debían mostrar una verdadera comprensión de las palabras escritas. Una vez más la velocidad de lectura disminuyó pero rápidamente retomó a su curso normal.
Así, al finalizar el experimento ambos participantes podían leer y escribir a la vez, comprendían el texto y su velocidad de lectura era muy cercana a la normal. Además, recordaban las palabras escritas y podían ubicarlas bajo categorías inclusoras.
Por supuesto, no en todos los círculos psicológicos se acepta que estas dos tareas transcurran a nivel consciente, así, son múltiples las objeciones:
– Leer y escribir son tareas tan similares que no pueden comprenderse como diferentes y por lo tanto no puede hablarse de multitareas.
– Las personas aprenden a conectar y desconectar su atención de las diferentes tareas con mucha rapidez así, no podría hablarse de conciencia dividida.
– Dos personas es una muestra verdaderamente pequeña como para obtener conclusiones de peso científico.
Particularmente considero que esta última objeción es la que menos peso tiene.
De todas maneras creo que lo esencial, más allá de las teorías y explicaciones psicológicas, es que el experimento demostró que se puede, con cierto entrenamiento, dividir nuestra atención y recursos cognitivos en dos tareas complejas a la misma vez. Precisamente lo similar de las tareas complejiza mucho más la comprensión del fenómeno de base, no es como coser y cantar o conducir y conversar.
¿Cómo las mismas áreas cerebrales se reorganizan para enfrentar dos tareas? Es una pregunta a responder.
Fuente:
Spelke, E.S., Hirst,W.,& Neisser, U. (1976). Skills of divided attention. Cognition; 4: 215–230.
Deja una respuesta