Cuando se diagnostica un Déficit de Atención e Hiperactividad, inmediatamente pensamos que el niño tiene un problema, después de todo, se trata de un “trastorno” psicológico. De hecho, muchos psicólogos y maestros abordan el TDAH como una discapacidad por lo que aproximadamente el 9% de los niños que se encuentran en plena etapa infantil o en la adolescencia y que son diagnosticados, terminan insertados en programas educativos especiales. Sin embargo, lo más curioso es que solo el 1% se encuentra en programas para niños talentosos.
A la luz de las nuevas investigaciones realizadas en el ámbito de la hiperactividad y la creatividad, quizás va siendo hora de repensar las etiquetas incapacitantes que les hemos colocado a muchas de las psicopatologías. De hecho, varios estudios han descubierto que muchas de las personas que se catalogan como creativas también cumplen con los requisitos para diagnosticar un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
¿Qué tienen en común la hiperactividad y la creatividad?
1. Filtros sensoriales más débiles. Los filtros sensoriales son aquellos a través de los cuales percibimos la realidad, son como un cristal interpuesto entre el mundo y nosotros. Nuestros órganos de los sentidos son el primer filtro pero también lo es nuestro cerebro ya que se ha estimado que solo el 1% de la información que llega a este es almacenada. Las emociones, las actitudes e incluso nuestro estilo de comunicación también filtran la realidad. Curiosamente, un estudio desarrollado en la Northwestern University desveló que las personas creativas tienen filtros sensoriales más débiles, es decir, sus filtros dejan pasar una mayor cantidad de información. Lo mismo le sucede a las personas hiperactivas.
2. Red de imaginación muy activa. Todos tenemos una “Red de Imaginación”, se trata de un sistema que construye simulaciones mentales basadas en nuestras experiencias pasadas. Recurrimos a este sistema cuando queremos recordar algo pero, sobre todo, cuando pensamos en el futuro o cuando nos encontramos ante una disyuntiva y debemos imaginar las consecuencias de los caminos que podríamos tomar. Esta red es muy importante porque gracias a ella podemos valorar diferentes hipótesis pero cuando se activa, nuestra atención sobre el medio disminuye, es como si nos ensimismásemos en nosotros mismos. Por eso, lo normal es que se desactive cuando debemos realizar las tareas cotidianas. Sin embargo, en las personas creativas e hiperactivas, esta red se mantiene más activa que en el resto.
3. Bajo nivel de inhibición latente. Cada día estamos expuestos a miles de estímulos, los cuales nos llegan a través de nuestros sentidos y nuestra mente. El volumen de información es tan grande que no podemos concentrarnos en todos los detalles por lo que, para evitar una sobrecarga, se pone en marcha un mecanismo denominado “inhibición latente”, que se encarga de filtrar todos los datos, dejando tan solo los que nos resultan útiles. Por eso, lo usual es que olvidemos los datos banales. Sin embargo, las personas que tienen un bajo nivel de inhibición latente siguen dándole vueltas a la información del medio, de hecho, esta es una de las claves para poder realizar asociaciones originales entre diferentes objetos e ideas. Curiosamente, las personas hiperactivas también tienen un bajo nivel de inhibición latente, es por eso que los estímulos del medio les distraen constantemente.
4. Hiperfocalización. La hiperfocalización es la capacidad para concentrarse en una tarea altamente motivante, abstrayéndose de todo lo que ocurre a su alrededor. En ese momento la persona pierde la noción de tiempo y espacio porque solo existe la tarea que está desarrollando, por lo que suele olvidar cualquier otra responsabilidad y todo pasa a un segundo plano. Esta capacidad es una de las principales responsables de que los grandes inventores hayan podido pasar años entregados a su creación pero, asombrosamente, es una característica que también comparten con las personas hiperactivas.
5. Pensamiento fluido. El pensamiento fluido es la capacidad para inferir relaciones y descubrir patrones nuevos y complejos basándose en la experiencia y el conocimiento. Gracias a este tipo de pensamiento se producen asociaciones libres y, de cierta forma arbitrarias, que dan lugar a las ideas más originales y creativas. Un estudio realizado en la Purdue University desveló que las personas hiperactivas tienen problemas con la memoria de trabajo, lo cual indica que tienen dificultades para manejar diferentes datos a la vez pero, en compensación, tienen un pensamiento muy fluido, al igual que las personas creativas.
Menos etiquetas y más personalización
Tanto las personas creativas como las hiperactivas sueñan despiertas, buscan continuamente nuevas emociones y son espontáneas e impulsivas. De hecho, muchas personas hiperactivas han llegado muy lejos en sus carreras, tal es el caso de John B. Gurdon, quien ganó el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por sus estudios sobre la clonación, por tan solo poner un ejemplo.
La cuestión radica en que todas las características que comparten las personas creativas con las hiperactivas pueden ser positivas o negativas en dependencia del contexto. Dar rienda suelta a la imaginación y sumergirse en nuestro mundo interior es imprescindible para que aflore la creatividad pero también es necesario saber dosificar esa capacidad y ser capaces de centrarnos en el mundo exterior cuando sea necesario.
De hecho, todas las personas creativas no cumplen con los criterios del TDAH y todas las personas hiperactivas no son altamente creativas. Cada persona es un mundo en sí misma, cada caso es diferente pero a la hora de establecer relaciones interpersonales, es mejor focalizarse en sus potencialidades y ayudarles a desarrollarlas, más que colocar una etiqueta que, a la larga, puede ser muy limitante, sobre todo cuando hacemos referencia a la hiperactividad infantil.
Fuentes:
Zabelina, D. et. Al. (2014) Do dimensional psychopathology measures relate to creative achievement or divergent thinking? Frontiers in Psychology; 5: 1029.
Jung, R. E. et. Al. (2013) The structure of creative cognition in the human brain. Frontiers in Human Neuroscience; 7:330.
Fugate, C. M. et. Al. (2013) Creativity and Working Memory in Gifted Students With and Without Characteristics of Attention Deficit Hyperactive Disorder. Gifted Child; 57(4): 234-246.
Fassbender, C. et. Al. (2009) A lack of default network suppression is linked to increased distractibility in ADHD. Brain Research; 1273: 114–128.
Buckner, R. L. et. Al. (2008) The Brain’s Default Network Anatomy, Function, and Relevance to Disease. Annals of the New York Academy of Sciences; 1124: 1–38.
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