Hay realidades que duelen. Y por eso preferimos mirar hacia otro lado. Fingir que no existen, con la secreta esperanza de que se desvanezcan mientras llenamos nuestra mente con otras cosas, menos importantes pero también menos incómodas.Sin embargo, cuando “no pensar” se convierte en la palabra de orden, tenemos un problema. Tanto a nivel personal como social. Ya lo había dicho Sócrates hace siglos: “Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia”.
Pawel Kuczynski, un ilustrador de origen polaco que ha ganado 92 premios nacionales e internacionales por su obra, es de esas personas que no miran hacia otro lado. Sus ilustraciones no dejan indiferente a quienes tienen un mínimo de sensibilidad y un ojo lo suficientemente agudo como para captar lo que ocurre en la sociedad.
Sus trazos son extremadamente reveladores, sacan a colación lo mismo demonios interiores de los que no queremos tomar nota que esas relaciones líquidas que no nos aportan nada, la dependencia de la tecnología y las sutiles pero terribles formas de manipulación social a las que estamos sometidos, a veces sin darnos cuenta, otras veces con un sutil consentimiento.
Quizá lo que más nos golpea de su obra es que sus imágenes son tan reales como la vida misma, son esa otra cara que normalmente no vemos, o no queremos ver. De hecho, el propio artista dijo: “me considero un observador de todo lo que pasa a mi alrededor”.
1. Piensa por tu cuenta. Busca, investiga, lee… Si no lo haces, alguien lo hará en tu lugar, enseñándote lo que debes pensar, decir e incluso sentir. Recordemos que educar no es llenar la mente sino liberarla de sus ataduras y que muchas veces los aprendizajes más duraderos y profundos son aquellos que realizamos por nuestra cuenta.
2. Cada vez estamos más conectados, pero solos. Las redes sociales «satisfacen» nuestra imperiosa necesidad de escapar de la soledad, pero contradictoriamente, hacen que nos convirtamos en una isla encerrados en nosotros mismos. Mientras nos animan a conectar, nos arrebatan las habilidades sociales. Mientras espantan el fantasma de la marginación, nos aíslan de quienes nos rodean.
3. «La televisión puede darnos muchas cosas, salvo tiempo para pensar«, dijo Bernice Buresh y Fellini fue un paso más allá al afirmar que «la televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural«.
4. Hay relaciones tóxicas que nos hacen mucho daño pero, aún así, seguimos manteniéndolas. Quizá por costumbre, por miedo a no encontrar a nadie más, por simple dependencia…
5. «Quien ostenta el móvil como símbolo de poder está declarando, en cambio, a todo el mundo su desesperada condición de subalterno«, dijo Zygmunt Bauman. ¿Estamos seguros de que usamos el móvil o es la tecnología quien nos usa a nosotros? A veces la línea es tan sutil que se difumina.
6. Hay un nuevo Dios y una nueva verdad, la que se comparte en Internet e impone la tecnología, alrededor de la cual ha terminado girando nuestra vida. Esa nueva realidad alternativa termina suplantando las relaciones en el mundo real, sirviendo de alimento, muchas veces de escaso valor, con el cual saciar nuestra hambre de conocimiento e intimidad.
7. Ser vícitmas del efecto oveja negra no es malo, tan solo implica pensar o actuar de manera diferente. De hecho, Marc Twain nos alertaba: «Cada vez que te encuentres del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar«. Y Albert Einstein dijo: «La persona que sigue a la multitud normalmente no irá más allá de la multitud. La persona que camina sola, probablemente llegará a lugares donde nadie ha estado antes«. Tú decides.
8. La falsa sensación de libertad alimentada por la sociedad sobre la que ya nos había alertado el escritor Étienne de La Boétie en el siglo XVI al explicarnos que el principio supremo de los nuevos tiempos consistían en que las personas tuvieran la «libertad» de hacer lo que deben. Poco ha cambiado en los últimos siglos.
9. «Internet está diseñada para darnos más de lo mismo, sea lo que sea lo mismo, sin importar qué es lo más importante, y también para cerrarnos a lo distinto, a todo lo que sea diferente«, dijo Bauman. En una era donde todos miran hacia abajo, quien mira más allá intentando ver el horizonte puede convertirse en un problema a erradicar.
10. La sensación de falsa seguridad alimentada por la sociedad de la que Bauman ya nos había alertado al decir: «la incertidumbre, la causa principal de la inseguridad, es el instrumento de poder más decisivo«. Nos venden la seguridad como remedio, mientras nos despojan de nuestro verdadero valor, dejando que nos enfrentemos a los riesgos sin estar preparados.
11. Las relaciones líquidas, un amor del que nos conectamos y desconectamos con extrema rapidez y tanta facilidad como cambiarse de camisa. Se trata de ese amor líquido que buscamos para no sentir la mordida de la soledad y la inseguridad pero en el cual no estamos dispuestos a invertir más que el mínimo esfuerzo y el menor sacrificio posible.
12. El asedio de la tecnología, las llamadas, los mensajes entrantes, las notificaciones y los correos se convierten en peligros que nos acechan, poniendo en jaque nuestra atención, impidiéndonos relajarnos.
13. Carlos Catañeda dijo: «Mientras te sientas lo más importante del mundo, no puedes apreciar en verdad el mundo que te rodea. Eres como un caballo con anteojeras: nada más te ves tú mismo, ajeno a todo lo demás«. Internet, y en especial las redes sociales, generan ese aterrador efecto, impidiéndonos disfrutar de las cosas y las personas que nos rodean.
14. El confesionario de las redes sociales, donde la ruptura entre lo privado y lo público es patente. A decir de Bauman: «el espacio público es donde se realiza la confesión de los secretos e intimidades privados«. La línea divisoria entre ambos mundos se ha difuminado, vaciando de sentido lo público y restándole el poder para unir personas a lo privado.
15. «La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema«, dijo Woody Allen, pero no podemos esperar otra cosa en una sociedad que confía su gobierno en manos de personas que ha preparado en cadena para no tener voz ni ideas propias.
Francisco dice
Las ilustraciones y los comentarios son un escobazo para recuperar la conciencia . Me reafirmo en ser oveja negra. Gracias.
Juan Mariñan dice
Me gustan las ovejas negras…me gusta lo distinto.
La tecnología se hizo para acercarnos y sin embargo nos aleja cada día más…
La culpa no es la tecnología…somos nosotros.
RAMIRO Barroso dice
Somos esclavos de estas tecnologías, aunque dizque nos asusta lo que no entendemos, lo nuevo, lo distinto,
Maritza dice
Muchas gracias por ayudarnos a ver cuántos peligros encierra la obsesión por la tecnologia
Sandra Rodas dice
Muy sincrónico, todo, buscando la verdadera Libertad interior.