Las explicaciones a este fenómeno son muy variadas, una de ellas es la expuesta por Sulla y Di Lollo en el 2005. Ellos proponen el modelo de pérdida temporal del control; según su teoría el sistema atencional se encuentra inicialmente configurado de forma óptima para percibir la primera figura, tal configuración está gobernada por un proceso central. Cuando la primera imagen es presentada, este procesador central se encuentra ocupado en su procesamiento por lo cual se produce una pérdida de la atención temporal que impide percibir la segunda imagen. No obstante, esta teoría no explica otro fenómeno que hace a la atención parpadeante doblemente curiosa:
La pérdida del segundo estímulo se aplica a todas las imágenes excepto si estamos expuestos a los rostros.
Pueden ver un ejemplo en este video: Ver el video
Probablemente han podido percibir la fruta y el rostro pero perdieron el reloj en la primera secuencia.
La primera secuencia es un clásico de la atención parpadeante: si la segunda imagen aparece en un flash entre 200 y 400 milisegundos después de la primera, las personas normalmente no la notan pero los rostros son inmunes a este fenómeno y son aún más inmunes aquellos que… ¡expresan miedo!
Si el segundo rostro expresa miedo y el primero expresa neutralidad o alegría, la atención parpadeante disminuye. Algunos de los rostros utilizados en el experimento fueron los siguientes:
Cuando se mostraba solo un rostro, existió un 80% de efectividad, sin importar qué emoción estaba representada pero cuando se mostraban dos rostros los estudiantes identificaban un 30% más las emociones de molestia o miedo que aquellos rostros que mostraban alegría o neutralidad.
Aunque los investigadores no explican el por qué de este fenómeno su causa puede hallarse en los mecanismos más instintivos relacionados con el reconocimiento de las situaciones y emociones relacionadas con el peligro, la angustia y los sentimientos dolorosos. Las personas serían portadoras de una especia de sensor especial para detectar las emociones relacionadas con el miedo y el dolor, como parte de un mecanismo casi innato de sobrevivencia. Así, se validaría el modelo explicativo de Potter, Staub e O’Connor que se basan en el principio de la competición entre estímulos durante los primeros estadíos de elaboración. Así, la atención parpadeante borraría el segundo estímulo siempre que el segundo no sea más significativo, sobre todo desde el punto de vista emocional.
En fin, que el aparentemente sencillo mundo de la percepción humana cada vez se hace más complicado.
Fuentes:
Maratos, F., Mogg, K., & Bradley, B. (2008). Identification of angry faces in the attentional blink. Cognition & Emotion, 22 (7), 1340-1352.
Sessa, P. & Dell’Acqua, R. (2008) Il fenomeno “attentional blink”. Giornale italiano di Psicologia; 43(3): 539-560.
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