La criptomnesia es un fenómeno muy interesante al cual ya he hecho referencia en el artículo: La criptomnesia también es un problema de famosos pero que seguramente continuaré sacando a colación en posteriores reflexiones ya que no existe una explicación totalmente convincente para este fenómeno.
Ahora les propongo un acercamiento a un sencillo pero muy curioso experimento:
En la primera fase de la investigación los participantes fueron sentados en grupo y les pidieron que expresasen una palabra cualquiera bajo la condición de que cuando les tocase nuevamente su turno, no repitiesen las palabras que ya habían sido pronunciadas por el resto de las personas. En fin, se estableció una especie de juego donde cada cual debía esperar su turno en una ronda de grupo y emitir una palabra totalmente nueva.
En la segunda fase cada participante debía recordar las palabras que ellos mismos generaron.
En la tercera y última fase a los voluntarios se les pidió que generaran palabras que no hubiesen sido dichas en ninguna de las fases precedentes.
Asombrosamente la criptomnesia se evidenció en cada una de las fases del experimento. En resumen y en pocas palabras: las personas mostraron una tendencia a repetir las palabras propias o ajenas como si fuesen totalmente inéditas. Tampoco se mostraron muy dotados para diferenciar las palabras propias de las ajenas.
Sin embargo, quizás no hay que ir a un laboratorio para experimentar una sensación de este tipo ya que nos suele ocurrir a menudo. El ejemplo más usual es cuando intentamos dar una noticia nueva a un amigo y éste nos espeta al rostro: «¡pero si me lo has comentado la semana pasada!». No nos queda más que preguntarnos si nos estaremos volviendo viejos.
Pero volviendo a la criptomnesia, ésta es considerada como un error mnémico de monitorización de la fuente que puede deberse a dificultades atencionales, sobrecarga cognitiva, contexto confuso, fuentes muy similares entre sí… La información es guardada en la memoria pero se pierde el recuerdo de dónde y cómo estos datos fueron adquiridos; así, la mayoría de las veces asumimos que son un producto de nuestra mente. ¿Tendremos acaso cierta tendencia cleptómana?
Fuente:
Brown, A. S. & Murphy, D. R. (1989) Cryptomnesia: Delineating inadvertent plagiarism. Journal of Experimental Psychology: Learning, Memory, and Cognition; 15(3): 432-442.
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