La memoria autobiográfica es aquella que nos permite recopilar los recuerdos del pasado y a la misma vez, distinguir éstos de las vivencias presentes. Son varios los trastornos de índole neurológica que afectan la memoria autobiográfica, uno de ellos se refiere a personas que cada día deben revivir todos los acontecimientos de su vida pasada, llegando a convertirse los recuerdos en una verdadera tortura. Otros abogan porque el déjà vu es sólo un problema en la memoria autobiográfica donde las personas no son capaces de discernir si las experiencias han sido vividas realmente o no.
Pero más allá de estos trastornos, hasta el momento muchos especialistas se han planteado la pregunta de cómo se organiza la memoria autobiográfica. Un estudio reciente desarrollado por Ezzyat y Davachi, psicólogos de la Universidad de Nueva York, afirma que las variantes en los tiempos verbales puede alterar nuestras representaciones y la propia memoria autobiográfica.
Para llegar a estas conclusiones los psicólogos hicieron que 23 personas leyesen seis historias que contenían una serie de anécdotas extraídas de la vida cotidiana. Una parte de las historias terminaba o iniciaba con las palabras “un rato después…” con una señal de parada que indicaba el inicio de otra historia. Pero otras historias utilizaban una variante de esta frase “un momento después…” donde se indicaba que la historia no había finalizado sino que debía proseguir.
Pasados 10 minutos las personas debían recordar las historias apenas leídas. El truco estaba en el hecho de que las personas debían recordar únicamente la parte de la historia que precedía a las palabras “un rato después…” o “un momento después…”.
El resultado no dejó lugar a dudas: los participantes recordaban con mucha dificultad los eventos que estaban separados en el tiempo, observándose además que se activaban diversas áreas del cerebro en relación con los tiempos verbales utilizados. Esto indicaría que en la memoria, cuando los sucesos están separados en el tiempo, podrían almacenarse en áreas diferentes del cerebro.
Así, los investigadores han comenzado a pensar en la memoria autobiográfica como cierto tipo de almacén donde cada evento tendría una especie de fichero. No obstante, la existencia de este almacén no indica que estos ficheros no pueden dañarse o contaminarse con otras vivencias. Esta idea se corresponde con una de las múltiples definiciones de memoria autobiográfica según la cual ésta sería un “conjunto de episodios ordenados cronológica, espacial y afectivamente, comunicable pero intransferible, que implican una armonía histórica (antes, durante y después) y constituyen la base de la individualidad.”
No obstante, como indica el concepto, este “fichero autobiográfico” no sólo está ordenado en función del tiempo sino también de la unicidad de los eventos y la significatividad emocional de los hechos. Curiosamente, en esta memoria se privilegia el “qué” y el “quién” sobre el “dónde” y el “cuándo”.
Fuentes:
Ezzyat, Y. & Davachi, L. (2010) What Constitutes an Episode in Episodic Memory? Psychological Science; 22(1).
Azzollini, S. & González, F. (2006) La localización temporal de recuerdos autobiográficos. Anuario de Investigaciones; 14: 19-27.
Otero, O. (2001) Educar la inteligencia. Madrid: Ediciones Internacionales Universitarias.
Jorge n dice
Anexado a esto, creo q son interesantes los aportes de la mente como narración de Bruner, y la continuidad yoica de Peter Blos. Saludos
Jennifer Delgado Suarez dice
Jorge,
Pues si, pero eso ya sería tema para una serie completa de otros artículos 😉