A menudo damos por descontado que ver a la policía merodeando por las calles nos hace sentir más seguros. De hecho, muchos cuerpos de policía asumen este principio como válido y es por eso que les vemos girar continuamente por la ciudad.
Sin embargo, ahora un nuevo estudio desafía esta visión. Un grupo de psicólogos de Ámsterdam reclutó a 200 personas que recién salían de un centro comercial. En algunos casos, dejaron que los participantes viesen a dos policías que caminaban por las inmediaciones, en otros casos, no se mostraron los agentes del orden. Lo curioso fue que las personas que vieron a los policías cerca reportaron sentirse menos seguros.
Los investigadores no se dieron por vencidos y continuaron adelante con el experimento. Esta vez reclutaron a 124 estudiantes y les mostraron imágenes de diferentes calles preguntándoles cuán seguros se sentirían al caminar por ellas. Obviamente, en algunas de las fotos aparecían policías. En esta oportunidad se apreció un resultado más curioso: la policía ejercía un poder tranquilizador cuando se apreciaba una pared con graffiti pero en las calles residenciales su efecto era contrario.
¿Qué nos indican estos resultados?
Que asociamos la presencia de la policía con una posible señal de peligro cerca. Es decir, pensamos que si está la policía es porque en los alrededores ha pasado o puede pasar algo. En realidad se trata de una creencia errónea pero, al parecer, es una idea que está muy asentada en el imaginario popular. Después de todo, asociar la policía con el crimen y la violencia no es tan descabellado.
Por supuesto, cuando percibimos señales (como los graffiti) de posibles actos vandálicos, la presencia de la policía vuelve a adoptar su rol tranquilizador. Sabemos que si un guardia está cerca, probablemente no se producirá ningún hecho violento.
En realidad es un poco lo que nos sucede cuando viajamos a un país extranjero del que no conocemos mucho. En las zonas residenciales la presencia de la policía nos puede asustar, nos da una señal de alarma de que algo podría ir mal. Sin embargo, en los barrios más conflictivos, la policía ejerce un efecto calmante y nos da tranquilidad.
Fuente:
Van de Veer, E.; de Lange, M.; van der Haar, E. & Karremans, J. (2012) Feelings of Safety: Ironic Consequences of Police Patrolling. Journal of Applied Social Psychology; 42 (12); 3114-3125.
Westy dice
Es cierto que asociamos a la policía con el crimen. Sin embargo cuando los ves paseando tranquilamente tampoco creo que nadie se vaya a alterar.
Jennifer Delgado Suarez dice
Westy,
Si lees otros artículos del blog, te asombrarías al descubrir cuánta información procesamos a nivel inconsciente y cómo esta determina nuestras actitudes y comportamientos.
Es cierto que a nivel consciente no nos alteramos si vemos a la policía paseando tranquilamente pero… ¿qué sucede a nivel inconsciente?
Lourdes dice
Interesante estudio, pienso que en muchas circunstancias la polocia perturba, también depende del atuendo, no es lo mismo un policia nacional, que un antidisturbios, lo que sin duda, al menos a mí me altera, es le tema de las armas. Mucha gente es muy sensible a ello.
Jennifer Delgado Suarez dice
Lourdes,
En efecto, lo que señalas es muy importante. También a mi me sucede, cuando veo un policía con sus armas fuera me da una sensación de inseguridad enorme, creo que a una gran parte de las personas también les suceda.