Al igual que sucede con muchos trastornos mentales, se desconoce la causa exacta del trastorno por déficit de atención con hiperactividad, por lo que es importante que los padres no se culpen. Es probable que se trate de un problema multifactorial, donde intervienen factores genéticos, ambientales e incluso daños a nivel cerebral.
En vez de preguntarse qué pueden haber hecho o si podían haberlo evitado, lo más práctico y recomendable es que los padres se centren en la mejor manera de ayudar a su niño. Obviamente, esto indica que algunos aspectos del entorno del niño pueden agravar el problema una vez que este ha hecho su aparición.
No obstante, algunos estudios sugieren que la falta de ácidos grasos omega-3 está vinculada a los síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Estas grasas son importantes para el desarrollo del cerebro y sus funciones y una deficiencia puede contribuir a trastornos del desarrollo. De hecho, los suplementos de aceite de pescado parecen aliviar los síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, por lo menos en algunos niños e incluso pueden mejorar su rendimiento en la escuela.
En los últimos años también se ha apreciado una diferenciaen la cantidad de «materia blanca» (las conexiones de larga distancia entre las regiones del cerebro que normalmente se hacen más fuertes como un niño crece). Los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad que nunca habían tomado medicamentos tuvieron un volumen anormalmente pequeño de materia blanca .
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