A raíz del artículo anterior sobre la Fecundación in Vitro muchas personas me han escrito interesándose sobre el tema. La pregunta más común fue: ¿existen mayores probabilidades de malformaciones genéticas con este tratamiento?
Aunque no soy una experta en la materia, intentaré responderles ciñéndome a los datos científicos y las investigaciones más recientes que se han realizado sobre este tema.
En primer lugar, echemos un vistazo a las cifras. Una investigación realizada en la Universidad de California analizó a un total de 4.795 niños nacidos como resultado de una Fertilización in Vitro y a 46.025 concebidos de forma natural. Entre todos ellos, los científicos detectaron 3.463 casos con defectos de nacimiento importantes.
De esta forma se pudo apreciar que el riesgo de que aparezcan defectos de nacimiento en los niños que han nacido con la Fertilización in Vitro es 1,25 veces mayor que los que son concebidos de manera natural. Específicamente, estaríamos hablando de que el riesgo de sufrir una malformación en los niños concebidos naturalmente es del 6,6% y en los otros pequeños es del 9%.
¿A qué se deben estas diferencias?
En este sentido, hay investigadores que piensan que la manipulación a nivel de laboratorio de los óvulos y el esperma podría provocar un estrés físico y químico que, a su vez, podría revertirse en un aumento de las mutaciones genéticas.
Sin embargo, cada vez son más los médicos que piensan que la verdadera explicación no está en el proceso de Fertilización in Vitro sino en los factores de riesgo que suelen tener las parejas que se someten al mismo, como por ejemplo, la edad avanzada de la madre o las enfermedades que padece.
¿Hay alguna solución?
Actualmente se lleva a cabo lo que se conoce como Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) que, básicamente, consiste en estudiar el ADN de los embriones para poder seleecionar los que cumplen con ciertas características y eliminar aquellos que tienen algún tipo de defecto.
Este diagnóstico se realiza en el tercer día de desarrollo del embrión, antes de que se transfiera al útero y, por lo tanto, antes de que se establezca el embarazo. Obviamente, con esta prueba no se pueden identificar todas las malformaciones pero sí se puede prever una larga serie de enfermedades monogénicas.
Como podrás apreciar, la posibilidad de que exista algún problema siempre está latente y es algo para lo cual los padres deben estar preparados. Si estás pensando en someterte a este tratamiento, lo mejor es que converses todos los pros y los contras con tu médico. También podrás encontrar más información sobre el DGP y las opiniones de parejas que se están sometiendo a la Fecundación in Vitro en el foro de IVI, una de las instituciones españolas a la vanguardia en fecundación asistida.
Fuente:
We, J. et. Al. (2012) Birth defects in children conceived by in vitro fertilization and intracytoplasmic sperm injection: a meta-analysis. Fertility and Sterility; 97(6): 1331-1337.
Deja una respuesta