A veces decimos que una persona es inteligente porque es capaz de recordar los detalles necesarios en el momento oportuno. Estas personas se sacan de la manga un dato importante o un procedimiento para resolver un problema justo cuando más falta hace.
No hay dudas de que la memoria, la capacidad para recordar, desempeña un papel importante en la inteligencia. Sin la memoria de trabajo ni siquiera podríamos mantener en la mente todos los datos necesarios para resolver un problema y sin la memoria a largo plazo, no podríamos retomar estrategias que en el pasado han funcionado y utilizarlas de manera creativa para encontrar nuevas soluciones.
Sin embargo, los neurocientíficos explican que la capacidad para olvidar también desempeña un rol esencial en la inteligencia. Aunque parezca extraño, para resolver problemas de manera rápida y original necesitamos tanto la memoria como el olvido.
La capacidad del cerebro para olvidar también es signo de inteligencia
Un estudio realizado en la Universidad de Toronto desvela que ser olvidadizos también podría ser un signo de inteligencia. Estos neurocientíficos analizaron el papel de la memoria y el olvido, denominadas persistencia y transitoriedad, respectivamente, en la capacidad para resolver problemas.
Llegaron a la conclusión de que tanto la persistencia como la transitoriedad son esenciales para la inteligencia, entendida como la capacidad para resolver problemas navegando a través del cúmulo de conocimientos adquiridos, de manera que nos permite encontrar rápidamente la información relevante para el problema que debemos solucionar.
Según estos neurocientíficos, uno de los objetivos principales de la memoria consiste en optimizar la toma de decisiones. Sin embargo, el olvido también es un elemento esencial para que el cerebro se enfoque en lo realmente importa para el problema concreto.
De hecho, en los últimos años se ha descubierto que existen mecanismos cerebrales dedicados por entero al olvido, lo cual significa que nuestra memoria se está reorganizando continuamente, almacenando la nueva información y borrando la que ya no necesitamos o no usamos.
La eliminación de las conexiones sinápticas entre las neuronas es un mecanismo que permite reescribir la información, estableciendo nuevos caminos neuronales. Eso explica por qué los niños olvidan tantas cosas, ya que su hipocampo está produciendo continuamente nuevas neuronas que permiten «sobreescribir» la información. En su cerebro se crean continuamente nuevas autopistas de información, algunas de las cuales eliminan las antiguas.
Esa capacidad para «sobreescribir» la información, que implica el olvido, nos facilita la toma de decisiones y estimula la inteligencia ya que nos permite generalizar los eventos pasados incluyendo los hechos presentes. En la Inteligencia Artificial este fenómeno se conoce como regularización, el cual ayuda a crear modelos más sencillos que priorizan la información esencial, eliminando los detalles específicos que no son relevantes.
En otras palabras, el olvido nos permite ser más eficientes, borrando todos los detalles intrascendentes, de manera que podemos resolver problemas de manera más rápida y eficaz. Por eso, no solo es importante almacenar una gran cantidad de información, sino también ser capaces de “hacer limpieza” cada cierto tiempo, de forma que podamos navegar con mayor facilidad dentro de ese cúmulo de conocimientos, encontrando rápidamente los datos y procedimientos que necesitamos para resolver el problema al que nos enfrentamos.
Por tanto, si eres una persona ligeramente olvidadiza, no debes considerarlo como algo negativo sino que significa que tus mecanismos de «sobreescritura» y borrado funcionan muy bien. Solo debes aprender a sacarle partido.
Fuente:
Richards, B. A. & Frankland, P. W. (2017) The Persistence and Transience of Memory. Neuron; 94(6): 1071–1084.
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