Probablemente todos conocen la frase “lavarse las manos como Poncio Pilatos”. En la cultura popular se utiliza para indicar que ponemos el problema sobre otro o que nos desentendemos de las consecuencias. De una forma u otra, indica que nuestra conciencia está en paz.
Ahora un nuevo estudio viene a demostrar que la relación entre lavarse las manos y la sensación de tener la conciencia limpia es mucho más fuerte de lo que podríamos pensar.
Investigadores de la Universidad de Michigan reclutaron a una serie de participantes y les pidieron que recordaran un comportamiento poco ético que hubiesen cometido recientemente (una tarea que actuó como priming). A continuación, les dieron algunas letras y les pidieron que completaran una frase o palabra. Curiosamente, las personas tendían a referirse a palabras relacionadas con la limpieza. Esto demostró que en nuestra mente, hemos establecido una fuerte asociación entre los comportamientos poco éticos y la necesidad de “limpiar”.
Al finalizar el experimento, a los participantes se les dio un regalo, debían escoger entre un paquete de toallitas antisépticas y un lápiz. El 67% de quienes recordaron un comportamiento poco ético eligió el paquete de toallitas antisépticas, una elección que realizó solo el 33% de las personas a las cuales se les había pedido que recordaran una buena acción.
Estos experimentos iniciales llevaron a los investigadores a suponer que la limpieza física es una forma para limpiar nuestra conciencia. Para comprobarlo, reclutaron a más personas y se les pidió que relataran un comportamiento poco ético que hubiesen cometido en el pasado.
A algunos de ellos se les brindó una toallita antiséptica para que se limpiasen las manos. Después se les pidió que ayudasen a unos estudiantes que estaban buscando voluntarios para realizar un experimento (una ayuda que no sería remunerada económicamente).
¿Qué sucedió?
Solo el 41% de las personas que se habían lavado las manos usando la toallita accedió a participar en la nueva investigación. Sin embargo, quienes no habían tenido la oportunidad de lavarse las manos se mostraron más dispuestos a involucrarse en el estudio (un 74% de ellos dieron su conformidad).
Estos resultados nos hacen pensar que, una vez que nos lavamos las manos, sentimos nuestra conciencia más tranquila y no experimentamos la necesidad de ayudar al otro en un acto compensatorio por el mal que hemos causado.
Lavarse las manos aclara las dudas
Sin embargo, lavarse las manos no solo nos ayuda a limpiar nuestra conciencia sino que también nos permite hacer “borrón y cuenta nueva” ya que nos ayuda a eliminar las dudas sobre las decisiones que hemos tomado recientemente.
Esta idea proviene de un estudio desarrollado en la Universidad de Michigan en el cual le pidieron a un grupo de estudiantes que revisaran treinta portadas de CD, como parte de una supuesta encuesta de consumidores. Los participantes debían elegir los 10 discos que les gustaría tener, clasificándolos según su grado de preferencia.
A continuación, completaron una encuesta de producto que no tenía relación alguna con la música sino que versaba sobre un jabón líquido. A la mitad de los participantes apenas se les dio tiempo a examinar la botella de jabón antes de responder pero a la otra mitad incluso se les permitió lavarse las manos.
Luego, se les pidió que clasificaran los discos compactos de nuevo. Las personas que únicamente habían examinado la botella de jabón mostraron dudas acerca de su decisión y en muchos casos cambiaron su criterio. Sin embargo, las personas que se lavaron las manos no se mostraron vacilantes ni cambiaron sus criterios de selección de los CD.
Los investigadores afirman que estos resultados demuestran que, del mismo modo en que lavarse las manos puede liberarnos de la «culpabilidad» de conductas inmorales, también puede aliviar el peso de las decisiones recientes.
¿Por qué sucede esto?
Una posible explicación nos indicaría que lavarse las manos implica la finalización de una actividad y la disposición a enfrentar otra tarea. En la vida cotidiana, nos lavamos las manos cuando terminamos una tarea o nos disponemos a comenzar otra pero casi nunca nos las lavamos para continuar haciendo la misma actividad. Por eso, es probable que en nuestra mente asociemos el lavarse las manos con la conclusión de una tarea.
Fuentes:
Lee, S. W. & Schwarz, N. (2010) Washing Away Postdecisional Dissonance. Science; 328( 5979): 709.
Zhong, C. B. & Liljenquist, K. (2006) Washing away your sins: Threatened morality and physical cleansing. Science; 313: 1451-1452.
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